Hubo que esperar bastante para que comenzaran la actuación The Old Trastes, ya que no conseguían cogerle el punto al sonido quizás debido al tener una batería electrónica.
Su repertorio, como ellos mismos anunciaron, es un recorrido por la música estatal que sonaba en la radio a finales de los años 80 y primeros 90, comenzando con “Bienvenidos” de Miguel Ríos, “Maldigo mi destino” de Loquillo y Los Trogloditas o el “Si si si” de Los Ronaldos.
La gente se empezó a animar con canciones tan conocidas como “El límite” de La Frontera, “Cadillac solitario” de nuevo de Loquillo y los Trogloditas o “Apuesta por el rock and roll” de Héroes del Silencio.
Realmente parecía aquello una verbena de hace 25 años cuando sonaban canciones como “Frío” de Alarma, “Pongamos que hablo de Madrid” “Princesa” y “Barbi superstar” de Joaquín Sabina o ese himno de los 80 que es “El ritmo del garaje” de Loquillo y los Trogloditas.
En aquella época el rock y la rumba flamenca se combinaban en las verbenas (y en la música de los coches de choque je je) y por eso sonó “Heroína” de Los Calis, junto al “No hay tregua” de Barricada o “Al limite” de Ramoncín.
Y así fueron cayendo “Agradecido”, “Oveja negra”, “Pacto entre caballeros”, la inevitable “Dolores se llamaba Lola”….hasta concluir el concierto con “Acabo de llegar” de Fito y Los Fitipaldis, que, aunque es bastante posterior, combina con los sonidos del resto de versiones.
Cuando ya prácticamente nos íbamos porque era cerca de las 00.30, nos deleitaron con la maravillosa “Una noche sin ti”, para acabar tras casi dos horas de actuación con “El dorado” de Revolver.
Muy buenos músicos, ya experimentados, canciones atemporales y las fiestas de un pueblo: la combinación perfecta y así se pudo ver porque la gente disfruto a tope con la actuación de The Old Trastes.
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