Hasta la maravillosa Mariña Lucense nos desplazamos para asistir a uno de los festivales mejor valorados por el público y de mayor relevancia internacional. Sólo un vistazo al cartel de este año auguraba que iba a ser uno de los más multitudinarios de nuestro país y no nos equivocamos. Tres días antes de la apertura oficial de puertas colgaron el cartel de sold out, todo un éxito antes de comenzar.
Este año ampliaban el emplazamiento para acoger a las 80.542 personas que las fuentes oficiales contabilizaron en esta edición. La principal entrada al recinto de conciertos estaba señalizada con una magnífica puerta, originalmente decorada con una iconografía apocalíptica que representaba a los 4 Jinetes del Apocalipsis, que nos daba la bienvenida a la resurrección más metalera que nos pudiéramos imaginar. No me extraña que todo el mundo se parara en este punto para hacerse la típica selfie. Llamaba poderosamente la atención, tanto por su estética como por su calidad. Obra de arte que el autor, Pablo Lage Sanjurjo (VAN-KRAFT, www.van-kraft.com), extendió por gran parte del interior del recinto. Zonas como el Pandemonium (especie de zona vip dentro del recinto donde por el módico precio de 45€ más gastos podías disfrutar de unas vistas privilegiadas del escenario principal), el stand de Jägermeister, el pepinazo que apuntaba al escenario Chaos y otros muchos más detalles que colaboraban a darle al Resu ese ambiente oscuro y tenebroso que tanto gusta a su público. ¡Un 10 por la decoración!
Cuatro zonas de acampada gratuita y dos de pago (el Resucamp y el Glamping) acogerían este año, entre Viveiro y Celeiro, a toda la muchedumbre que fue llegando escalonadamente a lo largo de los 4 días de espectáculo. El miércoles 6 daba comienzo el ambiente festivalero con la “Wellcome Party”, fiesta de presentación o bienvenida que contó con Strikeback, Hyde Abbey, For The Glory, Siberian Meat Grinder, Eskimo Callboy, Narco y Skindred. Tan sólo a 5€ con lata de Monster Energy de regalo. Cortesía de uno de los principales patrocinadores del evento, que hizo gala de su generosidad regalando su bebida tanto dentro del recinto como fuera de él durante todos los días que duró el festival.
Ambiente
Tras aterrizar en el resucamp fuimos directos a ver lo que se cocía en los tres escenarios del recinto. Entramos cuando estaban ya sonando los asturianos Soldier. Dieron muestra de su brutal thrash en sus escasos 40 minutos de actuación, en la que pudimos disfrutar de algunos de los temas que componen su último trabajo “The Great Western Oligarchy”. Fueron los primeros en inaugurar el escenario principal en esta edición, pero el festival ya llevaba algunas horas de rodaje.
Evil Impulse fueron los encargados oficiales de estrenar esta multitudinaria edición, a eso de las 14:00 horas en el escenario Chaos, el segundo en relevancia del recinto. A 10 minutos de que terminaran los de Ciudad Real salieron al escenario Ritual (el más pequeño y el primero que te encontrabas al entrar) Tierra Hostil. Les fueron relevando Minos Emires, Viva Belgrado e Implore hasta que con SOLDIER nos enganchamos al ambiente festivalero.
Persefone tuvieron muy buena actitud sobre el escenario y pusieron una sonrisilla a más de uno con el friki-mix de Star Wars en la versión más brutal que yo haya escuchado nunca. Nos asomamos al escenario Ritual a ver a los americanos Norma jean, que no sé si sería por las horas que eran (17:40, a 10 minutos de finalizar su actuación) pero encontré el ambiente un poco frío.
Soldier
El metal progresivo británico hizo su aparición en escena de la mano de Tesseract, que contaron ya con una actuación con bastante público. Su sonido más melódico e instrumental no sonaba nada mal.
Pasamos con precaución y lo más alejados posible del escenario Chaos donde Wormed dieron rienda suelta al más brutal death metal…¡ahí es nada!. Los madrileños contaron con numerosos seguidores que disfrutaban balanceando sus cabelleras a ritmo frenético. Personalmente no tengo nada en contra de ellos ni de ese estilo, pero no puedo evitar sentir miedo a que se coman a los niños crudos sobre el escenario… y la verdad es que por el festival se veían bastantes familias enteras.
Los más peques debieron pasárselo pipa con los talleres, paseos en tren por el pueblo e incluso participando en algunos de los conciertos del festival. Se les identificaba por su estatura, una gorra roja y unos cascos protectores a juego, eran los Resukids. Otra genial idea de la organización del festival y que parece que fue todo un éxito, o al menos eso se reflejaba en sus caras y sonrisas cuando te los encontrabas por el recinto. Debieron pasárselo de miedo conociendo desde dentro las entrañas del festival, viendo entrevistas, realizando actividades, etc. mientras sus padres podían disfrutar de la música. Una gran iniciativa y una excelente alternativa para facilitar a las familias metaleras el poder asistir todos juntos a este tipo de acontecimientos. Todo un ejemplo a seguir.
Wormed
Los primeros pogos y “mosh pit” del festival aparecieron cuando el hardcore americano de Stick To Your Guns hizo su aparición en el escenario Ritual. Uno de los conciertos más agresivos y enérgicos del festival. Aparte de sudor, los seguidores que se concentraban en este concierto se hicieron también partícipes de la buena energía que derrochó la banda durante toda su actuación, desde el “Bringing you down”, tema con el que abrieron, hasta el coreado “I choose nothing” que puso el punto y final a una notable actuación.
While She Sleeps fue otro de los platos fuertes de la tarde. Multitudinario y muy aplaudido concierto el de los británicos que abrieron con el tema que da título a su último disco “Brainwashed”. La recta final de su actuación con “New world torture”, “Seven Hills” y “Four walls” fue apoteósica. Su vocalista, Lawrence “Loz” Taylor, disfrutó cada minuto de su actuación atreviéndose a saltar al público en varias ocasiones, desde el escenario principal.
La banda catalana de thrash metal Crisix nos dejó un brutal concierto y varias sorpresas. Además de presentarnos su último disco “From blue to black” nos sorprendieron con un increíble “football deth” en una de sus canciones…creo que no hace falta que os explique lo que es. Yo hasta la fecha no había visto esa modalidad de Wall of death con balones, pero es impresionante…y peligroso. Si no que se lo pregunten a la fan que acabó con una pierna rota en el hospital.
Eso sí, el grupo se preocupó por ella al enterarse del accidente y tuvo todo un detallazo. También contaron con la presencia de las nuevas generaciones metaleras (los resukids), dándolo todo en el escenario. A uno de ellos parecía que se le iba a salir la cabeza de su sitio con tan enérgico “headbang”, con los cuernos metaleros apuntando a lo más alto. Pero lo más entrañable vino de mano de su cantante Juli Baz Sanchez “Bazooka”, que pidió en matrimonio a su chica en pleno directo…¡y ella aceptó! Concierto con final feliz.
Crisix
Las primeras crestas se lucieron espléndidas durante la actuación más punkarra del día con The Casualties. Para mí fueron toda una revelación. Me engancharon desde el primer tema al igual que al resto de público. Se montaron muy buenos pogos en todas sus modalidades. Hay que decir que su cantante y frontman, Jorge Herrera, estuvo en todo momento muy comunicativo con el público, hablando bastante bien castellano (gracias a sus raíces latinas).
Muy buena actitud la de la banda de New Jersey sobre el escenario. Su estilo punkrock o hardcore punk o Street punk o como queráis llamarlo, fue como un soplo de aire fresco entre tanto sonido gutural. El tema “We are all we have” fue de los más coreados, junto con la versión punk de “La cucaracha”. Recordaron sus orígenes de cuando llegaron a sus manos canciones de Eskorbuto y Kortatu en forma de cassette, versionando a los primeros con el tema “Antes de las guerras”. Tampoco faltó su particular tributo a Ramones con “Made in NYC” que completó un concierto realmente apasionante y enérgico.
The Casualties
Y llegaba uno de los platos fuertes del día a eso de las 20:50 con Bad Religion en el Main Stage. La veterana banda californiana no defraudó en su escasa hora de actuación. Con un set list muy bien escogido, nos ofrecieron una buena muestra de su dilatada carrera musical, aunque nos faltaron algunos temas dada la duración del concierto. Abrieron el repertorio con una muy apropiada “Crisis Time” y fueron cayendo temazos imprescindibles como “Fuck you”, “Suffer”, “Do what you want”, “Anesthesia”, “21st Century (Digital Boy)” o “Generator”. El sonido no fue excepcional e incluso me pareció que un poco bajo en ocasiones, pero la verdad es que cada vez que se suben a un escenario dejan el listón más que alto, demostrando que ganan calidad con los años.
El maestro Greg Graffin y los suyos saben cómo meterse al público en el bolsillo con una descarga muy dinámica, con temas muy seguidos y sin dejar tiempo casi ni para respirar. Colaboración estelar la de los Resukids en el “Athomic Garden” que les quedó bordado con toda la chavalería con sus cascos protectores desde el escenario principal del festival, disfrutando tanto o más como los que estábamos abajo. Para la recta final nos deleitaron con “Punk Rock Song” y cómo no, el “American Jesus” para despedirse de una actuación que no decepcionó, aunque para sus incondicionales se hizo corta y en un horario demasiado tempranero para la categoría de la banda.
Bad Religion
Después del concierto de Bad Religion he de admitir que me vine abajo. No encontraba mi sitio en ninguno de los escenarios. El escenario Chaos seguía metiéndome miedo. En este caso con Rotting Christ sobre sus tablas dejando toda una descarga brutal de adrenalina y de metal extremo. Sonaban bastante bien los griegos con clásicos de su repertorio como, “Societas Satanas”, “Forest of N´Gai” o “Noctis Era” con la que se despidieron.
Me pasé a ver lo que se cocía por el Ritual y me encontré con un público ferviente totalmente entregado a las buenas artes de Walls of Jericho. Desde luego actitud no les faltaba a los de Detroit, dando buena cuenta de uno de los mejores exponentes del hardcore punk americano. Dieron juego a que el público bailara sus temas en todas las variantes posibles de mosh pits (para los que no estáis iniciados en el tema consiste en correr a lo loco en círculos y terminar dándose hostias…pero sin intención de hacer daño a nadie, al menos en la definición) y walls of death (aquí se separa el público en 2 bloques y cuando el grupo da la señal corren todos a juntarse en el medio…dándose de hostias…pero flojitas y sin mala intención, desde el cariño y el respeto siempre) en temas como “All Hail the Dead” o “Playing the Soldier”, entre otros. Increíble la actitud arrolladora y contagiosa de su vocalista Candance Kucsulain, en constante movimiento durante toda la actuación, consiguiendo que el personal terminara reventado de semejante descarga. Increíble si no la ves en directo como trabaja su voz femenina para que suene más potente y gutural que la de muchos hombres. Brutales.
Walls of Jericho
Con Bring me The Horizon me llevé una gran decepción. Su mezcolanza de estilos emo, hardcore, metal, electrónico, etc. no me convence nada. Su espectáculo es un gran show, basado en el artificio y lo visual. Eso sí, con un gran sonido que posiblemente fuera el mejor de la noche en el escenario principal, pero frío, distante, sin ese carisma que demuestran muchos otros sin tirar tanto de espectaculares juegos de luces y artificio en escena. Aguanté poco el show así que poco os puedo contar más que esta breve impresión.
Estuve haciendo tiempo hasta que Fleshgod Apocalypse hicieron su aparición en el escenario Chaos frente al principal. No fue su noche tampoco, el sonido dejó mucho que desear y la batería tapaba al resto de instrumentos. Así que abandoné a la primera de cambio el symphonic brutal death metal de los italianos y me dirigí a ver cómo lo llevaban H2O en el Ritual.
Los neoyorquinos presentaban su último disco “Use your voice”, aunque dieron cuenta de viejos clásicos como “Family Tree” o “What happened”. Su mezcla de punkrock y hardcore es de lo más directa, efectiva y dinámica en directo. Son una banda que ha repetido ya en varias ocasiones en el Resu y que esperemos que siga siendo así porque me encantaría volver a verles empapándome más su discografía, porque no tiene desperdicio. En el trallazo “Nothing to Prove” contaron con la colaboración del hijo de Toby Morse, vocalista de la banda, que con 11 años dio toda una lección a la batería.
Bring me The Horizon
Y otro de los momentos estelares de la jornada aparecía de la mano de los daneses Volbeat, que congregaron a una gran multitud frente al escenario principal. Montaron un gran show, bastante potente e impresionante, brillando como grandes estrellas que son sobre el escenario, muy en la línea de Bring me The Horizon, pero con un estilo que me llegaba mucho más. Su rockabilly heavymetalero es muy efectivo, pero quizás me desilusioné un poco porque creí que el show iba a ser mucho más divertido y con más feeling que el que noté con el público.
Su repertorio dio para mucho, llegaban presentando su reciente trabajo “Seal the Deal & Let´s Boogie” y abrieron con “The Devil´s Bleending Crown”, corte con el que también comienza el disco. Apostaron fuerte con temas como “Heaven nor Hell” o “A Warrior´s Call”. Michael Poulsen hizo gala de su espléndido potencial de voz bordando todos y cada uno de los temas que sonaron. Rindieron homenaje a Johny Cash con la versión de “Ring of Fire” que precedió a “Sad man´s tongue”. “Lola Montez”, “Hallelujah Goat” o el trallazo que es “For Evigt” fueron de las más coreadas por la multitud.
Se retrasaron un poco en su aparición en el escenario y eso condicionó la hora de finalización de su actuación. Su último tema “The mirror and the ripper” fue literalmente engullido por la intro con la que Brujeria abría su concierto en el Chaos. Un caótico final y comienzo, para unos y otros, ya que el sonido se solapaba según en qué parte te encontraras.
Por potencia ganaron la batalla los mexicanos-californianos, que liderados por Juan Brujo les dedicaron algunas palabras (no de cariño precisamente) a los daneses. Provocación o no, la verdad es que no deja de ser una anécdota de fin de noche festivalera. Los que continuaron de fiesta con Brujeria tuvieron un brutal cierre de escenario con temas como “Matando Güeros”, “La migra” o “Viva presidente Trump”.
A los Nice Boys, tributo a Guns N' Roses, nos los saltamos porque el agotamiento hacía ya acto de presencia y quedaba aún mucho festival por delante, llegaba el momento de reponer fuerzas.
Un primer día festivalero bastante intenso y con muy buenos momentos nos quedará en el recuerdo.