Si he de ser sincero no contaba con ver todos los conciertos que estaban organizados para el día de la Virgen de Valencia en el Varuko; mi idea era más bien ver entera la primera actuación y luego sobre la marcha, ya que es día de estar con amigos y de darse una vuelta por la campa.

Sin embargo, el que el día amaneciera con lluvia y que la gente con la que habíamos quedado, unos se demorasen y otros se quedasen allí, hizo que viese todo el festival.

De entrada no sabía muy bien que era lo que me esperaba, ya que quitando a The Birras no conocía a los otros dos grupos; duda resuelta rápidamente: Los Bruños de Sorribero, eran el cantante y los guitarras de la citada banda en formato acústico haciendo versiones y Cañuca Brava toda la banda en formato eléctrico también versioneando.

Esta tarde con The Birras en diferentes formatos, comenzó a la hora del té, con Los Bruños de Sorribero, un vez degustada la paella con la que nos invitó a los presentes la dirección del Varuko.

Resulto curioso este formato acústico ya que junto a canciones más previsibles como “Pardao” de Los Suaves o “Azulejo frio” de Txarrena, sonaron canciones como “Porque te vas” de Jeannette o “No puedo vivir sin ti” de Los Ronaldos, lo cual agradó a la variada concurrencia presente.

No se olvidaron de alguna canción suya como “Paco”, cuya letra fue interpretada como si fuese el “Knockin´ on  Heaven´s Door” o “Pin Pon”, que fue unida a “Soldadito marinero”.

Fue un entretenido arranque a esta tarde de música en directo, con uno 40 minutos de canciones conocidas por todos, algunas de las cuales tuvieron que repetir, al haber preparado un repertorio muy breve.

Sin mucha demora teníamos a Cañuca Brava, con ya todos los integrantes de The Birras sobre el escenario, dispuestos a hacernos pasar un buen rato con unas cuantas versiones.

Y vaya si lo consiguieron: me lo pase en grande con las versiones que interpretaron, con toda la gente bailando, una vez se retiraron las sillas en las que la gente había degustado la paella.

Por allí sonaron unas cuantas de los Porretas como “Si nos dejáis”, con la que empezaron, “Si lo sé me meo” o “El deudor del condado de Hortaleza”, junto a otras muy oportunas para pasártelo genial como “Borrachuzos” de Rosendo o “Cuenca minera” de Siniestro Total, con la que me lo pase en grande.

También cayeron otras míticas como “Jartos d´ aguantar” o dos de esas canciones que siempre se agradecen cuando estas de fiesta como son “Bilbainada” de M.C.D o “La del fútbol”, antes de acabar la velada con “No puedo dejar el rock”, tras 40 minutos de actuación.

Tras una breve pausa y con el único cambio de la bajada del telón que le fue regalado a The Birras en su XX aniversario y que había permanecido recogido hasta entonces, comenzó la actuación del popular grupo de Vioño.

Su actuación comenzó con “Recuerdos”, “Trabajo temporal” y “Como siempre”, para repasar el que hasta el momento ha sido su último trabajo “…Seguimos igual” del pasado año, con ese himno que es “Y que no nos falte”,

Siguieron con dicho disco con la canción que le dio título o “Me ha tocao”, mezclados con  clásicos como “Ayúdale” o “Pa` vernos matao”.

Así fue transcurriendo la velada intercalando canciones del último disco que sonó prácticamente entero, con canciones como “Bar adentro” que contó con la colaboración de Lydia a las voces, junto a las canciones imprescindibles en los directos del quinteto como “Embolillao”, “Tomas” o Pin, Pon.

Cuando sonó “Popurrí” aquello parecía venirse abajo y poco falto cuando sonó “El Varuko”, antes de acabar con “Fin de semana”, su versión de Los Diablos.

Pero la gente estaba animada y el grupo también así que se arrancaron con las versiones del “Pongamos que hablo de Madrid”, “Cuenca minera” y “Jartos d´ aguantar”, antes de acabar, tras más de dos horas, con su homenaje a “El Varuko”, con el propio Toñón, dueño del local y bajista de Propaganda, a las voces.

Y así terminaban los conciertos con motivo de la Virgen de Valencia en el Varuko, porque la fiesta siguió hasta altas horas, pero eso es otra historia.

El año que viene volveremos a disfrutar de la Virgen de Valencia en el Varuko y es que es un lujo tener a 200 metros de casa un local como éste.

¡¡Viva el Varuko!!

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