Acudimos a la penúltima jornada de la modalidad metal del Villa de Bilbao, fue el pasado viernes 14 de octubre, con un ligero cambio, los madrileños Strangers (hard rock) se cayeron a última hora y la organización tiró de la recámara, sus sustitutos fueron Black Ocean Witness que acompañaron a Evil Seeds esa noche.
A pesar de ser viernes, la Bilborock no se llenó como se merece y la entrada pasó por los pelos del centenar de personas, los primeros en subirse al escenario fueron Evil Seed con un primer Ep “From the Abyss”, consiguiendo despuntar con sus sonidos clásicos del heavy metal con claras influencias de Judas Priest pisando los terrenos de Megadeth o de los primeros discos de Metallica, piezas fundamentales del trash metal americano.
Concierto de siete temas que sobrepasaron el horario establecido de 30 minutos y que viene establecido en las bases del concurso, cuatro minutos que les pueden pasar factura, encima les pilló tocando una versión como punto y final a su concierto, un detalle que enfureció al staff de la Bilborock, tienen muchas papeletas para ser eliminados y no entrar en la final.
Tras una intro, la banda se sintió cómoda, controlando en todo momento su puesta en escena y la capacidad de su cantante, que trasmite buenas sensaciones y comunicación constante entre el público y la banda, pidiendo en más de una ocasión palmas o que nos acercáramos a las primeras filas, siendo cauto para que primara la música y no alargarse en las presentaciones de los temas.
“Global Pandemic” fue el primero que tocaron, desarrollos fortalecidos y una base rítmica sólida y rápida, con una voz que llega a grandes registros, finalizando con un gran grito al más puro estilo Rod Halford. “Worst Plague Must Die” seguía con las influencias más clásicas de los Iron Maiden, oscureciendo estructuras progresivas de guitarra y tonos con ciertos guiños al trash metal de Slayer.
Colocando uno de sus temas fetiches en el set list, “Perfect Killer”, melodía y agresividad, más falsetes y gritos, también escuchamos “Theory of Fear”, canción trabajada y que nos traslada a todos más oscuros y sólidos, encarrilando una recta final destacable y laboriosa con “Brutalizer”, y la versión de la que hablábamos al principio, “Electric Eye” de los Judas Priest. |
Tras ellos, el tsunami de metal core Black Ocean Witness, que perfectamente les podemos posicionar en la gran final, pero antes tenemos que asistir a la última jornada, pero la verdad es que lo hicieron bastante bien. Esta fue una semana frenética para la banda, días atrás tocaron junto con los ucranianos Jinger en la Sala Edaska de Barakaldo.
Seis temas por delante de su primer disco “Heresy”, al que hacía sonar por todo lo alto en el gran escenario de la Bilborock, salieron a por todas desde el principio, dando calor a “Craction” y “Parting Ways”, la primera agresiva y la segunda melódica, partiendo de sus cambios de ritmo, riffs afilados y secuencias grabadas más un continuo cambio de registros de tonos guturales a bajos.
Canciones donde prima la limpieza de la voz y la base rítmica, tanto del bajo como del batería, arrastrando un sólido sonido para que las guitarras suenen afiladas como hojas de afeitar, haciendo partícipe en uno de los temas al público con ese lema de manos arriba, “Red Tratch”, y fulminando su actuación de la forma más cañera posible con “In Morte”, un tema veloz y contundente.
Consiguieron el aplauso final de la parroquia metalera del lugar, y es que la escena bizkaína está fortalecida con este tipo de bandas. |