Zea Mays, 20 años de humildad, sacrificio y pasión por la música, y ahora vuelven para estar de actualidad con un nuevo trabajo bajo el brazo, "Harro", y lo mejor todo, siguen siendo los mismos cuatro músicos que empezaron allá por el año 1996, Aiora Rentería a la voz, Piti Imaz a la guitarra, Rubén González al bajo y Asier Basabe a la batería, son una banda compacta que se alimenta de amistad, cosa importante en los tiempos que corren.
Octavo disco de la banda del barrio bilbaíno de Rekalde, "Harro", que quiere decir Orgullosos, con quince temas nuevos grabados en los Estudios Tipo Pete de Urduliz por Jose Lastra y su asistente Txufo Wilson, para luego dejarlas en mano del prestigioso productor Dave M. Allen (Depeche Mode, The Sisters of Mercy) en el Studio 7 de Londres, y el punto final lo pusieron e los Metrópolis Group también de Londres para que Andy "Hippy" Baldwin lo remasterizara.
Un disco abierto con un gran colorido de sensaciones y sutiles melodías, una escucha agradable que se abre a un gran abanico de vertientes como el pop o los lazos que van hacia el renovado sonido indie. Empezamos con "Enbata", allí la voz de Aiora te atrapa rápidamente, para encontrarnos luego con otros cortes ricos en matices con bases sintetizadoras y teclados a cargo de Raúl Lomas de Doctor Deseo, también en canciones como "Amiltzen ez den Bat", "Orain", "Sutan", y "Barrutik".
Seguimos volando, ahora a terrenos oscuros al son de "Amiltzen ez Den Bat" que nos lo presentaron como un medio tiempo, también "Ez Dut Sinestu Nahi", donde los estribillos tienen protagonismo con esa carga emocional que tanto nos gusta. Luego nos encontramos con "Orain", que han contado con la colaboración de Santi Balmes de Love of Lesbian cantando en euskera, abriendo caminos calmados y un enfoque que nos guía al final del túnel, todo es posible, eso sí, hay que poner voluntad a las cosas y buscar la solución de los problemas.
"Ahotik" carga en sentimientos amorosos y nos deja un corte abierto a la calma más absoluta en forma de aurora boreal, "Eguzkira Beti" tiene unos riffs que recobran el sentido hacia el rock setentero, melodías vocales de bonitos momentos celestiales, otra de las canciones que afronta los aspectos cotidianos de la vida, eso sí, mirando hacia el positivismo y la alegría.
"Barrutik" tira hacia la bipolaridad existencial, con los momentos malos y buenos de la vida que nos vamos encontrando mientras afrontamos el duro camino de la existencia, luego "Sutan", otro vuelco más a los riffs de guitarra bien marcados por las líneas de bajo, inmediatez directa hacia el estribillo mientras Aiora nos sigue enamorando con su voz, una canción con alma y con corazón.
"Buruarekin Ines" tiene sintetizadores, una mirada frente a frente al o que hace actualmente Muse. "Itzala Utzi" es un recorrido humano del esclavismo negativo de uno mismo, el día a día nos consume y este tema nos lleva a terrenos emocionales, al cambio emocional. "Ezin Pentsatu", nada más escuchar los primeros acordes, nos recuerda mucho a The Police con ese Sting en plena forma, más tarde nos encontramos con "Isiltasuna", terrenos calmados dejándonos a unos Zea Mays como pez en el agua, una exquisitez inigualable. Ya terminando, "Eztarritik Alura" con aires post punk, recobrando el suspiro del directo enérgico, un mensaje de libertad en toda regla, y por último "Zu", una de esas canciones que te llega al alma.
Un disco que late con fuerza, con alma, narrando lazos emocionales que poco a poco uno va perdiendo, pero aquí están Zea Mays, para que los recuperemos inconscientemente.