La verdad es que pocas formas mejores podía haber para comenzar mi agenda de conciertos de este 2017 que acudir al Escenario Santander, para ver en directo a dos de las mejores bandas que hay hoy en día en la vecina Asturias: Desakato y Misiva. Casualidades de la vida este mimo cartel había tenido lugar exactamente dos años antes en Comillas y ahí fue donde conocí a Misiva.
Pese a lo desapacible de la noche, la gente tenía ganas de ver en directo a ambas bandas y es que la gente de Desakato se han ido haciendo un nombre dentro de la escena estatal a bases de grandes canciones y de unos directos impresionantes.
En Cantabria les tenemos un especial cariño y personalmente les he visto superarse desde aquel Karabete Rock en Cartes, donde tocaron sustituyendo a Konsumo Respeto. Desde entonces les hemos visto crecer de manera brutal y no sorprendió que el recinto donde iban a actuar registrase una entrada impresionante y es que costaba ver el final de las cabezas.
Pero no olvidemos que antes de Desakato teníamos a Misiva, una banda que paso a paso está haciéndose un nombre a nivel estatal, aunque por aquí ya son bastante conocidos hasta el punto de haber actuado en el último Rebujas Rock.
Con algo de retraso sobre el horario previsto, comenzaron los de Grau con “Siempre fiel”, temazo que iba incluido en su primer trabajo allá por el 2010 y que es uno de las habituales en su repertorio, y que fue seguida de “Planeta gris” de su segundo disco “La gran mentira”.
Misiva
Sin abandonar este disco, interpretaron “Revolución TV”, para la que pidieron a la gente que se moviese, tras la cual nos llevaron al “Lado oscuro”, canción integrada en su último y tercer disco.
De nuevo regresaron a su anterior obra con “Muros de soledad”, sobre la gran mentira que es la gran ciudad, antes de relajar un poco el ambiente con “Peces inertes”.
No dejaban oírse comentarios halagadores de quienes no conocían a la banda y de apoyo por parte de los que ya los conocíamos y más con temas tan cañeros como “Echas a correr”, que contrastaba con el tema anterior.
Una de las novedades para mí fue la versión que han hecho de un tema de Millencolin, que ellos han bautizado como “Gatos monteses y osos pardos”, tras lo cual y como es habitual en la banda, interpretaron la recta final de su repertorio en asturianu, comenzando con “Xina” de su anterior referencia.
Nos esperaba una gran sorpresa ya que Pepo y Pablo de Desakato subieron a interpretar, como en el último disco, la canción que le da título “Invencibles”, lo que provocó el delirio entre la gente.
La maravillosa “Punk rock”, con Wall of death incluido, nos iba acercando al final de la velada, pero antes llegaba el turno de “Gran mentira”, para acabar su conciertazo con ese temazo que es “Foriatu na mio ciudá”, que ponía el broche a sus 50 minutos de actuación.
Sin duda alguna Misiva son una banda que ya está dando mucho que hablar, pero que seguro que lo hará aún más cuando editen su 4 disco, que teniendo en cuenta la evolución de la banda, va a ser un cañonazo. Esta noche convencieron a todo el mundo.
Pero lo mejor de todo es que, pese a que con ver a Misiva casi se había justificado el pago de la entrada, aún faltaba la banda principal y es que Desakato eran como un regalo de reyes un poco tardíos.
Sin mucha demora entre ambas bandas, los de Llanera salieron como acostumbran a la yugular desde el primer minuto con “Tiempo de cobardes” que abría su repertorio, como lo hacía con su último disco “La teoría del fuego”, del ya pasado 2016.
Con la gente en el bolsillo desde el comienzo y con un Pepo hiperactivo, siguieron la actuación con “Animales hambrientos”, también de su última referencia, para la que pidieron que la gente hiciese un circulo, para recordar con el tema “Contra la pared” aquel “Miseria, sangre y plomo” del 2010, con el que se dieron a conocer en todo el estado.
Igual que la anteriormente citada, “La noche”, de su anterior disco, fue muy bien recibida por la gente, pero aún mejor lo sería “Octubres rotos” de su primer disco y que nunca suele fallar en sus conciertos.
Una nueva mirada a su anterior disco nos llevó a escuchar “Ritual” y “La ira de los hambrientos”, muy bien acogidas, antes de revindicar el rock asturiano con “Barcos en llamas” de su última referencia.
A estas alturas todo el mundo tenía claro que estábamos asistiendo a un concierto memorable con canciones de todos los gustos y épocas como “Sonrisa certera” de aquel “Inercia” del 2012, que fue seguida por la maravillosa “Batalla final”.
Era el momento de suavizar un poco el ambiente y para ello sonó “Tu avalancha” que, igual que en su último disco, fue seguido por “Columnas de humo”, con la que volvieron a la caña.
Para antes de la genial “Héroes”, la banda dividió a la sala a la mitad para un wall of death, subiendo aún más el ambiente en el local santanderino, para seguir con la aclamada “Trompetes de Xericó”.
Desakato
En “Heridas abiertas” contaron con la colaboración de Kiko de los Mala Reputación, que, al igual que Pepo, acabaron siendo llevados en volandas por el público.
Con la banda totalmente volcada y el público entregadísimo, pidieron a la gente hacer un pasillo para que Pepo fuese hasta la mesa de sonido y subido a un cubo de basura diera el inicio a un nuevo wall of death mientras interpretaban “Carta de una paria”.
Éramos conscientes de que el concierto estaba en su recta final pero antes tocaba el turno de “La hoguera” de su último disco, para acabar el concierto con la esperada y aplaudida “Cada vez”.
No hubo que esperar mucho para que la banda volviese a salir para rematar su actuación, empezando con “Cuando salga el sol” que, como no podía ser de otro manera, provocó la locura del personal, llevando a Pablo entre el público, antes de seguir con la maravillosa “Pánico en Frankfurt”.
La hora y media de actuación de los Desakato concluiría con la colaboración de Humberto, cantante de Misiva en “La tormenta”, una de sus canciones más conocidas y que sirvió de punto final, con la banda saludando a los presentes.
No tengo adjetivos para calificar el concierto que dieron Desakato, con una rabia y una entrega difícilmente superables y con un repertorio muy bien compensado, aunque, lógicamente, centrado en sus dos últimos discos. Desakato es el presente del rock estatal y es una de las bandas de las que más se seguirá hablando en los próximos meses.
La verdad que como comienzo de año en cuanto a conciertos no puedo pedir más con unos Misivas que están a punto de estallar y con unos Desakato que simplemente dieron uno de esos conciertos de los que se hablará durante mucho tiempo.