En una noche gris y lluviosa en Cantabria, el concierto de Cronometrobudú y Lunática era un buen plan para los que no nos hacemos los remolones a la hora de ir a los conciertos.
No hacía un año de la visita de los burgaleses a tierras cántabras y había ganas de verlos en una sala; junto a ellos, y haciendo de anfitriones, Lunática, banda que la última vez que los vi fue en formato acústico hace un par de años.
Al llegar a la sala nos encontramos que, al revés de como esperaba, el concierto le comenzaban los de Burgos. Esto facilita que los grupos que vienen de fuera no se encuentren solos, como a veces ha pasado, una vez acaba la actuación del grupo local.
Con relativa puntualidad comenzó su actuación Cronometrobudú, quienes tras una intro y saludar al personal, arrancaron como lo hacen en su último disco, “Esperanto”, con la contundente “El loco en tu gran fiesta”.
La festiva “De cero”, de su anterior “Ama-Gi”, nos metió aún más en el concierto, para introducirnos en “Piel sobre piel”, con ese sonido tecno y con unas líneas muy marcadas de bajo.
Una de las grandes particularidades de la banda es que, sin salirse de su sonido, introducen otras atmosferas musicales, como esos aires orientales en “Vuelve a respirar”, de su disco “Dosceroceroinfinito” del 2009 y que fue muy bien recibida por una sala que ya presentaba una entrada más que importante.
Una nueva vuelta a su actual disco, nos llevó por esa historia de superación que es “Luna (Louna)”, para retornar a su anterior trabajo con “Codo a codo”, dedicado a luchar por lo tuyo y especialmente a la gente del barrio de Gamonal de su ciudad.
También en su anterior disco está “Soy yo, David”, que dedicaron a un chico que, en el acústico que habían dado esa mañana, dijo que utilizaba esa canción como grito de guerra cuando iba a jugar. En esta canción la banda contó con la ayuda del público en el estribillo.
De vuelta a su actual trabajo, siguieron con la contundente “El rey pasmado”, para seguir con la canción que le da título, “Esperanto”, canción que gusto mucho y de hecho fue muy bien coreada.
Si hay una canción especial de la banda para mi es “Quijotes de cristal”, única canción que sonó de “El numero plateado”, aquel disco del 2011, que les puso en boca de todos a nivel estatal y para el que toda la banda, a excepción lógicamente del batería, bajo a tocar entre el público.
El concierto estaba llegando a su recta final, pero antes sonó su adaptación del “Cielito lindo”, que, a falta de la gente de Mago de Oz que colabora en el disco, su bajista se hizo de la segunda voz, dividiendo al público en grupos para ver quien cantaba más alto.
El final con “Nada” se convirtió en una auténtica fiestas y sirvió como colofón a su hora y cuarto de actuación.
Muy buen concierto con una banda que te entretiene y engancha al margen de que conozcas más o menos sus canciones y que nunca falla, gracias a su entrega y a su buen gusto.
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