Grandes noches nos está dejando el Escenario Santander en este 2017, llenos absolutos en una sala que supera con creces las mil personas, situada en una capital de provincia relativamente pequeña donde la música en directo durante muchos años brilló por su ausencia, un trabajo realizado por Delfuego Producciones (actualmente los gestores del ES) que han sabido identificar los gustos de la ciudad y crear, año tras año, una programación envidiable a nivel nacional. ¡Felicidades!!
Días atrás estuvimos en el mismo lugar viendo a Loquillo presentar "Viento del Este" ante más de un millar de personas, y la noche del 13 de mayo les tocaba el turno a Fuel Fandango, que no se quedaron atrás, montando un show que tardaremos años en olvidar, su actuación la tenemos grabada a fuego en nuestra mente, con ese par de cañones situados a ambos lados del escenario, que, en la recta final, lanzaron llamas de fuego como si no hubiera mañana. A continuación, os lo contamos todo, pero antes hablemos de Zebra Maison.
Los conciertos del Escenario Santander tienen muchas cosas buenas, gran capacidad, un sitio cómodo, e incluso en invierno cuando el frío pega, hay calefacción, pero también que cuentan con los grupos locales como bandas invitadas, no siempre porque a veces el grupo grande trae a otra formación, pero la mayoría de las veces vemos sobre las tablas a bandas de la tierruca, y este es el caso de Zebra Maison abriendo para Fuel Fandango.
Son un trío de Santander de indie pop, formado por Nacho Cenjor a la voz y guitarra, Jim Stairs al bajo y Jaime Sardinero a la batería, que bien recordamos haberles visto en directo en el 2012, cuando compartieron cartel con el madrileño Luter en el Black Bird de Santander. Nos sorprendió la cantidad de gente que les estaba viendo, es habitual la falta de apoyo por parte del público hacia los que abren las veladas, pero en este caso no fue así, estuvieron bien apoyados en todo momento.
Empezaron con el mismo tema que abre su homónimo disco, "Ahora Entiendo", un Ep de cinco temas editado el pasado mes de febrero, del cual también aparecieron pistas como "Plutón" o "Café". También "Gatillazo", indicando si alguien se sentía identificado, pues que se jodiese, en tono irónico por parte de su cantante que nos fue describiendo alguno de los temas que iban cantante.
Ganas tenían de tocar en el Escenario Santander y así lo manifestaron antes de tocar "Voy a Enloquecer", un tema bailable con un estribillo ganador, que pararon en la mitad para presentarse en sociedad, y ya terminando con "Dinosaurios" y "Mirando al Mar".
Esta gente tiene su público.
Zebra Maison
Fuel Fandango en Cantabria es tierra conquistada, no era la primera vez que tocaban por aquí, su primero concierto fue en el BNS hace ya unos años como bien manifestaron durante la actuación, es más, pidieron al público que levantasen la mano si les vieron allí, al final fueron tantos que la banda dijo: "imposible, tanta gente no había". Y la última visita es de hace pocos meses, en el Santander Music Festival, donde compartieron cartel con Izal y Love of Lesbian entre otros, allí les descubrimos.
Nuevo lleno en el Escenario Santander, a este ritmo van uno por semana y eso muy poquitas salas del estado lo logran, como bien comentamos al principio de la crónica, su programación es variada y suculenta, no hay quien se resista.
Primero salió Alejandro Acosta, Ale para los amigos, se situó al teclado y sintetizadores en la parte izquierda del escenario mientras un par de focos azules le iluminaban, sonaban los primeros acordes de "El Todo y la Nada" a la par que el resto de compañeros aparecían a escena, Carlos Sosa a la batería, colocada al frente pero a la derecha, y al fondo la última incorporación de la banda, Alberto Rodrigo al bajo, y ya por último Nita, la fantástica y grandiosa Nita.
El pie de micro adornado con rosas, una seña de identidad de Fuel Fandango que mezcla diversos estilos con los ritmos andaluces, un poco de pop, indie y algo de rock, pero sin perder la identidad cordobesa que les ha hecho triunfar por el país. Venían a presentar su último álbum "Aurora" editado el año pasado, con temas como "Burning" o "La Primavera", mezclando el inglés con el castellano, estas últimas partes las más coreadas por el público presente.
Digamos que el concierto seguía un guion perfecto, cada tema tenía su representación visual, en algunos aparecía Nita con un abanico, en otros zapateaba con fuerza en un pequeño tablao situado al fondo del escenario, rematando la faena con su poderío y duende, mostrando afinidad infinita con Ale, acercándose a él constantemente dejándonos unas instantáneas para el recuerdo.
Fuel Fandango
Ale también tuvo su espacio y cierto protagonismo al terminar con "Today", se marcó una sesión durante 5 minutos que nos dejó la cabeza loca, mientras el resto de compañeros se tomaban un respiro, ya que a lo tonto nos encontrábamos en mitad del concierto, se nos había pasado muy rápido, Fuel Fandango es algo más que música, montan un show visual del que no te quieres perder ningún detalle.
Llegó el momento de un clásico, pero no tan clásico, no sé si me entendéis, "Toda la Vida", explosionando a más no poder los corazones de todos los presentes, la temperatura subió rápidamente y eso que hacía un calor de narices, y nadie, absolutamente nadie, estaba quieto, todos bailando al mismo son y es que este tema lo merece. Y para finalizar, "Shiny Soul", con un Ale "heavy" con esa guitarra afilada tipo Metallica.
Salieron del escenario, pero al rato volvieron a aparecer, eso sí, echando al público la bronca porque no dijeron "otra, otra", parece que en Santander no se estila, comentaron, pero eso a la banda no le importó y dieron salida a "Always Searching", poniendo toda la carne en el asador, con esos dos cañones de fuego que situaron a ambos lados del escenario, que calor daban, por cierto, además su efecto visual fue impresionando, lanzando llamaradas en cada parte del estribillo. Y para el final, presentaron al grupo y al resto de staff, terminando la faena con un "Salvaje", apareciendo al ritmo de "otra, otra", esta vez sí.
Fuel Fandango nos dejaron una de las noches del año en el Escenario Santander, gusta a poperos, rockeros e indies, y eso lo dice todo.