El Camargo Joven celebraba su XX aniversario, ahí es nada, con un cartel joven y veterano a partes iguales, con grupos con experiencia y algún que otro mítico como Los Perezosos o The Birras, los locales Mi Pequeña Venganza, Saco Roto y End Bleeding, para rematar la faena con los asturianos Mala Reputación.

Una jornada con mucho calor, el cielo despejado y el astro rey mirándonos a los ojos, imaginaros como pegaba a las cinco de la tarde que es cuando empezaron los grupos a meterse en faena. A grandes rasgos el sonido fue espectacular, todos, absolutamente todos sonaron de lujo, muchos vatios, un gran escenario y un recinto amplio tuvieron la culpa, los horarios respetados, empezó y terminó a su hora, y las luces, envidiables, gracias a ello podéis ver un trabajo fotográfico interesante.

Sobre el público, era previsible que a primera hora no habría mucha gente, además pegaba el sol directamente y no había muchos sitios de sombra, no fue hasta el ecuador del festival cuando la cosa se empezó a animar en serio, con amigos, curiosos y seguidores de la buena música, tener en cuenta que el aparcamiento donde se realizó el festival estaba pegado al Parque de Cros donde estaban situadas las ferias, también había casetas con comida y bebida para amenizar la espera entre grupo y grupo, es decir, el vaivén de peña fue constante.

Se puede decir que el vigésimo aniversario del Camargo Joven, uno de los festivales más veteranos de Cantabria, fue un éxito, nosotros nos alegramos doblemente, tenemos un gran festival en Maliaño con el que nos reencontramos tras varios años de ausencia, antes tiraban mucho de grupos tributo y como sabéis, nosotros apoyamos a las bandas que tocan sus propias canciones. Pero es justo decir que el Camargo Joven, siempre, absolutamente siempre, han apoyado a los grupos de Camargo, para la organización eso es fundamental, primero los de casa y luego ya veremos.

El hecho de abrir un festival a las 17.00 de la tarde, al aire libre, en pleno junio  y bajo un sol de justicia, no es algo que nadie desee, porque es casi seguro que va a verte muy poca gente.

Así fue el arranque del concierto de Mi Pequeña Venganza, con muy poca gente, pero ellos sabían que tenían que darlo todo y así lo hicieron desde el principio con “Disparos”. Tras agradecer a los presentes el estar allí, siguieron con “A la cara”, también perteneciente a su segundo disco y para la cual Toño empezó tocando unas castañuelas.

Se mostraron honrados de comenzar el festival, para tocar “Un paisaje que jamás has visto”, seguida de Arrastrado” única canción que recuperaron de su primer disco con un cierto aire funky y es que han decidido dar un ligero toque a sus canciones antiguas.

Pero no solo se centran en sus anteriores trabajo, sino que están componiendo canciones para un futuro tercer disco  y ahí nos dejaron “Fátima”, a modo de blues y “Sonámbulo”, que me pareció una canción muy lograda.

De nuevo regresaron a su actual disco con “Para no olvidar”, para dejarnos la única versión que hicieron y que fue el “Bri bri bli bli” de Extremoduro, que les quedo bastante guapa.

Encararon la recta final con “Quien me espera” y “Desde abajo”, para agradecer a los técnicos y al ayuntamiento su labora para que el festival saliese adelantes y dejarnos con “Desvía tu mirada”.

Hacía ya un tiempo que no veía a Mi Pequeña Venganza, y pude ver a un trió que supo aprovechar muy bien sus 50 minutos de actuación. Personalmente, me gustaron mucho 

Se habían previsto cambios relativamente amplios, para que los grupos pudieran hacerlo con calma y el público pudiera disfrutar conversando o tomando algo, pero, eso sí, los horarios se cumplían a rajatabla. Los siguientes en salir eran Saco Roto, uno de los grupos de rock más en forma que tenemos en la actualidad y que en poco más de 2 años que llevan en activo no han parado de tocar, editando ya dos discos.

Comenzaron con “Viejo loco”, de su primer disco, para seguir con “Carne de cañón”, de su actual referencia y se les vio desde el principio muy metidos en el concierto. Tras agradecernos la asistencia, siguieron con “Elegancia y distinción”, de su primer disco y que hace tiempo que no se la oía en directo, para seguir con ese temazo que es “Huye”.

Tras dedicar a un amigo que había hecho años esa semana “Un lugar”, siguieron con “Ruido de sables”, de la cual han hecho un video que presentaron en nuestra fiesta de primeros de abril. Tras quejarse del intenso calor ya que, además el sol les daba en la cara, regresaron a su primer disco con “Legítima defensa”, para volver a su disco más actual con ese himno festivo que es “Ganas de guerra”.

Una de las mejores canciones de su último disco y que además fue su primer videoclip  es “No creo en ti”, para seguir con una versión del “Flojos de pantalón” del maestro  Rosendo y en la que contaron con la colaboración de Toño de Mi Pequeña Venganza. Desgraciadamente, su tiempo llegaba a su fin y con ese ya clásico que es “Golpea”, concluyeron sus poco mas de 45 minutos de actuación.

Una vez más, Saco Roto dio un conciertazo como suelen acostumbrar y es que son un grupo que nunca defraudan en directo. De lo mejor que tenemos en Cantabria.

Si había un grupo poco conocido o desconocido en el cartel eran End Bleeding, una formación de Grindcore, a los que yo no había visto en directo, pese a que algunos de sus miembros son ya veteranos en la escena extrema cántabra.

Para algunos puede que estarían fuera de lugar, pero lo cierto es que atrajeron a un grupo de gente que, de otra manera no se hubieran acercado por el festival. Tras arrancar con un tema instrumental y tener algún problema con el bajo durante la segunda canción, nos fueron demostrando que tienen calidad más que de sobra.

Tras comentar que les habían llamado porque son del municipio, siguieron desgranando su repertorio que, pese a no ser muy seguido por una concurrencia habituada a otros estilos, personalmente me gusto mucho, con unas canciones bien ejecutadas y es que, como ya he dicho, donde hay buenos mimbres se hacen buenos cestos.

Conscientes de que no era su público ni el sitio más adecuado para disfrutar su música, concluyeron su actuación tras haber ejecutado 10 canciones en poco menos de media hora. Como habréis visto no he puesto los nombres de las canciones porque ni había listado ni conocía los títulos.

Sin duda me gustaron mucho End Bleeding, aunque creo que es una banda para ver en una sala, con un gente más receptiva y no en a plena luz del día, Si os gusta el Grind echarlos una escucha o id a verlos en directo que tiene buena pinta.

The Birras se resarcieron tras su “curiosa” actuación en el Renedo Rock de semanas atrás, salieron a por todas y la verdad, que se dejaron la piel sobre el escenario realizando una de las mejores actuaciones que les recordamos, y son unas cuantas las veces que les hemos visto en directo.

Es un grupo que lleva a su gente, con The Birras en un festival te aseguras un mínimo de peña viéndoles, y es que son muchos años sobre las tablas y eso se nota, tanto arriba como abajo del escenario. Comenzaron con “Pa Vernos Matao”, iniciando un show fiestero como bien nos tienen acostumbrados, continuaron con “Seguimos Igual” y “Donde Estoy”, hasta llegar a las quince canciones que tenían apuntadas en su set list.

El rock de The Birras es conocido por toda Cantabria, aunque ha salido de nuestras fronteras en varias ocasiones, pero su fuerte es la tierruca, todos los veranos se apuntan a unas cuantas verbenas, y si no las hay, ellos la montan por eso no hay ningún problema.

Ideal para animar la tarde en el Camargo Joven, aunque jóvenes, jóvenes, no son, pero se mueven como su tuvieran 20 años. También escuchamos “Paco”, “Como Siempre”, “Embolillao” o “Trabajo Temporal”, porque sus letras no sólo hablan de fiesta y birras, también se meten contra las injusticias sociales de forma irónica.

Y para terminar, todos a “El Varuko” de Vioño, “Fin de Semana” y “Pin Pon”, fue un concierto rápido en el que nos lo pasamos genial. Una vez al año hay que ver a The Birras, eso lo tengo claro.

Los Perezosos han vuelto a los escenarios y, en sus conciertos, han dejado más que claro por qué han sido y siguen siendo tan queridos y apreciados en la tierruca. Con una actitud maravillosa y con unos nuevos temas debajo del brazo, los incluidos en su último disco “En ese sentido”, que muestran a una banda sólida, potente y que sigue estando en el candelero por méritos propios.

Pasan los años, pero estos cuatro señores siguen mostrando un aplomo y una energía envidiables, son el reflejo palpable de que nada se puede hacer contra el Rock & Roll, cuando se te mete en las venas. Y este grupo se cuela en las entrañas de aquellos que lo ven y se apodera hasta del alma. Es algo inevitable y no se debe luchar contra lo obvio. Es una suerte poder vivir con esa alegría metida en el cuerpo. Y el espectáculo que montan Los Perezosos en directo es como para festejarlo por todo lo alto. Actitud y aptitud se dan la mano, y te llevan a un universo maravilloso en el que no se puede dejar de cantar, bailar y de mover las caderas. Y, sinceramente, a estas alturas de la vida ni puedo ni quiero nada más.

Los cántabros son la combinación perfecta de buena energía y saber hacer, de un grupo sólido pero divertido y ameno; de unos temas que enganchan, algunos más livianos y otros más melancólicos, algunos más alegres y otros más punzantes; y de una música que está muy bien hecha, que suena rotunda y contundente, y que acaba pidiéndote a gritos más escuchas y más directos. Es imposible no enamorarse de Los Perezosos, y se lo han ganado a pulso. Como bien dicen por ahí: Cómo no te voy a querer…

Aquella noche en el Camargo Joven contaron con una excelente afluencia de público, y nos dejaron una buena muestra de sus temas, de los clásicos, y de lo más recientes, aquellos que están incluidos en el nuevo trabajo “En ese sentido”. Así que disfrutamos, como niños con zapatos nuevos, de canciones como “Óxido”, “Mucha medicina”, “Hielo”, “La guitarra y el amplificador”, “Cupido”, “No aguantas más”…

Estoy deseando volver a vivir un directo de los cántabros. Y es que, como bien sabéis, unos están colgados del trabajo, otros del tabaco, y yo estoy colgada de Los Perezosos, y de ese discazo que acaban de sacar. ¡Larga vida!

Y si Los Perezosos me fascinan, Mala Reputación no se quedan para nada atrás en ese sentido. Había momentos en los que no me podía creer el estar viviendo esos dos conciertos seguidos. Pero aquello era verdad, a veces la realidad supera la ficción de manera positiva, y no estaba soñando. Realmente mi espíritu se llenaba de alegría y felicidad, y estaba disfrutando muchísimo con ese broche final del XX Festival Camargo Joven de Maliaño.

Era la primera vez que experimentaba en vivo las canciones incluidas en “El arte de la guerra”. Este es un disco tan sorprendente y vital como imprescindible y necesario. Me parece que Mala Reputación se va superando con el paso de los años y de los discos. Y van experimentado y explorando diferentes formas de hacer las cosas, incluso mostrando aspectos de su esencia personal que hasta ahora no conocíamos, y que reflejan de otra manera.

Desde luego, lo que no se puede negar, es que su música ha evolucionado muchísimo, como todos con el paso de los años (menos mal). Y lo mejor es que lo que permanece inalterable es su capacidad de emocionar, de contar vivencias que a todos nos han pasado en mayor o menor medida, y de crear discos sorprendentes en un primer momento, y que tras dos o tres escuchas reflejan una capacidad envidiable.

No en pocas ocasiones he llorado en un concierto de Mala Reputación, y es que temas como “Para que jueguen los gatos”, “Tus palabras” o “Que la tierra…” son una invitación inevitable a remover las entrañas y me destrozan por dentro. Pero, de la misma forma, siento una alegría tremenda cuando puedo escuchar en directo, como en aquel Camargo Joven, himnos como “Benditos juegos” o “Ceremonia”.

La memoria retrocede un poco más cuando nos dejan con “Ansiedad”, “Salgo a buscar”, “Jarabe de palo” o “Cristal”, canciones más añejas y que están entre mis favoritas. Y tampoco podían faltar “10.000 Kms” o “Fuego”, de su anterior trabajo, y tan indispensables como fascinantes.

Por otro lado, “El arte de la guerra” quedó genialmente materializado con “Caliza”, “Efecto-causa”, “Casas de cartón”, “Ríndete” o “Mi pistola azul”.

Vivimos un concierto cargado de variedad en cuanto a discos y sensaciones, y donde Mala Reputación nos presentaron sus nuevos temas sin renunciar a los ya clásicos, todo un acierto, sin duda alguna. Además, les vimos muy a gusto sobre el escenario y mostrando, como siempre, por qué en Cantabria tienen su segunda casa.

Me parece que en esta época tan convulsa que nos toca vivir, el que unas personas se te cuelen en el corazón, es de las cosas más bonitas que te pueden pasar. Así que, como siempre hasta ahora, mi más profundo respeto y admiración ante Mala Reputación, que siempre se presentan con unos trabajos y unos directos muy auténticos.

¡Nos vemos pronto!