Han pasado cuatro años desde que se celebró la primera edición del Beltane Fest en Comillas. Un festival que nació con mucha ilusión, y que estaba condenado a celebrarse en la conocida villa cántabra, cuna del rock durante muchos años. Y que ya acogió en el pasado otros grandes festivals, como el Kaos Rock.

Cuatro años es sinónimo de continuidad, cuando las cosas se hacen bien, todo va miel sobre hojuelas. Además, este año el cartel era impresionante, con dos cabezas visibles como son Riot Propaganda y Soziedad Alkohólika. Con uno de los grupos de Cantabria más conocidos a nivel nacioal, Los Perezosos. Con os que nunca defraudan, Silenciados. Con los muy queridos por estas tierras, Dixebra. Y, por ultimo, la gran apuesta del festival, Zoo.

Aparte, este año había novedades. La primera, los conciertos matutinos y gratuitos en la Fuente Tres Caños con el acústico de Mala Reputación, y el show de Los Pinflois con un viejo conocido al frente, Maxi de Fe de Ratas. Conciertos gratuitos que agradaron a más de uno, una buena iniciativa para los que acudían al festival, para los que residen en Comillas, y para los numerosos veraneantes que hay ya en estas fechas.

Otra de las novedades: La zona de acampada. Algo demandando por el público años atrás, y que por diversas razones nunca cuajó. Pero este año sí, habilitaron el campo de futbol, con su césped y un pequeño bar, para el descanso de los numerosos presentes. No se puede decir que el Beltane se ha estancado, año tras año hace cosas nuevas.

También cambios en el equipo de sonido, más watios, si lo comparamos con el año anterior, pero no sabemos muy bien que pasó, pero el sonido falló en varias ocasiones. A Riot Propaganda apenas se les entendía, y con Silenciados fue un despropósito durante las primeras canciones. Como si el equipo se gripase, no sé si algo tuvo que ver que se fuera la luz en el cambio entre S.A. y Silenciados, cosa que ocurrió por segunda vez en otro de los cambios. Sabemos que sonorizar un pabellón es jodido, los técnicos curraron como jabatos para solventar los problemas, y como se suele decir, estas cosas pasan.

Lo que no tuvo perdón de Dios fueron las luces. No sabíamos si estábamos en un concierto o en un teatro de sombras chinescas. Fue una master class de contraluces, la mayoría de los focos estaban atrás del todo, y al frente sólamente ocho situados en los laterales (cuatro a cada lado). Pero lo “major” de todo es que muchas veces te los encontrabas apagados. Y, sino, azules o rojos sin mezclarlos con el blanco. El resultado lo podéis ver en las fotos, desesperación total. Para los fotógrafos musicales, imaginaros un concierto de S.A. con esos cuatro focos que ponen detrás disparando directamente a nuestros objetivos. Pues así fue todo el festival, en vez los cuatro focos, había más de diez, y de arriba a bajo.

El público correcto y dispar, con Los Perezosos hubo buen ambiente teniendo en cuenta que abrieron el festival. Años atrás los que tienen esa dificil tarea no contaron con muchos apoyos. Luego S.A. y Riot Propaganda petaron el pabellón, no sabría decir cual de los dos grupos llevó más gente, pero ahí no entraba nadie mas. En cambio, con Silenciados la peña huyó como si no hubiera un mañana. Dixebra siempre llevan gente. Y, por ultimo, Zoo esperados por unos cuantos.

Y poco más que decir. Precios populares con un 2x1 durante los primeros momentos del festival. Un baño en el interior y otro en el exterior que generaron largas colas (había más de 1000 personas) sobre todo en los cambios. Y unos horarios que se fueron retrasando según avanzaba la noche, propociados por los problemas con el equipo de sonido, algunos cambios superaron los 45 minutos, pero cuando algo viene torcido...

Tampoco nos queremos olvidar de los puestos, esta vez situados en el exterior junto en una zona de descanso donde uno podía degustar una rica cerveza La Cierva.

El día antes del festival, el viernes, también hubo fiesta gracias a la pinchada de Peon Kurtz en la zona de acampada, una de las novedades de este año junto con la sesión vermut del sábado en la plaza contigua al Ayuntamiento de Comillas, Fuente Trescaños, donde la organización habilitó un par de barras y otra con degustación de cerveza artesana, más un pequeño escenario denominado “Manoverde” que albergó las actuaciones de Mala Reputación y Los Pinflois.

Mañana soledad en el centro de Comillas, localidad invadida por miles de turistas y festivaleros, el pistoletazo de salida a una gran jornada que se prolongaría con los conciertos del Pabellón, es decir, lo fuerte del festival.

Primero vimos a los asturianos Mala Reputación, que aparcaron su distorsión habitual y nos ofrecieron un concierto en acústico, allí estaban los cuatro, armados con sus guitarras, bajo y batería, una forma más sosegada de apreciar la música de esta buena gente. No es la primera vez que los Mala realizan conciertos de este tipo, estos dos últimos años nos han ofrecido unos cuantos sobre todo cuando presentan disco, y Comillas no iba a ser menos, escuchamos por primera vez los nuevos temas de “El Arte de la Guerra”.

Poco más de una hora de presentación y 17 temas que se tocaron con esa magia acústica, ante una plaza abarrotada que arropó a los asturianos cálidamente, canciones que fueron coreadas de principio a fin, y es que la peña tenía ganas de fiesta.

Arrancaron con “Casas de Cartón” y “Para que Jueguen los Gatos”, recibiendo los primeros aplausos de la mañana mientras uno digería el desayuno, continuando con “Tus Palabras” y “Artesanos”, con espíritu emocional donde las palabras iban encendiendo al personal, pasando a dar las gracias a Comillas por llamarles una vez más, recordamos que el año pasado tocaron en eléctrico en el festival.

El viejo tema “Aquella Tarde” apareció a escena, dejando a David, voz y guitarra, solo en el escenario, uniendo dicho tema con “Mucho más Fácil”, encendiendo la llama una vez más para que el resto de compañeros de volvieran a unir y tocar “Aúlla” con esos coros de Michi, bajo. Estaban tan a gusto que ofrecieron al público a unirse a la gira y acompañarles en todos los conciertos.

El emotivo tema “Que la Tierra…” fue unido con “Ceremonia”, colaborando con ellos una chica del público y alargando la canción entonando el “lo lo loooo” tan deseado de sus conciertos, es todo un himno de la banda que en su día sorprendió a propios y extraños. Otro de los himnos que escuchamos fue “Abuelo”, mientras subía la temperatura y el sol iba quemando poco a poco nuestras caras y brazos, a veces, llevar crema de sol no está de más, luego pasa lo que pasa. Este tema fue dedicado a Nando, cantante de Método Vasili, todo un padrazo que lleva apoyando a los Mala desde hace décadas.

Siguieron su línea íntima y emocional dando salida a “Efecto Causa” y “Ríndete”, terminando con “Fuego” y “Benditos Juegos”, ante un aliento sincero y una gran ovación final.

Mañana de asturianos, los siguientes Los Pinflois con su alma festival capaz de resucitar a un muerto, todo, a base de versiones y algún que otro tema propio, eso sí, la prueba de sonido se alargó demasiado y la espera fue interminable, 50 minutos nada más ni nada menos.

Caras conocidas en el grupo, Maxi de Fe de Ratas a la voz y Primi de Dixebra, en un proyecto que nació por casualidad en una fiesta de cumpleaños de un amigo en común, completando la banda con parte de la familia de Dixebra, dejando como resultado conciertos festivos y verbeneros con esencia punk nacional invocando al espíritu de Eskorbuto y alimentándose de la esencia de Evaristo, pero sonando a folk.

Sonidos acústicos, cajón, acordeón, guitarras, bajo y guitarra canaria, muy parecida al ukelele pero con más cuerdas según matizó Maxi. Un concierto con clásicos del rock radikal vasco, arrancando con él “Hay Algo Aquí que va mal” de Kortatu, continuando con “La Locura” de Parabellum generando los primeros bailes en la plaza, luego “Ellos dicen Mierda” de La Polla para seguir con “Clandestino” de Manu Chao.

Su música la denominan “La Punkchanga” y eso es lo que hicieron mientras el sol brillaba sobre nuestras cabezas, no paramos de bailar ni un segundo mientras la barra funcionaba a las mil maravillas. Continuamos con “Juan Sin Tierra” de Victor Jara, el tema combativo “En un Crimen“ de Eskorbuto y el narcocorrido “El Corrido del Traidor”, y terminando con “Me Cago en el Amor” de Tonino Carotone para rematar la faena con el clásico “Bella Ciao” de Banda Bassoti o “Mierda de Ciudad” de Kortatu”.

Nos dejaron envueltos de sudor y con caras de felicidad de oreja a oreja.

Siempre es una tarea complicada arrancar un festival, pero si hay una banda que tiene tablas para eso y para más son Los Perezosos, grupo con una dilatada trayectoria y que era el representante cántabro del festival.

Como era de esperar, en los primeros minutos éramos muy poco viendo al ahora cuarteto, aunque a medida que fue avanzando la actuación de los de Unquera aquello fue aumentando.

Como ya mucho sabéis, Los Perezosos habían presentado unas semanas antes su nuevo disco “En ese sentido”, del cual fueron dando buena cuenta sobre todo en el tramo inicial, que arrancaron con “Superchería”, seguida de “No aguantas más” y uno de sus temas bandera de su actual disco como es “¿Qué quiere decir normal? “.

Se veía al grupo muy a gusto y muy motivados sobre el escenario, en una actuación que siguieron con “Elle est terrible”, antes de saludar a los presentes y retomar su nuevo disco con “Hielo”, la adaptación del “Che sarà” de Jimmy Fontana, con un Germán luciéndose en el solo de guitara, “Óxido”, con un David muy motivado, y el tema que da título al disco, es decir, “En ese sentido”

Pese a que el sonido era bastante mejorable, la banda estaba haciendo disfrutar a la concurrencia, y más lo harían cuando sonaron los primeros sonidos de “Mucha medicina” y de uno de los clásicos por excelencia de la banda, “Colgado del rock and roll”.

Tras reponer fuerzas, llegó el momento de otro de los temas que no pueden faltar en su repertorio como es “Es mi ciudad”, de nuevo con un Germán sensacional, seguido de “Dile tu”, para afrontar  la recta final con “La guitarra y el amplificador”, uno de los temas más importantes de su último disco y despedirse, como suele ser habitual, con “Cupido”.

Fue una actuación corta, apenas 50 minutos, pero es lo que toca en festivales de este calibre; la banda dio un concierto muy serio y con mucha calidad pese al mal sonido reinante y es que tienen una base rítmica fantástica, Germán es un guitarra de otra categoría y qué decir de Nandín: pocos cantantes habrá tan carismáticos como él.

¡¡Muy grandes Los Perezosos!!

Mientras Peón Kurtz amenizaba la espera pinchando canciones variadas, algo que sería constante durante toda la noche, se produjo el cambio para que subiesen a las tablas uno de los grupos más esperados de esta edición, sino el que más: Soziedad Alkoholika.

Quizás a mucha gente pueda sorprender el que tocasen tan pronto, pero si quieres tener gente en un festival desde el principio tienes que apostar fuerte de entrada y que mejor apuesta que los de Gasteiz. También contaban con un nuevo disco, llamada “Sistema antisocial”, editado unos meses antes y con un par de temas del mismo, “Alienado” y “Causas podridas”, arrancaron su actuación.

Con la pista llena de gente, siguieron con “Política del miedo”, que provocó un enorme pogo entre los presentes, para seguir con “Polvo en los ojos”, que daba título a su disco del 2000, con la gente ya entregada a la banda.

He de reconocer que la banda estaba sonando bastante bien, de hecho fueron los que mejor sonaron para mi gusto, y tras “Niebla de guerra”, saludaron a los asistentes y retomaron su nuevo disco con la canción que lo da título, “Sistema antisocial” y que sería la última que interpretaron de dicho trabajo.

Y a partir de aquí se desato el delirio, ya que empezaron a encadenar clásico tras clásico, empezando con ese temazo que es “Palomas y buitres”, de las que más me gustan de su discografía, para seguir con “No kiero participar”, de hace más de 20 años y que hizo que la gente se entregase al máximo.

Se fueron a sus inicios con “Cienzia asesina”, que provocó que la gente saltase y se empujase, para seguir con ese tema que ojala algún día no esté de actualidad porque se haya acabado esa lacra que es la violencia machista: “Contra la agresión castración”.

 Regresaron a su anterior disco con “Cadenas”, antes de seguir con “Automarginado” de aquel maravilloso disco del 93 llamado “Y ese que tanto habla…” y con el mítico “Ratas”, que da título al trabajo del mismo nombre y que fue muy aclamada entre la gente.

Sin abandonar ese disco del 95, siguieron con “La aventura del saber”, con la gente volviéndose loca, para avanzar hasta el 2003, para protestar contra la ley mordaza y la censura que ellos y otros han sufrido con “Piedra contra tijera”.

Retrocedieron 10 años más para interpretar ese maravilloso “Errare humanum est”, para llegar a los inicios de la banda con “Padre Black & Decker” de su mítica maqueta “Intoxikazión Etílika”. Tras saludar a la gente de todas las comunidades presentes, interpretaron ese temazo que es “Cuando nada vale nada”, ates de llegar a la traca final con “S.H.A.K.T.A.L.E. (Vomitaré en tu cara)”, que provocó el desmadre de los presentes, “Motxalo” y el esperado y aclamado “Nos vimos en Berlín”.

Soziedad Alkoholika dieron un muy buen concierto, muy serios musicalmente y con la gente muy entregada, ya que se veía que había muchas ganas de verlos y, como suele ser habitual en ellos, no defraudaron.  

Una de las cosas que todos temíamos era la desbandada que se podía producir entre el final del concierto de Soziedad Alkoholika y el comienzo del de Riot Propaganda, las dos bandas más esperadas; desgraciadamente así fue.

Tras un cambio muy largo debido a diferentes factores y con mucha gente entrando y saliendo del recinto por el calor agobiante, arrancaron su actuación Silenciados.

Si ya de entrada tu posición en el cartel no jugaba mucho a tu favor y, además, sufres muchos problemas con el sonido, cualquiera se hubiera desmotivado y se hubiera centrado en cumplir el trámite y para casa, pero los riojanos son de otras pasta y fueron a por todas desde el arranque con “La conjura de los necios”, en la que casi no se oía la voz y “A trancas y barrancas”, con una leve mejoría en el sonido.

Recordaron su periodo como Silencio Absoluto con “A las noches les sobran los días” y “Soy un bandido”, donde cada vez se les vio más motivados y metidos en el concierto, recibiendo mucho apoyo desde abajo de los presentes.

Cada vez se fue acercando más gente a las primeras filas, siguiendo su repertorio con “Nunca más”, para volver a su anterior proyecto con “Que te luzca siempre una sonrisa”. A partir de aquí se centraron en su anterior etapa con ese temazo que es “A puñetazos con los abrazos”, para, tras mostrarse encantados y agradecidos por estar aquí, interpretar “Esta es mi historia”, en la que además de hacernos agacharnos, presentaron  a la banda y a la gente que les acompaña.

Ya se habían ganado a los presentes, pero aun lo harían de manera más consistente con temas como “Ayer me vi”, “Oigo campanas” y ese pegadizo “Camisa de once varas”.

Encarando la recta final, quisieron agradecer al Beltane que hubiesen contado con ellos, antes de recuperar un par de canciones de su primer disco como Silenciados, con “A contracorriente” y “Con el humo dibujando calaveras”, para concluir con “Sin parar”, de su anterior etapa como Silencio Absoluto con la que dieron por concluido el concierto.

Conciertazo el que se sacaron de la manga los riojanos que, pese a tener casi todo en contra, tiraron de casta y dejaron claro que muchas veces (o casi siempre) querer es poder. Sin duda, esta noche se ganaron muchos seguidores y consolidaron a muchos otros ya que, pese a los inconvenientes, no perdieron ni la sonrisa ni las ganas en ningún momento.

Y llegaba uno de los momentos más esperados del festival y era la presencia de Riot Propaganda, que nada más anunciar su vuelta fueron reclamados por muchos de los más importantes festivales del estado; y eso es por algo.

Esta unión entre Los Chikos del Maíz y Habeas Corpus y sus letras tan incendiarias como necesarias, se presentaban ante todos nosotros deseosos de oír en directo esas canciones que tanto han gustado en sus discos, el segundo de los cuales, “Agenda oculta”, venían a presentar a Comillas.

Con los presentes lanzando gritos a favor de UPyD, algo ya habitual en sus conciertos, arrancaron, como en su último disco, con esa intro que precede a “Plata o plomo”, donde ya pudimos observar las dificultades que íbamos a tener para entender las letras debido a la acústica del local.

La canción que da nombre a la banda, “Riot Propaganda”, de su primera obra, es toda una declaración de intenciones y sirvió como antesala a la presentación del proyecto y de agradecimiento a los presentes, antes de volver a su actual disco con la canción que le da título, “Agenda oculta”.

Con la gente totalmente entregada, pese al deficiente sonido que nos impedía oír sobre todo la voz de Mars, siguieron con uno de sus temas bandera, “Guerras Púnicas”, presente en su primera obras, antes de hacer un alegato contra la criminalización de la gente como preámbulo de “T.E.R.R.O.R.I.S.M.O.”, también de su primera referencia.

Tras agradecer a la gente que ha seguido los dos proyectos de los que proceden los integrantes de la banda, era el momento de “El peso del tiempo”, de su disco del 2013, para volver a su actual trabajo con “Danzad malditos”, en la que hicieron agacharse a la gente. Llegaba el turno de saludar a los colectivos y sectores que están en lucha por sus derechos, antes de interpretar “Cambiarlo todo”, que fue seguida de “Hasta la victoria siempre”.

La banda estaba haciendo todo lo necesario para sacar dignamente el concierto adelante y el público, pese a todo, estaba disfrutando, como se pudo ver en el pasillo que se formó antes de “La huelga” y en la que uno de los vocalistas acabó volando sobre el público. Se acercaba la recta final del concierto, y, tras presentar a la banda, llego el turno de “Bienvenido al paraíso”, antes de despedirse definitivamente con “Miedo”.

El concierto nos dejo una doble sensación: de un lado, la alegría de haber constatado de lo que son capaces estos chicos en directo, pero, por otro, la pena de no haberlo disfrutado en plenitud y es que las características vocales de su música hace que un pabellón quizás no sea el mejor sitio para disfrutarlo al 100%.

Como nota curiosa, comentaron que hace 2 años, cuando en este mismo festival las dos bandas que integran Riot Propaganda tocaron juntos, sentaron las bases de esta vuelta a las actividad, algo de lo que, sin duda, tienen que estar orgullosos organizadores del Beltane.

Las horas del festival iban pasando rápidamente y así a lo tonto encarábamos la recta final con el espíritu combativo de los asturianos Dixebra, ante el cansancio acumulado de los presentes ya que S.A. y Riot Propaganda nos habían dejado tocados.

Dixebra, con más de 30 años luchando por Asturias, canciones con compromiso social que denuncian injusticias del día a día, la verdad, que muy pocas veces hemos coincidido con ellos, si no recuerdo mal en algún Derrame Rock y Baitu Rock, pero siempre les hemos visto fuertes y apoyando su lengua natal con una actitud y actividad impresionante.

Concierto reivindicativo con reflote de sonidos que más más allá del rock, punk, reggae, ska o rap, generando pogos y bailes con esa universalidad de temas bajo una declaración constante de solidaridad y resistencia para que los derechos de libertad sigan vigentes día a día.

Rápidamente se metieron en faena con “Asturalia”, donde el rap-metal hervía rápidamente, o “Rompi’l Ritual”, aupando su actuación a lo más alto, pasando a poner en bandeja “Don Vito” o “Non Llores”, con esos estribillos que tanto nos gustan, llenando de movimientos las primeras filas. Mientras los discursos políticos iban narrándose a cargo de su cantante, citando la independencia del 93 o sobre la resistencia obrera.

La sesión de vientos tuvo cierto protagonismo, sobre todo en los tonos ska que tanto incitaban al personal, “Caballu al Verde”, “Tia Nemesia” o “Dies de Comedia”, sin que la actuación bajase de intensidad en ningún momento, con esos cantes tradicionales que pasarán a la historia, alimentados por la gaita de su tierra.

En uno de los temas, entró a colaborar Maxi de Fe de Ratas, entonando el reggae music, y ya para terminar, “Sigue’l Tren” o “Canciu d’ Amor” junto con “Caiteru” donde presentaron a la banda y “Esto Ye Asturies”, canalizando toda su potencia sobre el escenario.

Cerrando el festival por todo lo alto, una banda de actualidad, que sube como la espuma, los valencianos Zoo, que a estas horas de la madrugada se entregaron completamente con esos sonidos eléctricos mezclados con el rap, trombón, guitarras, samplers y ritmos festivos, adueñándose de los textos más líricos y reivindicativos fusilándolos por su cantante Pantxo.

Primera visita a Cantabria para presentar los temas de su nuevo disco “Reval”, sin olvidarse de su trabajo debut, “Tempestes Vienen del Sud”. Encendiendo la mecha con “Ventiladors” y “Impresentables”, pasando rápidamente a los sonidos electrónicos, dejando claro que su personalidad es alternativa y única, y que pueden cuajar perfectamente dentro de un festival de rock, de punk o alternativo, tipo indie y demás historias.

Alzando a Marcos Ubeda al trombón, llevando el protagonismo a la sesión de vientos, es un tipo que no para quieto ni un segundo, cosa que nos encanta. Mientras tanto, el concierto seguía ardiendo con temas de la talla de “Dilo en Castellano”, una proclamación directa a favor de la libertad de expresión, o “Presoners”, sin ir más lejos.

Además de ir entrando en unos pasajes más líricos con el refuerzo vocal de Arnau en “Xafant Fang”, “Ara Estem Sols” o “Corbelles”, y ya encarrilando el final, donde el cansancio hacia mella en todos, la fiesta continuaba tan ricamente. “La Nostra Bota”, “Vull” o “Estiu” nos dejaron sin aliento, una traca final de su nuevo disco “Raval” que tan enganchados nos tiene. Seguramente se llevaron varios seguidores nuevos, esta ola de bandas valencianas gusta mucho por el norte.

Y así terminó el Beltane Fest, un festival que se tiene que poner las pilas respecto al sonido, pero por lo demás, chapoó. ¡Hasta el año que viene!!