COLABORACIONES
 Crónica
 
Azkena Rock Festival 2017 - Parte II - Sábado
  24/06/2017     
  Jon Rivas     
  MusicSnapper, Rhythm And Photos, Jon R...
  Mendizabala, Vitoria-Gasteiz, Araba
  
www.insonoro.com

La jornada Azkenera del sábado se saldó con un claro ganador, el de todas las quinielas, y un par de tostones infumables. Además, unos cuantos shows memorables y un ambiente con menos gente que la del sábado, pero igualmente divertido. ¿Estuviste allí?

Por el día: Calidad y buen sonido, casi siempre

La jornada empezaba con los nacionales SCR en el escenario “pequeño”, amenizando de buena manera y ante unas cuantas cabezas la apertura de puertas. Sin embargo fue Pat Capozzi quien consiguió reunir a más asistentes minutos después, y todo ello a pesar de haber estado repartiendo rock en la Vírgen Blanca horas atrás. Cumplió las expectativas y al público lo agradeció.

No obstante para mi, el primer gran show del sábado lo dieron Buck & Evans, que facilitaron el deleite de los allí congregados gracias al impecable torrente de voz de su vocalista, y al virtuosismo de su guitarrista principal. Los de Cardiff se mostraron complacientes ante la buena acogida de la audiencia, e incluso intentaron con bastante éxito chapurrear algunas palabras en euskera.

Tras ellos, llegó el turno de los Bloodlights, cuyo punk rock cargado de clase y potencia, no dejaron indiferentes a nadie. Se marcaron un señor concierto lleno de actitud y buenos estribillos, demostrando que están en plena forma. Dejaron alguna que otra perla, casi siempre de manos de su frontman, como cuando aseguraron estar agradecidos de tocar en “el mejor festival de rock de europa” o cuando brindaron con el entregado público, cerveza en mano.

  
Bloodlights. Foto: MusicSnapper
 

Lo siguiente en caer fue un concierto de puro heavy metal: Inglorious salto a escena y arrollaron desde el primer momento, gracias en parte a la potencia vocal de su particular líder. Los agudos extremos se sucedían sin despeinarse, y los toques de humor al presentar la banda fijaron la comunión perfecta entre público y artista: “Somos ingleses, menos esos dos tíos - Señalando al teclista y guitarra respectivamente”. La propuesta de metal tradicional era arriesgada, más si cabe en un festival de corte mucho más rockero por lo general, pero está claro que fue acertada y bien recibida. Para mi uno de los claros triunfadores del sábado.

Las propuestas difíciles, por la tarde.

El momento psicodélico de la jornada lo puso Psychotica, con todos los miembros de la banda de los noventa vistiendo extraños atuendos al estilo Culture club. El sonido quizás fuera de los peores de la tarde, ya que este tipo de propuestas tiene difícil salvación en un festival de estas características por lo complicado de sus sonidos. Personalmente me pareció arriesgado e interesante a partes iguales, pero adivino que no terminaron de calar del todo en las retinas de los parroquianos.

Enfilando ya prácticamente la recta final del día y a la espera de los grandes, Loquillo cumplió una vez más con sus fieles, realizando un concierto correcto en el que cayeron los temas que tenían que sonar, además de algunos cortes más modernos. No fue el mejor show que le hayamos visto, pero pareció dejar un buen sabor de boca.

  
Loquillo. Foto: Rhythm And Photos
 

Con las últimas luces del día saltó a escena la difícil propuesta de Michael Kiwanuka. Completamente fuera de sitio y hora, aburrido y monótono, se hizo pesado como pocos. En una hora tan complicada, el concierto llegó a ser una losa para la mayor parte de los asistentes, que no conectaron con el pausado soul del británico. Al tío hay que reconocerle la finura y profesionalidad, pero en un azkena rock tan entrado ya en materia, unos tíos completamente estáticos y poco efusivos, junto a un set list adecuado para escuchar en día de oficina, no le cuadra.

Tras el, fuimos con dudas hacia el escenario de en frente, para ver qué tenía que ofrecernos la reunión los Union Carbide. Poco que decir de esta infumable actuación, que contó como mucho con veinte o treinta valientes que entendieron su propuesta. Que el vocalista no esté en su mejor estado físico podría haberse pasado por alto, pero fue algo más que eso. Ni sonaron bien, ni recibieron feedback por parte del respetable, haciendo incluso por momentos que el frontman pareciera confundido y cabreado por la nula reacción del público.

  
Michael Kiwanuka. Foto: MusicSnapper
 

Por la noche: Clase, claro triunfador, y algo menos de gente que el viernes.

Chris Isaak era el plato fuerte del sábado, y dio la talla. En la memoria de muchos asistentes el concierto que el americano dio en la pasada edición del ARF 2010, popularmente nombrado como “El mejor concierto de toda la historia del festival”. El listón estaba alto, pero volvió a dejar parte de su magia en Vitoria-Gasteiz, ante más de 17.000 personas (según la organización, ese fue el número, aunque visualmente pareció mucho menor que el viernes).

Los americanos tendrán sus cosas, pero saben como hacer un espectáculo y hacer disfrutar. Al frontman se le notan las tablas (No en vano tras 30 años de carrera musical, tiene en su currículum trabajos como actor y presentador de TV). Por contra, los 61 tacos que el tío cumple este mes, no se ven por ningún sitio. La voz como la de un chaval, y la apariencia física que muchos jóvenes quisiéramos tener.

La banda que ha permanecido 30 años sin rupturas, dió un show de country-rock muy compacto, con momentos para la improvisación o el humor, como cuando Cris presentó a su teclista diciendo que anteriormente tocaba el órgano de una iglesia, hasta que empezó a faltar mucho vino en los oficios. Casi nada.

Cayeron los grandes: Wicked Games, Pretty Woman y muchos más. Pero también hubo momentos de homenaje, como el ring of fire de Jhonny Cash, o algún que otro tema de James Brown.

Cuando el americano bajo para cantar con el público desató la locura entre los seguidores de las primeras filas, especialmente entre las féminas. Y tras algo más de hora y media cerró una actuación llena de clase, rock y complicidad. Sonada ovación que obliga a traerlo de vuelta dentro de pocos años, por estos lares.

  
Chris Isaak. Foto: MusicSnappe
 

El cuerpo ya no daba para más, así que no pude llegar a The Cult, que cerraron el cartel del ARF 2017. Sin embargo me pasé brevemente por el escenario en el que habitaban Wyoming y los Insolventes, para comprobar que su propuesta contó en la noche de ayer sábado, con muchos seguidores. Sonaban bien, y la gente parecía pasarlo bien a pesar del cansancio acumulado.

El año que viene, más, y mejor.

EN RESUMEN: Chris Isaak, Ingorius, Bloodlights y Buck & Evans. Por ese orden. Lo demás, para mí, de sobra.

  
Ambiente. Foto: Jon Rivas
  
 
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Bloodlights - Loquillo - Michael Kiwanuka - Chris Isaak - Ambiente
 
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