Tenía varias dudas ese día sobre a cuál de los muchos eventos acudir, dudas que se disiparon al tener a unos pocos metros un concierto de dos bandas a los que no había visto nunca, lo que me provocaba cierta curiosidad. Todo ello acompañado por una barbacoa previa con la que nos deleitó la gente del Varuko.

Al llegar al local, vi que aquello iba para largo y que, aunque la barbacoa estaba anunciada para las 20.00, los conciertos no empezarían antes de las 22.30. Con la duda de si quedarme allí o dar una vuelta para luego volver, decidí quedarme para poder charlas con parte de los presentes.

Y, con una buena presencia de gente, cerca de las 22.30, comenzaba la gente de Discontinuous Lavanda, músicos veteranos que han estado o están en bandas como Tuomai, Petit Comité, etc., pero que debutaban esta noche, con una propuesta musical distinta. Esto hizo que hubiera mucha gente de otras bandas entre los asistentes, lo cual siempre es algo que gusta ver.

Con los nervios lógicos, arrancaron con “Una historia”, una canción lenta pero con un toque progresivo y una batería contundente, que fue seguida por “Cero y gritar”, algo más cañera gracias a la buena labor de su guitarrista.

Tras presentarse y recordar que era su primer concierto, siguieron con “Ese lugar”, donde se hizo patente que las voces no se oían bien, algo que fue solventado en la más potente “Voluntario”, punto en que el concierto empezó a mejorar ostensiblemente.

Quisieron agradecer a Sonia, su corista, el que se hubiera currado todo en un mes, y ella lo quiso corresponder con una gran labor en “Reencuentro”, donde demostró su gran nivel. Lo suyo es un sonido tranquilo pero intenso, algo que no se suele estilar mucho en nuestras tierras, como pudimos ver  en la aplaudida “En sus manos”.

En “Palabras de…” nos encontramos ante una de las canciones que más me gustaron, con un bonito sonido de guitarra, una contundente batería y un bajo muy marcado, desembocando en un final más cañero.

Como suele ser habitual en cualquier banda que empieza, hicieron une revisión del clásico de Chris Isaak “Wicked game”, que sonó algo más lenta pero con contundencia, antes de, tras agradecer al Varuko y a los presentes nuestra asistencia, despedirse con “Error”, con un gran sonido de guitarra, sobre todo hacia el final del tema.

Y así, tras una hora de actuación, concluía el estreno en directo de esta nueva banda, que esperemos que nos sigan dejando noches como esta,  y estoy seguro que, cuando el rodaje sea mayor y se haya trabajado sobre todo el tema de las voces, que no se oía todo lo bien que debía, nos darán noche aun mejores que ésta.

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Y de una banda que debutaba pasamos a una banda que acaba de sacar su segundo disco hace apenas unas semanas, Royal Podencos, denominado “Broken bones” y que consta de 11 temas, que fueron interpretados en su totalidad, de buen punk rock de garaje.

Allí se presentaba el quinteto, con tres guitarras y con un Varuko que ya estaba en plena ebullición, cuando arrancaron con “Sexuality”, canción que abre el citado disco, para pasar a “A little creep”, para seguir con “A little creep” y “Break us down”, más accesible pero sin alejarse de su sonido.

Tras presentarse y anunciar que tenían el disco a la venta, siguieron con la contundente “Let me shake”, mientras más y más la gente se iba metiendo en el concierto y es que la banda estaba dando una gran actuación.

Sin abandonar su nuevo disco, llegó el turno de la pegadiza “What´s wrong with you”, que fue seguida de “The dog you found”, para, sin perder la intensidad en toda la actuación, continuar con la más relajada “Noone´s giving up in here”.

Volvemos a las guitarras afiladas con “Anything you want”, para seguir con ese sonido setentero característico de la banda en temas como “You got a home” o “On and on”, en la que su cantante toco arrodillado buena parte de la canción.

Pero Royal Podencos tienen un primer disco, llamado “What´s your plan”, de hace 3 años y que se abría con “Waiting for the girls”, que fue la siguiente en sonar, antes de regresar a su nuevo disco con la canción que le cierra, “Tell me why”, para la que uno de sus guitarras se ocupó de las partes de armónica.

Tras volver a su anterior disco con “Revenue ex-con”, se despidieron de todos, pero, ante la insistencia de los presentes, interpretaron una versión de “Don't shake me Lucifer” de Roky Erickson, que, aunque dijeron no tener muy preparada, sonó muy bien.

Y así, tras una hora de actuación, acababa Royal Podencos, una de esas bandas de las que había oído hablar mucho, pero que no había tenido ocasión de prestar la atención que se merecen y que en una hora dieron un concierto intenso, con mucha calidad y sin fisuras, en un ambiente muy familiar.

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Y así acababa la jornada en el Varuko, al menos en lo que a música en directo se refiere, con la satisfacción de haber descubierto a dos bandas, una más veterana y otra que debutaba, y así demostrar otra vez que en Cantabria hay muchas y muy buenas bandas de rock en sus diferentes variantes. Esta noche tuvimos otra prueba más.