Después de las buenas sensaciones del día previo, sin duda alguna la jornada del sábado era una jornada especial, donde el Heavy Metal en sus diferentes variantes era el predominante, salvo la excepción de Tregua, que prácticamente un rock and roll más convencional.
La visita de WarCry a Cantabria 8 años después parecía un fuerte reclamo para los seguidores de estos sonidos, que tanto critican la falta de conciertos de su estilo y luego pasa como esta noche: que no responden. Evidentemente había gente, pero muy por debajo de la jornada anterior, que ya había sido floja, y eso que era jornada de sábado, que parecer que es un día más propicio para acudir a los conciertos.
Una vez ya instalados, y como ya conocíamos el recinto, esperamos el comienzo del festival con la música con que nos iba deleitando DJ Fénix, de El Vuelo del Fénix, en esta jornada con un matiz más metalero.
Ambiente
Aún con poca gente, era el turno comenzar la música en directo con nuestros paisanos de Emboque, que salieron a las tablas con la intro del “Seventh son of a Seventh son” de los Iron Maiden, para arrancar ya definitivamente con “Caminar”, entrando a saco ya desde el principio, con una canción que sonó genial.
Tras saludarnos y dado que no tenían mucho tiempo, siguieron con “Al mismo nivel”, demostrando precisamente, que ellos nivel es lo que tienen y mucho, tras la que nos agradecieron nuestra presencia y dedicaron el concierto a los grupos de Cantabria, para seguir con “Voy a por ti”.
Con el volumen de gente aumentando a pasos agigantados, llegó el turno de “El ojo del huracán”, que quizás pudo sorprender que la tocasen tan pronto por ser una con la que suelen concluir sus actuaciones pero es que tenían un as guardado en la manga y en conciertos tan cortos hay que ir a fuego desde el principio.
El buen rollo que tiene entre ellos se pudo notar en “Revolución” y es que son ya 17 años con la misma formación y se ha establecido un vínculo de amistad no solo en el escenario sino fuera de él que se nos hace cómplices a todos de ello.
Emboque
La recta final del concierto iba llegando, pero aún quedaba por sonar ese temazo que es “Aníbal”, junto “El héroe”, canciones de su último disco hasta la fecha y que fueron aclamadas por todos los presentes.
Y llegó el momento de la despedida, pero antes anunciaron que tienen un nuevo disco que será presentado el 25 de noviembre en la Black Bird de Santander y aprovecharon para dejarnos con un tema nuevo llamado “Estaré”, un tema que gustó mucho y que tras el cual, y pese a la insistencia de los presentes, dieron por concluidos sus 40 minutos de actuación.
No vamos a descubrir a estas alturas a Emboque, al menos en Cantabria, que dieron un conciertazo como acostumbran, y es que son perros viejos ya en esto y saben aprovechar sus oportunidades por grandes o pequeñas que sean. Seguro que esta noche ganaron bastantes seguidores que no los conocían.
Después de la actuación de los cántabros, llegaba el turno de una banda con la que estos están hermanados desde hace ya muchos muchos años: me estoy refiriendo a Barón Rojo, que lo harían en el concierto principal.
Como es costumbre en los últimos años, todo el mundo estaba expectante para ver si Carlos podría interpretar los temas antiguos con garantías y la respuesta siempre es la misma; lógicamente, las canciones que se hicieron para su voz las saca dignamente, pero las que fueron hechos para otros, no lo hace tan bien. Pero no es nada diferentes a los que lleva pasando desde primeros de los 90.
Con las pantallas proyectando imágenes con el logo de la banda, arrancaron con “Cueste lo que cueste”, para el que observamos que cuentan con un nuevo bajista, Javi Rodríguez, y la buena sincronización entre los dos hermanos, como es habitual.
Con un Armando demostrando su gran calidad, llegó el turno de la poco frecuente “Noches de rock and roll”, para luego encargarse de la voz principal en “Chica de la ciudad”, presente en su primer disco, allá por 1981.
La gente se empezó a animar un poco más aun con “Barón rojo”, el tema que da nombre a la banda y que fue recibida con aclamaciones y con la banda ejecutando su baile tan habitual, para unirla a otra mítica como es “Son como hormigas”, que también fue muy coreada.
Tras saludarnos y afinar, llegó el turno de “Caso perdido”, de aquel discazo que fue “En un lugar de la marcha”, de 1985, que también contenía ese gran tema y que tantos recuerdos me trae, que es “Cuerdas de acero”, en la que los hermanos De Castro interactuaron con la gente.
Barón Rojo
Tras interpretar una pieza instrumental en la que demostraron su enorme calidad, llegó uno de los momentos más esperados por los presentes y es ese “Hijos de Caín”, que tan coreado fue por la concurrencia, para, tras un impresionante solo de Armando, dejarnos con “Con Botas Sucias”, con el mismo Armando a la voz.
Con la larga trayectoria que llevan los Barones, es normal que tengan que enlazar canciones para dejar el menor número posible de clásicos, como hicieron enlazando la aclamadísima “Los rockeros van al infierno” con “Los desertores del rock”, “El Presidente” y “Casi me mato”, en la que nos recordaron que estaban celebrando su 37 aniversario, y se presentaron, para dejar momentáneamente las tablas.
Todos sabíamos que alguna más iba a caer, por lo que no extrañó que enseguida estuviesen de vuelta para ejecutar la mítica “Concierto para ellos”, con las pantallas proyectando imágenes de los artistas nombrados en la canción, antes ejecutar la , adaptación, no aceptada por todos, de “El rey del Pinball”, de The Who.
Agradable sorpresa fue el encontrarnos con “Incomunicación”, uno de sus temas más brillantes, antes de ejecutar el más que esperado “Resistiré”, quizás su tema más popular, antes de despedirse de todos con la entrañable “Siempre estás allí”.
Muy buen concierto de Barón Rojo, sobre todo en la parte musical y que, pese a que se excedieron más de 20 minutos sobre el horario fijado, dieron un concierto algo corto para lo que suelen ser sus actuaciones, pero lo suficiente para dejar huella de su impresionante legado.
Sobre el tema de la voz, pues lo dicho, no son grandes cantantes como no lo han sido nunca y no creo que se planteen ahora poner a otro cantante, porque nos guste o no las cosas les van bien así y con la calidad de sus temas pueden suplir las carencias vocales con creces.
Nada más acabar los míticos Barones empezaba la actuación de Tregua, que eran quizás el grupo que menos interés habían despertado entre los presentes, básicamente porque su música se alejaba radicalmente del sonido predominante en esa jornada.
Por tanto, no era de extrañar que mucha gente no se acercase al escenario Radio 3, pero algunos decidimos dejarnos llevar por los sonidos de los gallegos, que arrancaron con “De vez en cuando” y “Amor de contrabando”, dos canciones presentes en su actual tercer disco homónimo y editado este mismo año.
Tras saludarnos y presentarse, retrocedieron en el tiempo para volver a su segundo trabajo, “Luces y sombras” del 2011, e interpretar “Como un gato en un tejado”, demostrando un gran nivel musical y una buena puesta en escena, y es que, pese a que aún no sean muy conocidos por el gran público, llevan ya unos cuantos años dando caña.
Un nuevo paso por su actual disco, que lógicamente fue la base del concierto, nos llevó por “A largo plazo”, que fue seguida de “Descalzo por tus besos”, en la que buscaron interactuar con la gente sin mucho éxito, pero ellos siguieron a lo suyo a base de simpatía, con la que fueron ganándose a la gente.
Tregua
De regreso a su anterior disco, era el turno de “Andar al revés”, en donde, igual que en toda la noche, pudimos apreciar la gran labor de Mario su vocalista y guitarra, pero sin querer desmerecer la gran labor de los otros dos guitarras y de una buena sección rítmica.
Precisamente, pudimos apreciar estos detalles, cuando tras afinar y pedirnos unas palmas, se lanzaron a realizar sendos solos de batería y guitarra, para llevarnos a los orígenes de la banda con “Cara o cruz”, que estaba presente en “Nunca es tarde”, su primera obra del 2009.
Su hora de actuación se iba acabando pero antes quedaba un repaso por su actual y recomendado nuevo disco, con “Un gramo de locura” y “Si tú ya te has ido”, con el que dieron por finalizado su actuación, tirando camisetas a los presente, mientras sonaba “The boy are back in town” de Thin Lizzy de fondo.
A base de ganas, muy buenas canciones y un muy buen directo, Tregua sacaron adelante un concierto ante un público más metalero que el suyo, pero que, al menos una parte, supo reconocer la gran actuación de los gallegos.
Espero poder verlos en poco tiempo y así profundizar un poco más en su trabajo, porque esta noche a mí me gustaron bastante.
Tras los gallegos, DJ Fénix, de El Vuelo del Fénix nos fue deleitando con su música, en el escenario pequeño, mientras muchos iban cogiendo sitio en el escenario principal.
Y llegaba la actuación más esperada de la jornada, la de los asturianos WarCry, que regresaban a Cantabria después de estar mucho tiempo sin actuar en ella, lo que hizo que la demora en empezar, unida a la más de media hora de retraso que se había acumulado, provocará los pitidos entre los presentes, más fruto de las ganas que había de verlos que otra cosa.
Tras proyectarse en las pantallas imágenes de la banda a modo de intro, arrancaron con “Alma de conquistador”, de su disco “Alfa”, muy bien recibida por los presentes, tras la que saludaron y recordaron que hacía tiempo que no venían.
La primera canción de su recién editado “Cuando el silencio se rompió” fue “Rebelde”, para, tras afinar, interpretar la aclamada “Nuevo mundo”, que fue cantada por todos los presentes, igual que ocurriría con la mítica “Contra el viento”.
La banda estaba sensacional, con un escenario coronado por un impresionante telón que ocupaba toda la parte situada detrás de la bateria y los teclados, pero lo más importante eran las canciones y temas como “Resistencia”, de su nuevo disco, eran muy bien recibidas por los asistentes.
Todos los músicos estaban dando una gran actuación y así lo demostró el gran Santi Novoa en “Quiero oírte”, con una fuerte presencia de sus teclados y que fue seguida por otra de las nuevas llamada “Cielo e infierno”, ante de arengar a la gente a que se animara más y lo diese todo con “Ardo por dentro”, con una sensacional actuación de Pablo García a la guitarra.
Tras recordar que venían del Leyendas del Rock y que harían una actuación algo más amplia que la de la noche anterior, siguieron con “Cobarde”, esa canción que condena todo tipo de maltrato, y en la que de nuevo vimos otra nueva lección del maestro Pablo García.
WarCry
Y como si fuera una competición, llegó una nueva demostración de clase de Santi Novoa en “Odio”, otra de las nuevas, y que fue seguida de “Siempre”, ese bello tema de su anterior disco “Inmortal”, seguida de lo no menos impresionante “Devorando el corazón”, con de nuevo una importante presencia de unos teclados tan efectivos como necesarios en las canciones de los asturianos.
Tras un breve solo de guitarra, llegó el momento de ese gran tema que es “Perdido”, una de mis favoritas, para regresar a su nuevo disco con “No te abandonaré”, con esos bellos teclados que acompañan la magnífica voz de Víctor García, en la única pieza lenta que interpretarían.
Tras el vacile entre teclista y guitarra, llegó el turno de otro par de canciones nuevas como fueron “Así soy” y “Muerte o victoria”, reafirmando la consistencia de los nuevos temas, ante de dejarnos con “Un poco de fe”, con otras sensacional demostración de Pablo García.
A partir de aquí, llegaba la traca final, iniciada con “Capitán Lawrence”, ese gran tema sobre la superación y que fue seguido por ese himno que es “Tú mismo”, que fue cantada por toda la pista hasta la extenuación, tras la que se fueron del escenario.
Aunque se hicieron de rogar, regresaron con “El guardián de Troya”, otro de sus temazos que fue muy aclamado, para después sacar una tarta para celebrar el cumpleaños de su bajista, Roberto García, y, tras agradecer al festival el haber contado con ellos y a todos los presentes nuestra asistencia, despedirse con su inmortal “Hoy gano yo”, dando por concluidas 2 horas y cuarto de un concierto totalmente inolvidable.
Tardaron mucho en venir WarCry pero lo hicieron con todos los honores y como lo que son, una de las mejores bandas sino la mejor del Heavy Metal estatal, por consistencia, continuidad y, lo más importante, por canciones.
Todos salimos de allí cansados por lo tarde que era, pero con una sonrisa de oreja a oreja ante la espectacular actuación de estos cinco músicos que siguen fabricando grandes discos y realizando grandes actuaciones, y a los que solo podemos pedir que no tarden tanto en visitarnos.
Y así concluía la segunda jornada del Rock en la Feria y la última en la que estaría, en la que se generó un pequeño retraso debido a que la actuación de Baron Rojo fue más extensa de lo previsto, pero por lo demás todo estuvo genial, salvo la escasa presencia de gente; nos llevamos para casa 3 grandes conciertos y la lección con mayúsculas de WarCry.
Esperemos que las cuentas cuadren y el próximo año tengamos una nueva edición del Rock en la Feria y, sobre todo, que sigan apostando por el rock potente.