Desde hace algunos años la ciudad de Torrelavega ha recuperado, al menos en parte, ese ambiente de rock que solía estar presente en la ciudad durante las fiestas patronales de la capital del Besaya. El evento estrella o al menos el más multitudinario es el Rock en la Feria, que se desarrolla en los exteriores del recinto de La Lechera, durante el primer fin de semana de las mencionadas fiestas. Por aquí ya han desfilado artistas como Rulo y La Contrabanda, Los Suaves, Kutxi Romero, etc.
En su tercera edición, el Rock en la Feria llevó a cabo unas serie de modificaciones a fin de mejorar y seguir creciendo como festival; el más significativo, era el contar con dos escenarios para repartir los 4 conciertos por día y así no se acumulasen los excesivos retrasos y las largas esperas que se habían producido en las anteriores ediciones.
La primera jornada, la del viernes, estaba destinada al rock más puramente estatal, ese que en su momento crearon artistas como Leño y del que han salido montones y montones de bandas con diferentes variantes.
Con las prisas habituales de los viernes por el trabajo, me acerqué al recinto y, tras observar un poco la ubicación de los stands, escenarios y fue cogiendo ubicación frente al escenario más pequeño (quizás excesivamente pequeño), para escuchar de fondo la música que iba pinchando DJ Fénix, de El Vuelo del Fénix de Radio 3, cadena que apadrinaba ese escenario.
Dj Fénix
La primera las actuación era la de los sevillanos Gritando en Silencio, que reconozco y sin vergüenza alguna, que esta es una de esas bandas que me tienen enamorado desde que los descubrí con su segundo disco allá por el 2011, y que tenía muchas ganas de verlos en un concierto al aire libre, porque las otras veces que les vi fue en salas.
Lógicamente, contaban con el lastre de tener que abrir un festival, pero estos chicos supieron plantarse ahí, ante unos pocos presentes y arrancar su actuación con “Mírame desnudo”, canción presente en su primer disco “Contratiempo” del 2009.
Con la gente ya animándose, nos saludaron y nos desearon felices fiestas, antes de dejarnos con “Estaré en el bar”, incluido en su actual disco, “La edad de mierda”, y en la que Marcos, su cantante y guitarra, se situó encima de uno de los altavoces que estaban entre el escenario y las vallas, para así acercarse un poco más al público.
Sin dejar su actual disco, dedicaron la sensacional “A las armas” a la gente que pelea por sus derechos, antes de interpretar “Entre tus piernas”, y es que cuando todo va mal siempre hay algo o alguien a lo que aferrarse.
Como ellos mismos dijeron, era el turno de una de las antiguas, y sonó “¿Dónde te has quedado?”, de su segundo disco “Maldito”, con el que muchos los descubrimos, para volver a su primer disco con “A la luz de una sonrisa”, con ese comienzo acústico que tanto nos gusta.
Si hay una canción con la que el público identifica a los Gritando esa canción quizás sea “Vértigo”, ese temazo con el que abrían su segundo trabajo, y tras el cual se despidieron, ya que su tiempo era muy limitado, pero no sin antes dejarnos su “Rock 'n' roll de Barrabás”, ese pegadizo tema que está presente en su más reciente obra y con el que concluyeron sus escasos 45 minutos.
Qué duda cabe que a muchos nos hubiera gustado ver a Gritando en Silencio con un repertorio más amplio, pero al menos consiguieron que el escenario Radio 3 se llenara, consiguiendo mucho apoyo y siendo descubiertos por muchos de los presentes.
Una vez más los sevillanos nos ganaron, no solo con su música, sino también con su actitud y el buen rollo que trasmiten.
Espero verlos muy pronto y con más tiempo para disfrutar de muchas canciones que no pudieron oírse esta tarde noche.
Evidentemente, el artista por el que la mayoría de la gente había acudido esta tarde noche a Torrelavega era El Drogas, artista clave para entender el rock estatal de las tres últimas décadas no solo por su paso por Barricada sino por sus diferentes proyectos y colaboraciones.
Así que fui al escenario principal para, también con total puntualidad, degustar la música del navarro que, tras una intro, subió al escenario una vez lo habían hecho el resto de sus músicos, para empezar con “En la silla eléctrica”. Hay que estar muy seguro de uno mismo y/o del resto de sus temas, para arrancar con una de las canciones más esperadas de tu repertorio.
Sin dejar su larga trayectoria con Barricada, fue el turno de “Barrio conflictivo”, una de mis favoritas de siempre, y de “Sofokao”, con el público entregado ya totalmente, para hacer el primer tema de su etapa en Txarrena con “Así”.
Tras saludar a los presentes y hacer una crítica con sarcasmo de las zonas VIP, llegó otro tema de Txarrena, “Empujo pa' kí”, con el Drogas ayudando a Brigi a tocar la bateria, para volver a su etapa en Barricada con “Que no me silbes”, canción que tanta personalidad la ha imprimido en su etapa en solitario.
Haciendo girar sus bastones como marca de la casa, llegó el turno de “Tentando a la suerte” que fue unida por “Animal caliente”, para que en “Algunas cosas por terminar”, Txus, su guitarrista, nos demostrase su enorme calidad.
Llegaba el momento de una de las imprescindibles, “No sé qué hacer contigo”, para, tras un breve solo de guitarra, tocar la no menos fundamental “Oveja negra”, para la que el cantante decidió prescindir de toda barrera y mezclarse con todo el público mientras cantaba la canción.
El Drogas
Es de sobra conocido que El Drogas no vive solamente de sus proyectos anteriores, sino que ha ido editando trabajos ambiciosos como ese triple disco llamado “Demasiado tonto en la corteza” de hace 4 años, en el que aparecían temas como “En punto muerto” y “Cordones de mimbre”, para el que se ayudó de una guitarra acústica, ambas en su cd dedicada al Alzheimer y que son ya clásicos de su repertorio.
De nuevo vuelta a la banda por la que fue conocido con “La hora del carnaval”, antes de realizar su particular homenaje a Manolo Tena con ese “Frio” de Alarma que le lleva acompañando desde los inicios de Txarrena y que fue seguida por ese himno generacional que es “No hay tregua”: creo que ya está todo dicho sobre esta canción.
Con “Todos mirando”, decidió bajarse a la zona VIP y desde ahí cantar con la gente que estábamos situados al otro lado de las vallas, antes de ejecutar “Peineta y mantilla”, dedicada a quien ya sabe todo el mundo y que es de mis preferidas en su actual proyecto.
Seguíamos avanzando y era el turno de “Victima”, ese temazo que por desgracia parece nunca dejar de estar en vigor, y despedirse, presentando a la banda, con “Azulejo frío”, aunque aún hubo tiempo para que volviesen a interpretar “En blanco y negro”, otro de esos temas conocidos por todos y que nunca faltan en sus directos.
Y así, tras hora y media de concierto, terminaba la actuación del navarro, que una vez más demostró que es un artista que nunca falla en directo, no solo por el carisma que él de por si tiene, sino porque tiene una banda muy consolidada y muy compacta, además de un repertorio donde tiene mucho donde escoger.
Sin duda alguna, traer a El Drogas es garntía de éxito.
Los grandes desconocidos de la noche, al menos para mí, eran Nebraska, una joven banda cántabra a la que aún no había ni escuchado ni visto en directo y que contaban con el hándicap de tener que tocar después de El Drogas, con la posible huida de gente, como, lamentablemente, en parte ocurrió.
Ante la posible fuga, los cántabros hicieron lo que debían: empezar el concierto nada más acabar el artista navarro, para así retener el mayor número posible de personas y lo hicieron con “Fuera de combate”, con mucha actitud y muy buena presencia escénica.
Tras la siguiente canción, se presentaron y saludaron a todos los presentes, para seguir con su repertorio, a base de garra y actitud y consiguiendo que la gente se fuera metiendo en el concierto, consiguiendo que poco a poco el escenario Radio 3 tuviera una importante presencia de gente.
Nos comentaron que estaban a punto de grabar un Ep, pero antes nos recordaron que tienen una maqueta de 3 temas, entre los que se encuentran “Vamos a perder el control” y, tras afinar por el contraste de temperatura, “Caída libre”.
Siguieron avanzado con “Dulce veneno” (puede que los títulos no sean exactamente así), tras la que se presentaron los integrantes de la banda, a los que se les veía muy entregados, antes de seguir con “Corazón de Hueso”.
Conscientes de que su tiempo se acababa y de que ésta era una oportunidad, decidieron terminar su concierto con “El verano se acabó”, un tema muy tranquilo, pero pegadizo que alargaron para hacernos cantar con ellos.
Y así, tras 50 minutos, acabó el concierto de Nebraska, una joven banda con muy buenos mimbres y sobre todo mucha actitud, acompañado de un buen puñado de canciones pegadizas y que supieron aprovechar su ocasión.
Estaremos atentos a la carrera de esta banda que parece que nos ofrecerá grandes noches como esta de viernes en Torrelavega.
Para acabar esta jornada, y tras una nueva sesión de DJ Fénix, les tocaba cerrar a Sinkope, una de las grandes bandas que han surgido de la escena estatal en las últimas décadas y que paso a paso se han convertido en una banda en boca de todos.
Tras arrancar con su intro “Me queda la palabra”, comenzaron la actuación con “Tirando de rama”, uno de sus temas más conocidos, para saludarnos y seguir con ese bello tema que es “Romance de la luna gitana y el sol poeta”.
Era el turno de ponerse “Encanutao” y sentirse libres para luego ver lo que pasa “Cuando no te pones falda”, canciones todas que forman parte del repertorio clásico de una banda que ofrecen unos conciertos difícilmente olvidables.
No fuimos “Al socuello de tus pechos de seda”, para buscar después un poco de “Humo de contrabando”. Que gran concierto estaba dando toda la banda y eso que ya llevábamos unas cuantas horas de festival.
Tras interpretar una tonadilla, era el turno de “Llamando a mi bruja”, para realizar una crítica a los criminales que provocan incendios con el tema “De cháchara con la luna”, inspirado en los incendios ocurridos en su tierra extremeña.
Nos presentaron “Parigüelas”, un tema nuevo que tiene muy buena pinta y que es muy pegadizo, y que tuvieron que empezar dos veces, para luego seguir con “Le voy a cobrar a tus labios tus miradas”, que fue muy bien recibida.
Sínkope
No había tregua en su concierto y llegó el turno de “Matar se me olvida”, otro de esos temas con los que se dieron a conocer, para luego dejarnos “A merced de las olas”, un auténtico temazo.
Ya nos avisaron que ellos no hacen eso de irse para luego volver y por eso empalmaron su actuación con “El carro de la vida”, en la que se produjo una pelea y que hizo a Vito parar el concierto hasta que no se solucionase y recriminar a los implicados el que hubieran estropeado esta fiesta. A los conciertos se viene a disfrutar no a hacer el hijoputa.
Con “En tarros de miel”, dieron por concluida su hora y media larga de actuación, no sin antes presentar a toda la banda y despedirse tras algo más de hora y media de actuación.
Sinkope nos dejaron con la sensación de haber vivido una de esas noches memorables, con unas canciones que ya son clásicas del rock estatal y con una banda que tiene una solidez y una calidad indiscutibles, sin olvidar el carisma y la personalidad que imprime Vito.
Si no los conoces, te estás perdiendo parte de la historia del rock estatal.
Y así, nada más acabar la actuación de los Sinkope, terminaba la primera jornada de este Rock en La Feria, con la sensación de haber visto 4 conciertazos y, sobre todo, de que la organización había hecho bien las cosas.
Solo dos cosas malas en esta primera jornada, una, evidentemente, los idiotas que casi arruinan el concierto de Sinkope, y otra la afluencia que fue muy por debajo de lo esperado.