Segunda jornada de la modalidad metal del Villa de Bilbao 2017, correspondiente al viernes 29 de septiembre, con dos nuevas bandas de las diez que siguen luchando por hacerse un hueco en la disputada final del 11 de noviembre donde sólo participarán tres bandas, todas corrosivas y con la ilusión intacta.

Desde Zaragoza llegaban Misanthropy, con una chica al frente a la voz y sonidos de thrash metal, quizás sea una mezcla con el death metal más clásico, y luego los bizkaínos Hex, superbanda formada por músicos inquietos de grupos como Ferozz o Incursed, sonidos oscuros y densos, death y doom primitivo.

Los primeros en subirse a las tablas de la Bilborock, los zaragozanos Misanthropy, que nos recordaron que esta no era su primera visita a Bizkaia, un tiempo atrás visitaron la cercana Sala Edaska de Barakaldo, pero para nosotros, era la primera vez que les veíamos en directo y lógicamente tenemos nuestras primeras impresiones, que fueron totalmente positivas.

Formación que nación en el 2013 tras las cenizas de dos grupos de Zaragoza, Arterial Pressure y Mindreaver. Llegaban a Bilbao con la salida de su primer Ep de seis canciones bajo el nombre de “Prelude To Execution”, casi las tocan todas, pero en su lugar, prefirieron meter un tema nuevo, el tercero de su set list, “Hell Sands”.

Muestra de canciones donde la técnica y los sonidos progresivos están muy presentes, con cambios de ritmo y un contraste de registros que van desde los agresivos hasta los agónicos, haciendo hincapié en sus influencias, Obituary o Decapitated para que os hagáis una idea, más que nada porque sus camisetas les delatan, como el que llevaba el logo de Venom.

Con el corte “Uncrowned” dieron el pistoletazo de salida tras un sampler de tormentas y curdo sonido, con un protagonismo de sus dos guitarristas, pasando a ganar velocidad en “House of Shadows”, más oscura y agónica. Luego escuchamos “Hell Sands”, que empezó con un rasgado de cuerdas de bajo con un contundente sonido aplastante de su batería.

Ya en la mitad, apareció “Visions of Flesh and Blood”, apostando por la velocidad de las seis cuerdas tipo power, y, para terminar, “Deadly Cold” con esa versatilidad en los registros vocales tirando a lo gutural, con algún que otro problema técnico con el Jack de uno de sus guitarristas, y el último de todos, “Execution”, recogiendo buenas vibraciones entre el público, que les despidió con una gran ovación.

Paso a la segunda banda de la noche, Hex, con un mayor apoyo ya que entre el público tenían a bastantes amigos al tratarse de una banda afincada en Bilbao y alrededores. Dieron un vuelco hipnótico a la noche con los seis temas que presentaron, dejando huella con el recuerdo clásico de los primeros discos de Paradise Lost o Celtic Frost.

Abrieron con “The Kingdom Gone”, dejando latente su apuesta por la oscuridad y densidad inmediata, con un personal sonido como en “Worshipping Falsehood”, con un bajista encargado de reforzar y apoyar a su cantante en los coros, luego apareció un sampler bélico con una voz en off mientras su cantante se iba camino de los camerinos, a continuación, empezaron con “Daevangelism” con sonidos agónicos y desoladores, unidos a unos riffs asesinos que acabaron con un grito final de su cantante.

Hubo momento para su vertiente industrial con el tema “The Dark Sunset”, ritmos pausados y repetitivos que volvieron rápidamente al thrash metal con “Apocryphal”, veloz y con cambios de ritmo en la segunda parte del tema, pasajes agónicos y destellos de riffs a lo southern.

Entrando en la recta final, “Anger”, con un nuevo lavado de cara y vuelta a la densidad ambiental, una buena muestra de que tienen un directo atronador, una de nuestras apuestas más fuertes para llegar a la final, pero será difícil.

Veremos las próximas semifinales.