Ya van quedando menos jornadas dentro del Villa de Bilbao, una de ellas fue la del 12 de octubre, en pleno día de la Hispanidad y para muchos, un puente para disfrutar de la vida.

Un cartel formado por el dúo maño rockero de Los Bengala, el rock instrumental del trío gipuzkoano Sofa y la banda de rock stoner de Barcelona, Crocanti, una nueva jornada que recordaremos porque al menos uno de los participantes llegarán a la ansiada final, o eso esperamos, recordad, la final será el 11 de noviembre.

Expectación máxima para ver al dúo formado por Guillermo Sinnerman (voz y guitarra) y Borja Tellez (voz y batería), ya que han visitado Bilbao varias veces, una de ellas fue en el Café Teatro La Nube y otra en una de las pasadas ediciones del Bilbao BBK Live. Concierto de diez temas que valieron para mucho, sobre todo para el público que fue únicamente a verles, el resto, nos llevamos una grata sorpresa con su directo, con un set list rápido de lo mejor del garage rock felino de su discografía.

Aunque no sean los ganadores finales del Villa, seguramente les volveremos a ver por aquí porque realmente agradaron al respetable. Con dos discos editados hasta la fecha, como son “Incluso Festivos” y “Año Selvático”, han sabido exprimir al máximo el primitivo rock de garaje, reinventándose y ser originales, con conciertos altamente salvajes.

Estribillos aptos para cantar en alto, con esos temas pegadizos como “Se a Donde Voy”, que sólo duró minuto y medio y pertenece a su primer disco, o “65 Días”, captando la faceta lírica con psicodelia total, también “El Guateque”, híbrido rock setentero y de pachanga, sin olvidarse de “Jodidamente Loco”, que tiene un videoclip bastante curioso.

Concierto con guitarras distorsionadas y un ritmo loco de batería, estribillos repetitivos y sencillos que explotaron en nuestras narices, canciones apoyadas en coros dejando como resultado final unos temas efectivos y rockeros.

Se lo pusieron difícil a las otras bandas, además fueron un ejemplo de los distintos sonidos y contrastes que nos estamos encontrando en el Villa de este año, al final el rock instrumental no es tan ecléctico y bandas de este pelo como Jardín de la Croix, Toundra o Viva Belgrado, poco a poco tienen cabida en los grandes festivales.

Sofa es un trío gipuzkoano afincado entre Zaratuz y Zumadia, con una música que suena a math rock con constantes cambios de ritmo y melodías que crecen en intensidad.

En total tocaron siete canciones de sus dos únicos trabajos, la maqueta “I” y el larga duración “II”, grabado en los Bonborenea Studios de Tolosa por el gran Karlos Osinaga (Lisabo), discos que los dejaron en el local y no pudieron ponerlos a la venta esa noche tal como manifestaron en el ecuador de su concierto,

Pocas palabras entre canción y canción, alguna de su bajista tanto en euskera al inicio como en castellano entre los bloques de temas, entre ellos “Bitzozkolak” de inicio o “Korroki” con un ritmo progresivo y creciente en riffs para luego volverse oscuros y sólidos con “Agorregi”.

Un concierto que se posicionó en un camino lineal, sin arriesgar lo más mínimo.

Y la última banda de la noche fueron los barceloneses Crocanti, con una gran estampida de público que muchos fueron a ver íntegramente a Los Bengala.

Los de Barcelona están influenciados por Queens Of The Stone Age o Thrice, dejándonos una colección de ocho temas alimentados en un flujo melódico denso, con un sonido de bajo y riffs de guitarra marca de la casa.

Abrieron con “Nova”, algo de rock independiente cercano a New York, tipo Sonic Younth, luego se presentaron entre tema y tema mientras les daba tiempo a afinar los instrumentos.

Recobrando el sentido por los estribillos en “Prey”, bajando revoluciones en “Neddle” y volviendo a su origen stones en “Sun Cars”, haciendo un final del concierto denso y oscuro con “Nightmares” y “Addiction”.