Otro de esos días en que hay mucho y bueno donde escoger en Cantabria, en el tema musical, era este sábado, pero al final me quedé con la primera opción de la que tuve noticia, como suelo hacer habitualmente, que en esta ocasión eran Emboque y BudaSam en el Rock Beer The New.
Con los habituales miedos en cuanto a la asistencia de público, me dirigí a la sala santanderina, confiando en que la presencia de los cántabros Emboque, junto a esa magnífica, aunque poco conocida en estos lares, banda bilbaína, atrajera una buena presencia de gente.
Siempre es agradable encontrarte con gente conocida en estos eventos, aunque siempre me asalta la duda de quién irá a los conciertos cuando los que vamos con asiduidad, ya no acudamos.
BudaSam son una banda formada por músicos con una larga trayectoria aunque como banda funcionan desde hace 6 años, periodo en el que han editado un Ep y dos Lps, facturando un elegante y con clase Hard Rock, contando, además, ahora en sus filas con el cántabro Raúl Serrano al bajo y coros.
Y eso fue lo que nos ofrecieron en su concierto, que comenzó con relativa puntualidad, con una intro de fondo, mientras los miembros de la banda iban saliendo, para arrancar de manera brillante con la genial “Viaje sin final”, presente en su actual disco “Alrededor del sol”, editado este mismo año.
No abandonaron su nuevo trabajo con “Desde los tejados”, un bonito tema que evoca al A.O.R de los 80 pero más potente, para recordarnos que ya habían estado en este local presentando su primer disco, y dejarnos con la preciosa “7 Rosas”, que abre su nueva referencia.
BudaSam
Precisamente siguieron con “Sobre cenizas”, la canción que sirvió de adelanto a su primer disco “Ensuciando el silencio”, editado hace 3 años y donde demostraron su gran calidad técnica.
Tras agradecernos nuestra presencia, nos presentaron “Libre”, que estaba presente en su Ep del 2011 y que dijeron que era la canción más antigua de la banda, tras la que su vocalistas saco una guitarra acústica, algo que haría durante alguna parte más del concierto, para interpretar “Nunca es suficiente”, tema que dedicaron a Bilbao en su anterior trabajo.
De nuevo recuperaron un par de temas de ese gran último trabajo que acaban de editar, como fueron “Cada 6 segundos” y “Gritando en silencio”, que no hicieron más que reafirmar la calidad de los músicos de la banda y la gran presencia escénica de su cantante, un autentico animal de escenario.
Para “Aprender a respirar”, también de su nueva obra, pidieron a la gente que les ayudase a cantar, antes de demostrar la perfecta coordinación que tienen todos los integrantes de la banda con el comienzo de “Cristales rotos”, de su anterior trabajo.
Empezaron a despedirse con “Beso vudú”, que como ellos mismos dijeron, no puede faltar en su repertorio, y que estaba presente en su Ep, para despedirse de todos los presentes con “Sin tu aliento”, perteneciente a su primer disco, y que sirvió para presentar a los miembros de las banda, antes de dar por finiquitada su hora de actuación.
Sensacional descubrimiento la de estos BudaSam, una banda que si hubiera justicia en esto del Rock, debería estar sonando en las emisoras constantemente, ya que tienen canciones muy buenas, cuentan con unos fantásticos coros, musicalmente son muy buenos y, además, en directo se salen.
Era un concierto especial para Emboque que afrontaba su último concierto en la tierruca antes de la presentación de su inminente nuevo disco, por lo que muchas de las canciones que iban a tocar serían la última vez que las harían en directo.
No hubo casi tiempo para respirar, ya que el cambio fue muy rápido entre grupo y grupo, y cuando nos quisimos dar cuenta, ya estaba sonando “Amia”, la canción que abría su primer disco hace 18 años y que es una de las canciones que más me gustan de siempre de la banda.
Tras saludarnos y agradecernos nuestra presencia, siguieron su actuación con “Al mismo nivel” y “Revolución”, dos de las canciones más representativas de su segundo disco “Déjame entrar”, del año 2001 y que fueron muy bien recibidas.
Siguieron avanzando hacia su tercer disco, “Contra el tiempo” del 2004, con la canción “Caminar”, que dedicaron a la gente que lucha por que el rock siga adelante, para luego comentarnos que en poco más de un mes iban a sacar disco nuevo, el cual se abrirá con “Mis ideas”, la siguiente canción que sonó y que ya había escuchado en el concierto que dieron en Vargas en julio de este año
El anterior disco de la banda fue aquel “A tempo de rock”, de hace dos año, y cuya única canción inédita era “El ganador”, un tema muy pegadizo y que, personalmente, me gusta mucho, tras la que vino la canción con mayúsculas de Emboque, “Aníbal”, tema que no deja de ser uno de los preferidos de los seguidores de la banda, y no es para menos.
Emboque
Como es de bien nacido el ser agradecido, llegó el momento de agradecer a todos los que hicieron posible el concierto, tras la que llegó la siempre entrañable “Se apaga el sol”, presente en su segundo disco y que Raúl dedicó a un amigo fallecido semanas atrás, antes de ejecutar la canción que daba título a su cuarto y último disco entero de canción propias: “Voy a por ti”.
Con el nuevo disco a la vuelta de la esquina, la banda está preparando un video clip para la canción “Estaré”, y en esta jornada grabaron algunas tomas con los presentes, canción muy pegadiza y que os va a gustar seguro, como también lo hace “El héroe”, de su anterior disco, una canción que siempre me trae muchos recuerdos.
Nos regalaron otro tema de su primer disco, “Una voz en mi interior”, que fue prolongada con fragmentos de canciones de Ted Nugent y Deep Purple, con Mario bajando a tocar un rato entre el público, y demostrando gran nivel técnico que poseen: solo por eso ya merece la pena venir al concierto.
Lamentablemente, su hora y veinte de actuación fue tocando a su fin, pero hubo tiempo para que sonase “El ojo del huracán”, con el que concluyeron definitivamente su directo.
A estas alturas no es un secreto mi admiración por los de Hinojedo, pero es que, objetivamente, Emboque son una banda que deberían ser muchísimo más reconocidos en todo el estado.
Y así, tras más de dos horas de buena música y muy buen ambiente, me fui del Rock Beer The New, donde, una vez más, lo único que fallo fue la escasa presencia de gente, porque, por lo demás, fue una jornada inolvidable.