La ferocidad y concentración son sinónimo del grupo revelación de este 2017: Con todos ustedes; KITAI.
La banda del momento, baluarte del Rock puro, mantienen el orgullo de haberse paseado por los festivales más importantes y dispares del estado (Desde Sonoroma al Resurrection Fest.) KITAI vive un momento único con la publicación de “Pirómanos”, su segundo larga duración que presentaban hoy.
En la Joy Eslava la noche la inauguraría Echo, una formación madrileña que cuenta con un par de Ep´s: “Echo” (2015) y “El Sistema” estrenado recientemente. Necesitábamos fuerza y esa relámpago que hiciera detonar todo y Echo lo consiguió desde bien temprano.
Dado que “Fieras”,” Caeré contigo” y “Síndrome” fue un empiece magnánimo para esta combustión.
Gracias a un grunge cañero donde los haya, recordándonos los buenos momentos de Dover , tirando de épica rocanrolera con temas como “Entre ceniza”, “Avatar”, “Soldados”, terminando en con un impresionante Groove en llamas con “Tu sistema” y “Terminal” .
Echo
Impresionado por la ignición de Echo, se prepara el plato fuerte de la noche. El rojo predomina, el calor aumenta, Alexander, Fab, Edu y Deiv, estratégicamente colocados, cual soldados en una batalla, engalanados con pasamontañas rojos se disponen a la combustión. Suena “H2O” y hasta el final la deflagración fue inmensa. Ardimos al son de “Fuego en la radio”, embistiendo con fuerza desmedida contra “El enemigo”, pasamos raudos por el “Sur”, nos impregnamos con los ritmos contagiosos de “Riviera maya”.
Guiños a bandas referentes como Red Hot Chilli Peapers y sorpresa con la incursión en el escenario del autodeterminado 5º miembro de KITAI; Juanma Latorre (Vetusta Morla) productor de este flama que lleva por nombre “Pirómanos”. En La segunda parte del concierto toco sudar de lo lindo, recordando antiguos éxitos como “Cadáver exquisito” uniéndolas con los nuevo, y esa genial puesta en escena que se gastan los madrileños, repartiendo mascaras de caballo y lanzando enormes globos rojos en “Nací caballo”.
Kitai
Momentos para encontrar la calma, el fuego se tornaba en ascuas, con temas como “Lejos” o “Kitai”. Los cuales sirvieron para pausar el concierto, para que KITAI de deshiciera en elogios hacia todo aquel que aposto por aquellos chicos de barrio y para anunciar su reciente fichaje por Sony, prometiendo al respetable no olvidar nunca de donde vienen. Dicho lo cual y brindando con cava, se disponen a perpetuar el incendio, se despidieron con “Desierto” y “Superior”, o lo que es lo mismo, el final más sorpréndete de la escena: Su batería (instrumento incluido) a ritmo vertiginoso en volandas del público, un verdadero espectáculo digno de un grupo enorme como son KITAI.
Así se acaba un directo de primera división, una autentica deflagración convertida en espectáculo mayúsculo, el cual no ha hecho más que empezar y tienen pinta de ser eterno como el fuego que desprende.