La canción con que comienza su disco, “Satanás”, fue la siguiente en sonar, un auténtico temazo en donde dejan muestras de los contraste de su música, haciéndonos mover el cuello y metiéndonos definitivamente en el concierto.
Ese sonidos que evocan a los norteamericanos Slayer nos introducen en “Esperpento”, otro gran tema, tras el que se tomaron un leve respiro, mientras la sala se seguía llenando, para avanzar con la “progresiva” “Lascivia” y que fue muy bien recibida por los asistentes.
Sin pausa, siguieron con “El laberinto de la musa verde”, un autentico cañonazo, con muchos matices, pero que tuvo el hándicap de que el sonido, que no estaba siendo bueno, deslució un poco el resultado.
De “Typhareth” ya he dicho en otras ocasiones que es un autentico temazo y que era el nombre de la banda que tuvo hace muchos años su cantante y guitarra Rafa y que nos hizo mover el cuello, antes de que los tres músicos, cuernos en alto, nos introdujesen en la versión del tema de Winter “Siervos de los hombres de la guerra”, con la que concluyeron sus 45 minutos del actuación.
Reconozco que me gusta mucho esta banda y que cada vez que los he visto ha sido mejor que la anterior, pese a que esta vez el sonido no les acompañó, pero eso no impidió no solo que ellos disfrutasen con su música sino que también lo hiciesen los ya muchos seguidores que cuentan por estas tierras.
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Y nada más terminar la actuación de los bilbaínos tuve una llamada inesperada que me hizo tener que dejar el festival, algo que no me gusta hacer, pero que siempre hay circunstancias y circunstancias, por lo que no pude quedarme a ver las actuaciones ni de Totengott, a los que oi empezar, ni de Sekta. Reconozco que me dio rabia tener que marcharme, porque además tenía muchas ganas de ver a ambas bandas, pero otra vez será.
Y así terminó mi brevísima experiencia en este Primitive Noise Fest, que con tanto cariño organizan Isa y Bertón, como todos los eventos que programan a lo largo del año, y que espero hayan quedado tan contentos como para repetir experiencia el próximo año.
¡¡Larga vida al Primitive Noise!! |