18 de mayo, tarde de viernes y propuesta de tres bandas en el gazte de Zorroza: Vomitando Desperdizios, Primeros Auxilioss y Perros kon Asma. En la calle sol, mucho sol. Admito que con tanta luz y calor se me escabulle un poco la melancolía y el existencialismo al que me gusta agarrarme habitualmente. Un poco de energía, joder: menos pensar y más dejarse llevar.

Cae una cerveza, saludos, las bandas prueban sonido, lo de siempre. Tengo buenas expectativas de la noche en cuanto a lo musical se refiere; Vomitando desperdizios y Primeros Auxilioss nunca me han decepcionado, y siento curiosidad por la tercera banda, a la que no he visto pero si oído buenas referencias. Me fijo en que quizá lo único que vaya a enturbiar las cosas sea la presencia de público, que a pesar de la promo de los conciertos, no parece que vaya a ser numerosa.

Tras un rato de espera y en efecto, pocos asistentes, abren Vomitando Desperdizios. Los de Sestao prácticamente acaban de sacar su primer disco, en el que por cierto el vocalista grabado es Endika, que ya no está. En la actual formación quien asume la voz es Iosebita mientras sigue con el bajo, su antigua función antes del cambio en las filas de la banda. El resultado es una banda de punk acelerado y rasgado con toques oi. Cuatro tíos que crean y lanzan mensajes políticos y sociales cañeros y que tienen bien de actitud en las tablas sin necesidad de demasiado aspaviento.

A pesar de la escasa asistencia los tíos le ponen ganas y fuerza, y van sacando adelante un repertorio en el que caen siete de los diez temas del disco, por ejemplo  "Combativos", "Beltza" o "Lucha obrera". Como es habitual en sus bolos cae también la versión  "Zipaio" de Potrotaino y "La dama", que más que versión es un tema de Kriaturas del Nervión, banda anterior a Vomitando desperdizios en la que también tocaba Iosebita (bajo), y que dedican a los amigos caídos prematuramente.

El resto del repertorio lo componen temas nuevos no grabados, como "Parásitos", “Actúa y defiéndete” o "La pistola". Todo cortes en la misma línea, con fuerza y cierto toque de agresividad, consiguiendo que los pocos allí reunidos no bajásemos la guardia en ningún momento. Es difícil esto de ser los primeros en tocar ante tan poca gente. Ya de por sí el público está más cortado por la falta de ambiente, y conseguir caldearlo es tarea complicada. Vomitando desperdizios lo consigue, nos meten en situación y crean un buen precedente para el resto de la noche.

Casi dan las diez cuando suben al escenario los Primeros Auxilioss. La banda, que cuenta con tres LPs, (el último sacado el año pasado, "Si vas a la moda mereces la muerte") hace un punk sucio y garajero, rápido y contundente, de voces rotas. En cuanto a mensaje, se caracterizan por ser ácidos y crudos, vamos, que se empeñan a fondo en ser lo menos políticamente correctos que puedan. La vida es dura, para qué suavizar.

Directos al grano sus canciones y ellos también, que sin perder el tiempo en palabras y empleándolo en derrochar actitud (de eso, los tres, van sobradísimos) empiezan a repasar sus temas. El repertorio se extiende durante sólo cuarenta minutos, lo que implica una buena concentración de canciones dada la corta duración de la mayoría. Caen grandes temas del primer y segundo disco como "Todo lo malo reluce", "Primeros auxilioss", "No pasa nada" o "Me aburro". La actitud de ellos va muy en la línea de los mensajes que lanzan: una mezcla de rabia y pasotismo, algo que deriva en una irreverencia no buscada, pero joder, muy bien lograda, con esa naturalidad de las cosas que son, sencillamente, porque no podían ser de otra manera.

Sin parar de moverse (son puro nervio), tocan también cortes de los primeros EPs, por ejemplo "Puta, mierda, vida askerosa", "Municipal" y "Deja de pensar en ello". Y por supuesto, la habitual "California" (versionada también por The Dictators o Ramones como "California sun") vuelve a formar parte de su setlist. Cierran la acelerada y eficaz actuación con otra versión, "Ratas en Bizkaia" de Eskorbuto, contando con la colaboración de Riki, voz de Perros kon Asma. 

Los últimos en salir son Perros kon Asma, grupo de Arrigorriaga con un disco en su haber de nombre homónimo y grabación de un segundo trabajo en proceso. Son cinco en las tablas, dos guitarras, bajo, batera y cantante solista. Abren con "Revienta R'N'R", tema del primer álbum y declaración de principios de juventud y rock "en tus venas". Continúan con "Lucharemos", canción nueva de temática más social y combativa, y tras ambos cortes me queda claro que esta banda tiene un estilo particular. Se aleja del punk clásico en cuanto a la rapidez y suciedad empleando sonidos más melódicos que incluso a veces pueden tener algún tinte de grunge, o skate punk. Musicalmente son bastante abiertos, y en cuanto a mensaje, eclecticismo: van desde la crítica y el espíritu antitodo de "Esta sociedad" hasta la decadencia vitalista de "Doctor sueño".

Siguen cayendo temas mientras Riki, cantante, no deja de moverse por el escenario provocando a los presentes con gestos enérgicos y en ocasiones hasta teatrales, sustentado por el resto del grupo que hace lo suyo desde una perspectiva más estática. El conjunto me sorprende para bien, y me quedo con alguna joyita como "Mil historias", no sólo por el mensaje (una suerte de homenaje a los buenos momentos que nos da el rock y a la filosofía del "aquí y ahora"), también porque creo que tiene ese gancho que hace que se ancle en la memoria tras haberla escuchado. Además de los temas del disco y los nuevos sin grabar, hay tiempo para versiones, en este caso rescatan "Los chicos ya no quieren llorar" de Radiocrimen, "Verano del 86" de Putakaska y su colección de recuerdos ochenteros, como el mítico parque "Los Hermanos", y al igual que Primeros Auxilioss, cierran con una versión de Eskorbuto, en este caso "Historia triste", tras cincuenta minutos de actuación.

Y ahí termina también la noche. Tres bandas con algo en común: una  personalidad muy marcada (cada una con su sello) y actitud gente, mucha actitud a pesar de la escasez de público. Lástima. Y algo de rabia también comprobar que solo se barre para casa mientras se predica sobre solidaridad y apoyo. O support, que está más de moda.

Salimos y la brillante luz de sol se ha convertido en noche cerrada. Parece que el optimismo empieza a pegar bajón ante un inminente e inevitable regreso a casa (una madruga). "Pues nada", pienso, "puta vida".