Por tercer año consecutivo acudimos a este magnífico festival, que habiendo empezado humildemente en 2016, ha acabado trayendo este año a dos inmensos grupos como son Epica y Sonata Arctica. En esta edición contarían con 18 bandas, tanto nacionales como internacionales para actuar entre el viernes y sábado.

Este año, además, el festival contaba con un pequeño escenario gratuito llamado: “Cueva del Jazz & Lijabarda” junto al recinto, dónde harían actuaciones durante ambos días para disfrutar de más música para todos los gustos mientras comes o descansas en el área de las Food Trucks.

Hay que hacer mención a un acierto de éste año, y es que al fin pudieron ser habilitadas las gradas, tanto para descansar como para tener otra perspectiva de los conciertos.

Los power-metaleros Third Dim3nsion serían los encargados de abrir los conciertos del primer día. Con un calor abrasador y con unas pocas decenas de personas comenzaron los arancetanos alternando entre sus dos álbumes: “Where the dragon lies” (2014) y “Conspiracy Theory” (2016),  tocando así temas como: “Insane”, “Sacrifice”, “Tree of life” y una potente “Right of light”. Poco a poco iba llegando más gente, y su cantante Miguel Ángel Monzón agradeció a los más madrugadores por aguantar el fuerte sol que pegaba.

En todo momento, con una voz y sonidos que nos recuerdan a Stratovarius, supieron mantenernos animados. Cabe destacar a su teclista Elena Alonso (la cual cambió su teclado Roland por uno inalámbrico en una ocasión para venirse delante en el escenario, y a uno de sus guitarras Jorge Torres por no parar quietos y darlo todo durante la actuación. Fueron 45 minutos de un fantástico concierto.

Los siguientes en tocar fueron Débler que presentaban en Zamora su gira llamada “Somnia Tour” y que arrancaron con su épica intro. Éramos más o menos un centenar de personas esparcidas por el recinto escuchando un maravilloso y potente violín a manos de Dani Fuentes y una fantástica guitarra en las habilidosas manos de Alex García. “Renacer del Alma” fue una de las elegidas, y para “El ritual de las llamas” les acompañaba el flautista de Celtian: Diego Palacio. Con su Metal Sinfónico ésta banda hizo saltar al público.

Anunciaron su último disco “Somnia” y agradecieron a la gente el aguantar allí. También tocaron: “Nada nos podrá parar” y “Sentencia final”. Y como llegaban las 16:30h nos quisimos acercar a la zona de Meet&Greet dónde estaban los chicos de Third Dim3nsion, que nos firmaron encantados, aprovechamos para hacernos unas fotos con ellos, y también intercambiar unas palabras. Desde luego son personas agradables, atentas y muy agradecidas a su público.

Nos acercamos a la zona de las Food Trucks para merendar. Una amplia zona y variedad de “furgonetas”, mesas y sillas con sombrillas nos esperaban. Muy cómoda la idea de las pulseras recargables con las que podías pagar todo.

Llegó el turno de Diabulus in Musica, un fuerte grupo nacional que nada tiene que envidiar a las bandas noreuropeas de Metal Sinfónico. Su sonido nos recordaba a Épica. Su hiperactivo teclista Gorka Elso intercambiaba entre sus dos teclados y hacía los guturales mientras llegábamos al doble de público de hacía una hora. Se nos pusieron los pelos de punta al escuchar la voz de su cantante Zuberoa Aznárez junto a la banda y unos fantásticos coros (los cuales era un show verles). La interpretación de “Crimson Gale” fue impresionante. Sin duda fue una imponente actuación, esperamos seguirles la pista.

Dünedain hizo su aparición en escena. Este heavy metal tan característico nos recuerda por la voz de su cantante Carlos Sanz a Tete Novoa (Saratoga), con toques de Manuel Martínez (Medina Azahara). También a Avalanch en su época de Ramon Lage gracias a su segundo cantante Tony. Estaba ansiosa por poder disfrutar de su maravillosa intro llamada “Eon”, pero entiendo que por tener una actuación “corta” no fue posible, en su lugar escogieron “Legado” para abrir la tarde.

Los abulenses escogieron un buen set list para animar al público: “Bola de cristal” (con unas guitarras que me recordaban a Gary Moore), “Vuela”, “Una razón” o la pegadiza y animada “Corazón de invierno” estuvieron fantásticos, y los asistentes quizás fueron de los mas entregados. Ha sido uno de los descubrimientos del año, y sin duda estamos deseando volver a verles en directo.

Nos escapamos para la zona M&G a conocer a los pampilonenses: Diabulus in Musica. Los cuales nos recibieron con una sonrisa y fueron muy agradables. Seguido fueron las firmas de Orphaned Land y nos quedamos para verles y hacernos unas fotos.

Quizás el plato más diferente de la jornada fue A.N.I.M.A.L. con su pesado metal con toques de punk. Los argentinos se presentaron y explicaron las siglas de su nombre: “Acosados nuestros indios murieron al luchar”. Tocaron “Barrrio patrón”, y también “Latinoamérica” y se la dedicaron a todos los asesinos de indígenas en su propio terreno. Los argentinos con solo tres integrantes hicieron temblar todo el recinto. Ésta era su primera parada en España de su gira “TOUR 20 ANIVERSARIO de PODER LATINO”, en la que tienen bastantes citas en nuestro país como; Vigo, Madrid, Córdoba… (entre otras), y que va a dar mucho de qué hablar.

Quizás al ser la banda más diferente, la mayoría del púbico se fue a descansar a la sombra o a comer algo en la zona de las F&T, dónde pudimos disfrutar con la actuación de Innervoice “Hard Rock Cover Band”, la cual estaría tocando a turnos entre las 19h de la tarde hasta altas horas de la madrugada.

Una de las bandas que más sorprendieron en el festival a los asistentes que no los conocían fueron sin lugar a dudas: Orphaned Land, con su oriental metal ganándose rápidamente al público presente con sus ritmos y melodías de origen árabe y sefardí. Llegaron a tierras zamoranas presentando su último álbum “Unsung Prophets & Dead Messiahs”. Comenzaron el concierto interpretando “The Cave”, canción que habla sobre el mito de la caverna de Platón y la ceguera de la sociedad actual. Continuando con su nuevo trabajo tocaron “We do no resist”, donde exponen los problemas actuales de Oriente Medio.

No quisieron dejar fuera su single más reciente “Like Orpheus”, tema en el que colabora Hansi Kürsch (Blind Guardian) y que demostraron que defienden a un gran nivel sin contar con el cantante alemán sobre el escenario. El cantante israelí, Kobi Fahri, ataviado con su chilaba y su aspecto a lo “Jesucristo”, nos animó a los asistentes a seguir con las palmas los diferentes temas que iban sonando con ritmos puramente orientales, e incluso a que saltáramos, y bailáramos a su son. No podía faltar sus canciones insignia como son: “Sapari”, o su tema más reconocido: “All is one”, donde hablan de la tolerancia religiosa entre Islamismo, Cristianismo y Judaísmo. Orphaned Land pasaron por Zamora trayendo nuevas ideas y sin dejar indiferentes a los asistentes al Z Live.

En cuanto acabaron nos acercamos a la zona M&G y es que les tocaba firmar a Epica, evidentemente no quisimos perdérnoslo. Alucinamos con la cola que se formó (y que los organizadores tuvieron que cortar, pues debido a la cantidad de adeptos era imposible que todos fueran atendidos), pero estaba claro, es un grupazo que no se ve todos los días. Los holandeses fueron encantadores con sus fans, atendieron a todos firmándoles y haciéndose fotos con nosotros. En ese momento no era consciente del espectáculo que darían esa misma noche.

Nos plantamos en las 22:30h de la noche con la actuación de Stravaganzza, con un  imponente despliegue de bailarinas y un gran coro. Comenzaron con una intro y solaparon con “Dios” del álbum “Primer Acto”. Todo un espectáculo. Se fue llenando el recinto, tanto la pista como las gradas. A la gente se la veía muy animada con ellos y respondieron muy bien, aunque para muchos no fue el mejor set list que podían haber escogido para el festival.

No faltó el headbanding ni por parte de su cantante Leo Jiménez, ni por el guitarrista Pepe Herrero. Tocaron diversos temas como: “Dolor”, “Pasión" y “Cuestión de Fe” entre otras. Y con la preciosa versión de “Hijo de la luna” llegábamos al final del show, y pese al público que pedía “otra” repetidamente, por límite de tiempo el grupo tuvo que recogerse entre incesables aplausos. La gente aprovechó en ese momento para ir a cenar a la zona de afuera.

Y por fin llegó el turno de los cabezas de cartel del viernes y del festival: Epica. A su hora, sin retrasos (como fue toda la tónica del festival) con su gran puesta en escena, presencia y una deslumbrante Simone Simons a la cabeza de la banda holandesa. Con sus recién cumplidos 15 años de la salida de su primer álbum ( The Phantom Agony) mostraron un show en el que demostraron sus tablas en el escenario, centrándose en sus últimos trabajos y dejando en el tintero grandes temas como son “The Phantom agony”, “Unleash”, “Quietus” o “Never enough”. Comenzaron con la contundente y bien elegida para abrir: “Edge of the blade” que nos hizo saltar y meternos de lleno en la hora y media de espectáculo que teníamos por delante con los holandeses.

Del mismo disco (The Holographic principle) también interpretaron “Ascension- Dream state Armagedon” y “Beyond the Matrix”, con el que tuvieron a todo el público saltando a la par que la banda, y, parece que siendo una canción relativamente nueva (2016) ya es todo un himno para los fans. Durante todo el concierto Epica se mostraron muy compenetrados entre ellos, moviéndose al unísono, bajando al foso para estar cerca de los asistentes... en fin, ofreciendo todo lo que esperábamos.

Coen Janssen, teclista de la banda, nos sorprendió, no sólo con su teclado giratorio, sino que también sacó un teclado curvo al que le sacó bastante partido ya que le permitía moverse por todo el escenario. Los holandeses no se olvidaron de tocar las coreadas “Sancta Terra”, su clásica “Consign to Oblivion” y la más aclamada y esperada por todos, la maravillosa “Cry for the moon”, donde Simone nos mostró de lo que es capaz como mezzosoprano. En conclusión, Epica nos ofreció un concierto digno de un grupo de su talla, que lleva una larga carrera con una amplia discografía.

Tras veinte minutos de retraso comenzó el último concierto de la noche con: José Andrea y los Uróboros. Los veteranos artistas escogieron “Vive” del disco “Resurrección” para abrir su actuación. La verdad que para ser el último grupo de la noche aguantó bastante gente, repartiéndose entre la pista y las gradas. El segundo tema llamado “No contéis con ellos” se le dedicaron a los políticos de éste país. Y su tercer tema elegido fue uno de Mago de Oz: “El que quiera entender que entienda”, fue una buena interpretación pero pierde bastante al no tener todos los instrumentos originales, aún así fue emotivo escucharlo en directo después de habiéndolo oído durante tantos años.

También tocaron “Allá donde estés tú”, “Jesús de Chamberí” y “Réquiem” entre otras. Lo cierto es que no esperamos a que acabasen para recogernos e irnos a dormir, pues habían dado las tres de la mañana y disponíamos de 12 horas para volver al recinto a darlo todo.