La noche de San Juan pedía a nuestro cuerpo una dosis de punk y diversión, por eso acudir a las fiestas de Kabiezes (Santurtzi) para ver en directo a Manifa y a Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band fue la mejor opción. Además, el hecho de que esta mágica noche este año cayese en sábado le dio un plus bastante eufórico a la situación. Así que, a pesar de la diversa oferta musical por la zona allí nos plantamos. No es que lo pasáramos bien, es que lo pasamos mejor.
A las once y media de la noche Manifa salió a romper los cristales de Kabiezes con su "Ruido del Bueno". Y lo hicieron a lo grande, interpretando varios temas de su último disco, como por ejemplo, “Tienes Derecho”, “A Las Mariscadas”, “SuperSkin” y “Cristales Rotos”, y los mezclaron con una recopilación de buenos himnos anteriores, entre los que destacaron “De Punky a Bakaluti”, “Dios Salve Al Viña”, “Las Anfetas De Manuel”, “Pastis y Bakalas” y “Cuidarán De Ti”.
Los conciertos de Manifa son un auténtico show. Y así volvió a ser. Más de una hora explosiva, donde la provocación, el descaro y las reivindicaciones sociales estuvieron permanentemente presentes. No puedes evitar cantar y bailar cada pieza de su repertorio, y te ríes un montón con las ocurrencias de Mena y Marpe en las pausas que hacen entre canciones. El quinteto de Repélega es muy dinámico sobre el escenario y su actitud es inagotable. Su actuación se hizo corta. Por lo que no es de extrañar que cuando se despidieron con “El Gran Circo Del Rock” del público presente se quedase con ganas de más. Cada vez lo hacen mejor los amigos de “Harto” el payaso. |
Y con esas ganas de más recibimos a Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band, que aunque venían de tocar ese mismo día en Zamora, no escatimaron en fuerza y energía. Tras un rato abrieron con "Kondenados" ante una plaza abarrotada y más que dispuesta a pasar un buen rato, y a partir de ese momento todo fueron coros, pogos en primera fila y gente entregada. La realidad es que Josetxu y los suyos, en muy buena forma por cierto, nos tenían ganados de antemano: los grandes himnos que tocaron han sido banda sonora de juventud de varias generaciones y eso siempre es un plus, pero si además se añaden ganas en el escenario el resultado está asegurado.
Con el tono festivo que imperaba en el ambiente y en los propios temas (más que conocidos), la noche fue avanzando entre coros y bailes. No faltaron "Ke le voy a hacer", "Iruña 6 de julio" con su incitante "Gora San Fermín" o "Akatu", entre otras, que se sucedían casi sin tregua. Durante casi la hora y media que duró la actuación el repertorio consistió básicamente en temas de Piperrak, como los ya mencionados y alguno más: "Odio" o "Gora Sartaguda", pero también hubo tiempo para temas propios de la banda, como fue el caso de "Pa' los Txikos", "Dónde está?" y "Destrozando kaminos", todos sacados de la demo lanzada en 2017. Cortes que se diferencian de los anteriores en quizás un ritmo menos melódico, festivo, algo más contundentes, pero igualmente bien recibidos.
El bolo llegaba a su fin. El último tramo, cómo no, cayeron dos de las canciones más esperadas del repertorio: primero "Kualkier día", que se alargó con una pausa para que los protagonistas fuéramos los presentes repitiendo su frase estrella y para cerrar definitivamente "Mi primer amor", muchos homenajeando literalmente con botella en mano, no podía ser de otra manera.
Hasta ahí llegaron los conciertos, que no la noche, aunque eso ya es otra historia que no corresponde contar aquí, pero sí que es verdad que lo que sucedió después estuvo muy marcado por el buen desempeño de ambas bandas. Noche para recordar. |