Por casualidades de la vida, hacia ya casi un año y medio que no me dejaba caer por la Pascana de Santiago de Cartes, básicamente porque, cuando han tenido programados conciertos que me interesaban, ya tenía algún plan de esos ineludibles; para esta vuelta a este acogedor local, volvía a coincidir con Rimshot, banda que ya puede ver en este mismo lugar hace más de dos años y que tan buenas sensaciones me dejaron.

Como es habitual, el concierto tenía lugar en el patio exterior que tiene el local, consiguiendo con ello que la gente estuviese más cómoda, y, además, disfrutar de la buenísima temperatura que hacia esa noche, propia del verano cántabro.

Con  la habitual puntualidad que caracteriza al local, comenzó la actuación de Rimshot, con una pieza instrumental, con la que la banda empezó a demostrar sus habilidades, cuya formación, por cierto, se mantiene inalterable desde que los vi a principios del 2016. Siempre es buena señal que las formaciones estén consolidadas.

Ya con Lara, su vocalista sobre las tablas, comenzaron a interpretar algunas canciones muy conocidas, a unas las puedo poner nombre y otras me suenan pero no llego a saber ni titulo ni artista, estando entre las primeras el “Superstition” de Stevie Wonder o ese “Sunny” de Bobby Hebb, aunque más conocida, al menos por mí, por la versión de Boney M.

Pero la banda no se centra solo en hacer versiones sino que va creando temas propios como es “Never gonna get it up” (el titulo no sé si exactamente ese), un tema con mucha intensidad, en la que reafirmaron la calidad de los cuatros músicos, mención especial a su batería Luis Abril, así como la magnífica voz de Lara Rondo.

Una de las mayores virtudes que tiene la banda a la hora de hacer versiones es que no se ciñe a hacer una copia de la original sino que la pasa por su particular filtro como hicieron con ese “Creep” de Radiohead, al que, respetando la esencia, costaba reconocer.

Otra virtud de la banda es abarcar diferentes estilo de música y pasar de un tema funk a uno reggae, como el “Master Blaster (Jammin')” de Stevie Wonder, sin que desentone, y demostrando la versatilidad tanto de sus músicos como de su vocalista, que saben adaptarse a cualquier estilo dentro de sus preferencias.

La primera parte de la actuación se fue terminando con “Englishman in New York” de Sting, también llevada a su terreno y con un gran lucimiento de sus músicos, para bajar un poco la intensidad con ese gran tema llamado “Just friends” de Amy Winehouse y cerrar esta primera hora de actuación con otro canción propia llamada “Let to me” o algo parecido y que también me pareció un gran tema, tocado además con mucha clase.

Tras un breve descanso, retomaron la segunda hora de actuación, primer saludándonos a todos y agradeciendo que hubiésemos permanecido a la espera, y luego buscando nuestra complicidad para que cantásemos el estribillo del siguiente tema.

Tras algún pieza más guitarrera, llegó el turno de otro tema propio llamado “Indian summer”, una canción que combina la dulzura con la intensidad, dentro de su estilo, y es que los temas propios que tienen no desdicen para nada con los temas que versionan.

Nos recordaron que podíamos seguir la actividad de la banda en su facebook, única forma de contactar y conocer de ellos, antes de que llegase la colaboración del joven Millán, que ya me deleitó la anterior vez que le vi y que, lógicamente, ahora ha mejorado un montón, siendo su primera colaboración el “Voodoo Woman” de Koko Taylor; la verdad es que da envidia ver el nivelazo que tiene el chaval.

Temporalmente sin Millán, siguieron haciendo una versión muy movida del “Blues hand me down” de Vintage Trouble, antes de que regresase hasta el final el joven guitarrista, para hacer una versión del “Purple haze” de Jimmy Hendrix, sintiéndose muy cómodo interpretando a tan excepcional guitarrista.

En la siguiente canción, “Sweet home Chicago” de Robert Johnson, pudimos ver un gran duelo entre ambos guitarristas, antes de que se despidieran con “Hard to Handle” de  Otis Redding y popularizado más recientemente por The Black Crowes, y que sirvió para presentar a los miembros de la banda, aunque, a petición de los presentes, tocarían una canción más, finiquitando más de dos horas de concierto.

Pese a que la duración pudiera asustar a la gente, para los que estuvimos allí presente la verdad es que se nos pasó en un suspiro, gracias a la calidad y variedad de los temas que ejecutaron que hicieron que la velada fuese muy amena y que la banda, pese al calor que decían tener, dieran una gran actuación. La verdad es que son unos músicos excepcionales y su vocalista tiene una voz increíble.

Y así, marche de un Pascana que contó con una buena presencia de público, lógicamente variado y de diferentes edades, mezclándose parroquianos del local, amigos y familiares y gente que había venido a escuchar música en directo; unos estaban más pendientes del concierto y otros menos, pero todos disfrutaron de la actuación y dieron color a la noche de Santiago de Cartes.

www.facebook.com/RIMSHOTSANTANDER