A Sevilla un sábado de Junio llegaría Fito y su banda después de recorrer gran parte del panorama nacional en su gira “20 Años y 20 Ciudades” para tocar en un lugar privilegiado, donde hace poco pasaron bandas como Iron Maiden y AC/DC, nada más y nada menos que el estadio olímpico de la Cartuja, que aunque estaría acotado y no tendría su aforo en su totalidad máxima, unas 17.000 personas se congregaron para ver el concierto, lo que podemos considerar que fue todo un éxito.
Teníamos anunciada a las 20:15H la apertura de puertas y pudimos observar como había grandes colas creadas para acceder al recinto y poder estar en las primeras filas del escenario, gente de todas las edades y familias enteras; y es que la realidad es que Fito hoy día no es sólo un fenómeno Rock como pudo ser en su día con Platero o sus primeros años en solitario, su estilo gusta a un abanico de gente mucho más amplio.
Con puntualidad a las 21:00H salió Muchachito al escenario, quien sería el encargado de abrir el concierto, como ha estado haciendo durante toda la gira. En esta ocasión no iría acompañado de su banda como suele ir en sus giras, sino en formato solitario, auténtico hombre orquesta; Sentado en una batería a medida que parecía un coche con sus faros y enfundado en su guitarra. Poco más de 1 hora de concierto, donde pudimos escuchar algunos de sus temas más celebres como “Será mejor”, “Carreta Sideral” y el coreado “Ojalá no te hubiera conocido nunca” que dejó para el final y sirvió como cierre al show. A última hora del concierto empezó a entrar más gente, pensando también en coger buen sitio para ver a Fito, y es que la impresión que saqué es que a pesar de que nadie puede negar que Muchachito sabe montar un buen espectáculo, y además el solo, quizás no fuera el telonero más a gusto de todo el público, que hubieran deseado algo más con tintes rockeros.
Muchachito
Tras aproximadamente 45minutos de espera, y tal y como estaba anunciado, a las 23:00H sonaría a modo intro “Ecstasy of Gold” de Ennio Morricone, y eso en el “argot heavy” significa que salen los 4 jinetes californianos, pero no, en esta ocasión se proyectaría un video en las pantallas, para dar anuncio al comienzo del concierto de Fito & Fitipaldis. Con su formación habitual subieron al escenario, Fito con su guitarra al micro principal, Carlos Raya a la guitarra solista, Javier Alzola al saxo, Alejandro "Boli" Climent al bajo y Daniel Griffin a la batería. Con “Siempre estoy soñando” abrieron el concierto, una luz tenue sobre Fito que pronto rompería en iluminar todo el escenario y dar protagonismo a la banda. Sonido limpio y bien medido como cabe esperar en un concierto de estas dimensiones;
A ambos lados del escenario unas pantallas gigantes que servirían de apoyo visual a aquellas personas que estuvieran más lejos. “Un buen castigo” y “Por la boca vive el pez” nos daba una idea por donde iría el Setlist que nos presentarían, y es que como era lógico, después de sacar a finales de 2017 el recopilatorio “Fitografía”, lo más normal era encontrarnos con los clásicos que más popularidad han dado a la banda en estos 20 años. “Me equivocaría otra vez” y “Quiero beber hasta perder el control”, esa versión de “Los Secretos” tan en su estilo que hizo en 1998 en el que sería su primer disco en solitario “A puerta cerrada”. “Lo que sobra de mí” y “Donde todo empieza” precedieron a la primera invitación de la noche, Muchachito saldría de nuevo a escena, ahora para colaborar con Fito & Fitipaldis y tocar 2 temas, “No soy Bob Diddley” y “Me tienes frito”, cuando acabaron Fito dijo literalmente que si se quedaba un tema más se tendría que ir a casa, de lo agotador que es el ritmo rápido que lleva Jairo Perera y su guitarra.
Continuaron con otra invitación al escenario, la banda “Fetén Fetén”, dueto formado por Jorge Arribas y Diego Galaz, violinistas, acordeonistas, flautistas y un largo etcétera de instrumentos los que tocan esta pareja de músicos. Tocaron junto a la banda “Me quedo aquí”, que en su versión original ya colaboraba Fito con ellos, y “Whisky Barato” ya del repertorio habitual de Fito & Fitipaldis. Justo después de esta colaboración llegaría el turno de unos de los platos fuertes de la noche, y es que como ha sido habitual en su gira, Fito ha ido invitando a sus conciertos a amigos del mundo de la música, hemos podido ver en distintas ciudades a M-Clan, a el “Drogas”, a Kutxi Romero... entre otros; Para esta ocasión teníamos anunciado la presencia de Ariel Rot, y tras un aclamada presentación y aplausos, tocaron “Baile De Ilusiones”, luego le llegaría el turno a un himno del rock hispano, “Me Vuelvo loco”, canción de Tequila, banda a la que perteneció Ariel, cuyo tema se encontraba en el disco “Rock and Roll” (1979).
Fito & Fitipaldis
Después de la ronda de invitados llegábamos a la recta final del concierto, donde pudimos escuchar “Entre la espada y la pared”, “Tarde o temprano”, “La casa por el tejado” y “Antes de que cuente diez” , con ello la banda se despedía brevemente y abandonaban el escenario, todo apuntaba a que no tendríamos que esperar mucho en verlos de nuevo en escena; Y Así fue, aunque en esta ocasión salió Fito solo y con su guitarra, se sentó en el escenario e interpretó una versión acústica de “Rojitas las orejas” que hizo las delicias de los asistentes, luego ya en pié y con toda la banda tocaron “Soldadito Marinero”, tema con el que se extendieron bastante en su duración y todo hacía indicar que sería el final del concierto, pero no fue así, pues todavía tenían 2 ases en la manga, el primero, y para sorpresa de alguno, fue “Entre dos mares” de “Platero y Tú”, y por último y para acabar el concierto, ahora si, tocaron “Acabo de llegar”.
Dos horas y media de concierto, donde pudimos disfrutar de un extenso repaso de su “Fitografía” y de unos invitados de lujo, con un público entregado y que se lo pasó en grande, un sonido muy bueno y una imagen muy cuidada del escenario. Seguro que pronto podremos verlos de nuevo por Sevilla y con material nuevo bajo el brazo.