Cumpliendo en 2018 su decimotercera edición, este año al Resurrection Fest le salía al frente una durísima competencia que, sin embargo, no parece haber mermado en absoluto su fuerza de arrastre. Con fecha única de los titanes Iron Maiden en el país coincidiendo con la última jornada del festival, las previsiones de asistencia para este último podían verse afectadas pero lo cierto es que la leal concurrencia que asiste a este evento año tras año no parecía haber cambiado ni un ápice el orden de sus prioridades.

Como primeriza en el Resu, a mi llegada el miércoles en el día de la fiesta de bienvenida todo para mí era novedoso y lo miraba con cierta curiosidad y sentido crítico. En mis primeras impresiones apenas pude sacar pega alguna; nos alojamos en el Beach Camp, una agradable zona de acampada localizada a escasos metros de la playa de Area y enlazada con el festival por un bus lanzadera al módico precio de un euro. Después, una vez dentro del recinto de conciertos, aquello se me antojó como un parque temático de culto al Rock & Roll que además estaba emplazado en un paraje único en Celeiro, entre la ría y la falda de sus montes. 

Para la Warm-up party se utilizó únicamente el Ritual Stage, este año localizado en el extremo contrario al Main Stage y en el que dieron el pistoletazo de salida Golpe Radikal y Teksuo, peo desgraciadamente no fue hasta The Qemist que aterricé en el lugar. Los británicos arrollaron con una propuesta fresca de Drum n Bass que alcanzó su punto álgido con pildorazos como “Anger”, en la que originalmente colabora Kenta Koi de Crossfaith, y su hit “Run You”, con la que acabaron con todo el público botando. En el cambio eché un vistazo al apetecible puesto de merchandinsing en el que camisetas de atractivos diseños volaban en plena vorágine de billetes y tarjetas de crédito. Yo me hice con dos (y me podría haber hecho con medio stand).

Continuamos con el rap metal de Riot Propaganda como en una especie de deja vu, pues tanto a estos como a The Qemist los había visto en la última jornada del Alterna Festival el fin de semana anterior. Fue un show ameno en el que cayeron temas de su último trabajo “Agenda Oculta” como “Plata o Plomo”, “Bienvenido al Paíso” (una cover muy personal de “Keep On Rockin’ In a Free World” de Neil Young) o la bailable “Danzad Malditos” así como el clásico smash up en “Mano de Hierro Guante de Seda” de Habeas Corpus esta vez mezclada con “Mucha Policía, Poca Diversión” de Eskorbuto.

También nos dejaron lo que ya se puede considerar como un himno, “El Miedo Va a Cambiar de Bando” y con el tema que los da nombre se despiden dejando al respetable de lo más animado.  Me encantaría poder decir lo mismo de Jello Biafra pero la realidad para la que suscribe estas líneas es que su extravagante actitud apenas estaba sustentada por una propuesta musical con sustancia. Los dos guitarristas de la banda “The Guantanamo School of Medicine” que le acompañaban apenas justificaban el pobre sonido que destilaba su punk americano, única y dignamente salvable por los clásicos de “The Dead Kennedys” que se tocaron, como “Too Drunk to Fuck”, “California Uber Alles”, o la archiconocida “Holiday in Cambodia” con las que cogieron el pulso a los presentes.

Un poco larga se hizo la espera hasta Ministry, pues los norteamericanos se retrasaron más de diez minutos en medio de la fina lluvia que caía. Los padres del metal industrial venían a España con trabajo recién horneado bajo el brazo, “Amerikkkant”, con el que comenzaron con la super progresiva “Twilight Zone”, de más de siete minutos de duración y con imágenes de discursos de Donald Trump a la vez sucediéndose en las enormes pantallas laterales.

Un álbum de ácida crítica hacia la política norteamericana en el que además se registran importantes novedades en las filas de la banda de Al Jourgensen, como la incorporación a las baquetas de Joey Jordison, al que me parece distinguir desde la lejanía con un imponente set de batería y haciendo virguerías en directo con ella. Como no podía ser de otro modo, tocan las míticas “Punch in the Face”, “LiesLiesLies”, “Antifa” o “Just One Fix” especialmente célebre para quienes la conocemos por estar incluida en la B.S.O de “El Día de la Bestia” y con quien más de uno descubriría a esta banda.

Por último me hubiera encantado redondear la fiesta de bienvenida con el rap metal de Superflo, pero el cansancio se hizo fuerte en mi y tuve que migrar hacia mi confortable tienda de campaña con una única idea en la cabeza, Mañana más y mejor.