En estos tiempos en los que las instituciones de las dos principales ciudades cántabras y determinados promotores han dado totalmente la espalada al rock más potente, al menos contábamos con la presencia de una artista tan reconocida mundialmente como es Robin Beck, acompañado de 3 integrantes de la banda de House of Lords, incluido su marido, y nuestro Jorge Salan a la guitarra.
Tras algo de confusión inicial sobre si el concierto iba a ser en el Escenario Santander o en la Plaza Porticada, rápidamente solventada, desde primavera teníamos claro que nos íbamos a dejar caer por la céntrica plaza cántabra y sólo nos quedaba esperar que nos respetase el tiempo.
Sin embargo, el caos en cuanto a horarios apareció un día antes de la celebración del mismo, ya que, mientas el ayuntamiento había anunciado con antelación, y así se reflejaba en la programación de las fiestas, el concierto sólo de la banda de Robín Beck a partir de las 22.30, desde la promotora se anunciaban dos bandas más, manteniendo el horario de inicio, lo que nos llevaba a que el final del mismo se prolongase hasta entrada la madrugada.
Mientras intentábamos, en vano, aclarar este desbarajuste, mucha gente que o bien venía de otras regiones o bien tenía que madrugar al día siguiente reculó, hasta que a media tarde nos enteramos que los hora iros iban a ser los anunciados por la promotora, solo que con media hora de adelanto. Vamos un despropósito y un caos en este punto.
Así pues, a las diez en punto de la noche iniciaban esta jornada, gratuita eso sí, Grey Attack, una, al menos para mí, desconocida banda hasta horas antes, que, procedente de Alemania, tiene publicados dos discos, “Grey attack”, del 2015, y “Grains of sand”, editado este mismo año, siendo, precisamente, la canción que da nombre a este nuevo disco, la que dio inicio al concierto, enganchándonos desde el principio con ese Hard Rock potente que practicaban.
Grey Attack
Sin dejar su actual disco, siguieron con la pegadiza “Another love has gone”, que gustó mucho, con ese sonido que da frescura al clásico Hard rock sin sonar caduco, tras lo que nos saludaron en un más que decente castellano y se presentaron, antes de dar paso “Leave me alone”, también de su actual disco, con la que consiguieron ganarse aun más a la gente que iba dando a la plaza calor.
Orgullosos de abrir esta gira de Robin Beck en España, siguieron con “Inside your head”, el primer recuerdo a su primer disco, con un sonido más clásico, mientras los músicos en todo momento buscaban nuestra complicidad y la implicación en su concierto.
De vuelta a su actual disco, fue el turno del potente “Don't need nobody”, otro gran tema de esta fantástica banda, antes de despedirse de todos los presentes con “Over the Rainbow”, de su anterior obra, en la que fueron presentando a los músicos y con los que dieron por concluida su media hora de actuación, dejando a la gente más que satisfecha.
Pese a lo breve de la actuación y el desconocimiento generalizado de los presentes, Grey Attack fue una banda que gustó mucho a base de canciones, al mismo tiempo potentes y pegadizas, y buscando la conexión con la gente en todo momento, recurriendo para ello al castellano en varias partes del evento.
Y después de uno de los cambios más rápidos que uno recuerde, apenas 8 minutos, teníamos sobre las tablas a los luxemburgueses My Own Ghost, también con dos discos en su carrera, el inicial “Love kills” del 2014 y el actual “Life on a standby” del pasado año, pero comenzaron su actuación con “Footprints in the sand”, un tema que no esté presente en ninguna de las dos obras mencionadas, tras las que nos saludaron también en castellano.
Repasaron su anterior obra con "Crystal ball”, donde ya pudimos apreciar la excelente voz de su cantante, mostrando un sonido que combina pop, rock y ciertos guiños electrónicos, mientras nos animaban a dar palmas en “Beautiful mistake”, otro tema de su anterior disco que también fue muy bien recibido.
Nos reconocieron estar muy contentos de abrir para Robin Beck, lo que consideraban un honor, todo ello en castellano, antes de seguir recordando su primer disco con “Pathways”, un medio tiempo con un final más potente, que en ocasiones me recordó por la forma de cantar de su vocalista a The Cranberries.
My Own Ghost
La primera referencia a su más actual trabajo vino de la mano de “When love is not enough”, tras la que nos recordaron que llevan 5 años como banda y han editado dos discos, para seguir con su actual obra con “Don't say you love me”, canción muy accesible pero con un parte muy intensa, mostrándonos su vocalista su gran registro vocal.
Acercándose al final de su tiempo, llegó el momento de “Hope”, también de su actual trabajo, que empieza de manera muy lenta, con sólo la vocalista y unas parte grabadas, antes de ganar potencia, para despedirse definitivamente con la cañera “Waiting in the wings”, de su primer disco, con la que dejaron su actuación en todo lo alto, tras algo más de media hora de concierto.
My Own Ghost son un gran grupo, con una calidad fuera de toda duda y donde demostraron tener muy clara su propuesta, que, en mi opinión, hubiera lucido algo más como apertura en vez de cómo segunda banda por su cariz más melódico, algo que no es óbice para reconocer que gustaron mucho.
Y tras los consiguientes cambios, nuevamente hechos con rapidez, llegó el turno de Robin Beck y su banda, saliendo en primer lugar los integrantes de la misma, mientras ella comenzaba a cantar desde los camerinos, siendo el primer tema en interpretar “If you were a woman (And I was a man)”, esa pegadiza versión de Bonnie Tyler, que nuestra protagonista publicó en su segundo y exitoso segundo disco “Trouble or Nothin'” de 1989.
Tras interactuar con el público desde el primer momento, siguieron en el mismo disco con “Don't lose any sleep”, una nueva versión, esta vez de John Waite, con un Jorge Salan, espectacular a la guitarra, y una Robin Beck que demostró conservar su voz en un excelente estado de forma, antes de que nos recordase que en el citado segundo disco contó con la colaboración de artistas como Alice Cooper que coescribió el tema “Hold back the night” junto al famoso compositor Desmond Child, un tema muy pegadizo y donde destacó el guitarrista Jimi Bell, miembro de House of Lords.
En todo momento se mostró dialogante con los presentes, eso sí, en ingles, por lo que algunos nos perdíamos parte de sus discursos, siguiendo su repaso al citado y exitoso disco con “Sleeping with the enemy”, otro temazo de esos que da igual si le has escuchado previamente o no ya que se te va a quedar grabado si o si, antes de comenzar un bloque en donde presentaba su actual disco “Love is Coming”, del pasado año, en donde sigue demostrando que es capaz de realizar grandes temas como ese “Island”, que fue el siguiente en sonar.
Tras preguntarnos si entendíamos inglés, debe ser que se notaba nuestro desconocimiento del idioma, llegó el turno de ese temazo que da nombre a su nuevo disco, “Love is Coming”, y que puede convertirse en un nuevo clásico de su discografía, antes de, siguiendo con el citado disco, interpretar “Me just being me”, en donde animaba a las mujeres a hacer lo que quisieran sin importarles lo que opinen los demás, siendo otro tema muy pegadizo.
Tras saludar a una niña pequeña que estaba a hombres de su padre, llegó el turno de una nueva versión de Bonnie Tyler, también presentes en su segundo disco , la conocida “Save up all your tears”, que provocó una gran respuesta entre el público, antes de, no dejando este trabajo de 1989, interpretar la balada “Tears in the Rain”, con las partes de teclados grabadas, y que sirvió de presentación a los músicos que la acompañan: los citados Jorge Salan y Jimi Bell a las guitarras, su marido y productor James Christian al bajo y el batería B.J. Zampa, los tres últimos integrantes además de House of Lords.
Precisamente B.J. Zampa fue el protagonista de la siguiente parte del concierto con un solo de batería siguiendo el ritmo de una música grabada, solo que fue corto y animado, antes de seguir con “That all depends (On what you do tonight)”, un pegadizo tema cantado a la par por Robin y James Christian, presentes en su disco del 2011 “The great escape” y que me gustó mucho.
Robin Beck
Y llegó el momento por todos esperados, la canción que la catapulto a la fama osea “First time”, esa canción que nos descubrió a la artista en el año 1988 gracias a ese famoso anuncio de un refresco y que estuvo integrado también en el segundo disco de la artista editado el siguiente año; ni que decir tiene que este fue el momento más emotivo de la noche, con muchos recuerdos entre los que recordábamos esta canción e incluso la bailábamos en aquellos lentos con la chica que nos gustaba.
Después de este momento de nostalgia, llegó el turno de volver a discos más recientes como ese “The great escape”, del 2011, en donde estaba incluida el tema “The one”, en la que nos siguieron transmitiendo el buen rollo que tienen entre ellos sobre las tablas, antes de seguir con la potente “Love lies”, de su disco del 2007, llamado “Livin´ on a dream” y es que la protagonista de la velada tienen muchas canciones buenas en todos sus discos.
Llegaba el final de concierto y era el turno de la sensacional “Hide your heart” que los Kiss hicieron para Bonnie Tyler y que Robin Beck publicó en su famosísimo segundo disco, en la que buscó y consiguió interactuar con un público que se dejó la voz a conciencia ya que se acercaba el termino del mismo, con un espectacular duelo de guitaras como punto final.
Y así, tras hora y media, terminaba la actuación de Robin Beck y su banda, sin bises, pese a la insistencia de los presentes, eso sí, no fue por ganas de ella, que salió a disculparse diciendo que por ella hubieran tocado más pero que no les dejaban; y es lo que tiene hacer un concierto en pleno centro urbano un día laboral.
Robin Beck dio un conciertazo, de esos que se te quedan grabados, mostrándose siempre muy cercana y dialogando mucho con la gente; pena de no saber más de inglés para haberme enterado algo más. Cuenta con una magnifica banda que interpreta los temas con gran calidad y dotando a las canciones de más fuerza de las que tenían en las grabaciones originales.
Por cierto, como muchos de los presentes, me di cuenta que conocía muchos más temas de Robin Beck de los que pensaba, por lo que habrá que hacer una revisión de su discografía en cuanto me sea posible.
Y así marché de la Plaza Porticada de Santander contento por la especial noche vivida que hizo que se me pasase el mosqueo por el tema de los horarios, quedando ya a esas horas muy poca gente y es que no olvidemos que era lunes y al día siguiente tocaba madrugar.
Ojala se sigan trayendo grandes artistas como Robin Beck a Cantabria y si encima son gratis pues mejor.