Llegamos a Trespaderne, un pueblecito de Burgos con mucho encanto, sol, terrazas y ambiente joven, lo que viene a ser el preludio de que algo va a salir bien, y así fue.

El festi arranca a las 16.45 con musiquita, acceso al recinto y la barra abierta para amenizar el calor que hacía, seguidamente a las 18.30 arranca Vendetta, al grupo navarro le tocó romper el hielo, ya sabemos que la madurez es un grado y así lo supieron demostrar con su buen ska y su dinamismo encima del escenario, sonaron hits uno detrás de otro, supieron cómo hacer levantar los primeros bailoteos y pogos con temazos como suma, polvora, begitara begira, leña al fuego, botella de ron entre más temazos que supieron arrancar el festi de la mejor manera.

Seguidamente le toca el turno a Las Sexpeares, el power trio de Barakaldo dejó a más de uno con la boca abierta, supieron recoger el relevo y demostraron lo que valen, guitarra afilada, la voz rota, bajista impecable y una batera, ya en sus puestos derrocharon actitud y muchas ganas de comerse el escenario, supieron transmitir su energía al público que poco a poco iban llenando el recinto. Hicieron una actuación impecable y sonaron temas como combustión, no vuelvo a beber y me fui de casa.

Ya después de que el sol diera un poco de tregua y la plaza llenita, le llega el paso a una de las bandas esperadas del público: Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band. Poco se puede decir de esta clásica banda con una formación muy asentada, joven y profesional. Arrancaron con canciones como Piperrak, demokratzia y ke le voy a hacer. El público disfrutó, bailó y coreó cada una de las canciones que se marcaron y sin duda no defraudaron.

Continuaron con a la mierda, iruñea 6 de Julio, palos txikos, para seguir deleitando al personal con sus mejores canciones. Iba llegando el final de esta consolidada banda y se despidieron con temas como Julián, kualkier dia y mi primer amor. ¡Ellos felices y nosotros más todavía!

Los italianos Inarrestabili se marcaron un concierto lleno de actitud y punk rock muy directo. Con canciones como vivere o morire, o a modo mio fueron arrancando. No había tiempo para hablar demasiado, así que tema tras tema fueron facturando un concierto fantástico, donde las composiciones que hacen gustaron muchísimo y que desde silenzio o incubo perfecto nos llevaron a el tramo final donde nos regalaron un buen puñado de versiones para cantar y disfrutar.

A continuación le llega el turno a los amantes del metal/fusión con la visita de los levantinos Fuckop Family. Concierto contundente, mucha energía sobre las tablas, la gente en las primeras filas saltando y moviendo las cabezas… Presentaban una numerosa banda algo renovada y algunas novedades con temas recientes a nuestro recuerdo cuando comenzaron a sonar hará cosa de 15 años, pero las mismas ganas. Estaba claro que canciones como La cultura del odio o Revolución serían las más coreadas.

Llega el turno de Manifa. Se puede notar porque todo el mundo lleva nariz de payaso y se nota el alcohol y el cachondeo. Ya encima del escenario derrocharon actitud y temazos como dios salve al viña, a las mariscadas, cuidaran de ti y cristales rotos entre un repertorio cargado de mala hostia y buen punk. Los de Bilbao supieron cómo montar de un buen concierto a un buen pitote del que todos disfrutamos como indios y es que con los años se gana esto y se nota.

Y por fin llegó el turno de los esperados Parabellum. Hicieron un concierto de 10 arrancando con Dime tú y canción de amor. El espectáculo estaba servido, se escucharon corear todas las canciones, siguieron con Kuerpo a Kuerpo, envenenado, las paredes y la locura, con el que emocionaron a más de uno. Los de Barakaldo lo bordaron y se despidieron con La vela se apaga y bronka en el bar.

Y para acabar la noche Los demenciales chicos acelerados. Muy sorprendente tributo a Eskorbuto. Tocaron todas las canciones míticas de la banda de Santurzi con muy grato resultado, con las que la gente bailó, cantó y disfrutó muchísimo. ¡Sin duda toda una sorpresa!!

Y ya acabados todos los conciertos qué decir sobre un festival que se lo curra, que es humilde, que te hace sentir como en casa… Sin duda la gente de la organización pone todo su empeño y cariño para que las cosas salgan bien, y eso se nota. Personal muy profesional en la producción, regidor de escenario impecable Luis Punk, y personal del pueblo en las barras con simpatía y totalmente serviciales en todo momento y siempre con buena sonrisa. ¡Chapó!

¡Así que larga vida al Tresparock! ¡A por muchos más!