Llegaríamos a la mitad del festival, y aún queda mucha tela que cortar; Hoy viernes quizás fuera el día que más gente había al comienzo, y es que era el turno de Turisas, que a pesar de tocar a una hora muy temprana, sus seguidores, muchos con las caras pintadas y cargados de armas de plásticos, se preparaban para la batalla, y lo que viniera musicalmente hablando...Con el mismo telón que pudimos verlos hace unas cuantas ediciones aquí ya, salieron a las 16:45H de la tarde, Mathias Nygård  al micro, Jussi Wickström a la guitarra, Jaakko Jakku a la batería, Olli Vänskä al violín y a la vez animando mucho a las masas y Jesper Anastasiadis al bajo. Abrieron la jornada con “The March of the Varangian Guard”, buen sonido y a pesar de la calor por la hora, la gente estaba muy animada con ellos.

Seguramente a una hora más nocturna todavía habría contado con más gente, pero sin duda, fue el concierto apertura de día con más público. Dieron un show muy dinámico y animado, necesario para enganchar a todo el mundo que había en la sombra refugiado, sonaron “A Portage to the Unknown”, “To Holmgard and Beyond”, ambos del “The Varangian Way”(2007) uno de los discos más aclamado de la banda. Por supuesto no faltaron “We Ride Together”, “Stand Up and FightFight” o su famoso cover de “Rasputin”. Nos invitaban a vernos en la próxima gira que harán en 2019 junto a Korpiklaani y Trollfest, esperamos que nos podamos ver de nuevo!.

Al igual que Turisas, repetían de nuevo Sonata Arctica en el Leyendas, también a una hora tempranera, pero es lo que las demandas del cartel exigen. Para mi y para mucha de la gente con la que pude hablar fue una de las decepciones del festival; Concierto muy lento y poco inmersivo, todo hay que decirlo, les tocó, la que posiblemente fuera la mayor tromba de agua de esta edición, además de manera cejada hacia el escenario, por lo que la banda estaba empapada, suponemos que es más difícil dar un buen show en esas circunstancias. También con el aire, como te situaras un poco más atrás el sonido resultaba hasta desagradable, las guitarras chirriaban los oídos, pude comprobar que más adelantado hacia el escenario, esto no pasaba.

Un setlist variado, aunque como hemos dicho, demasiado lento y parado, “The Last Amazing Grays”, “Sing in Silence”, “The End of this Chapter”, “Fullmoon” y para acabar “Life” con su particular “Vodka” coreado para finalizar, fueron algunos temas que nos dejaron. La banda de Tony Kakko no tuvo su mejor tarde, aunque de primeras lo tuvo todo en su contra para dar un mejor show.

Poca gente se apostaba para recibir a Devildriver en el escenario contiguo (entiéndase poca, en comparación como por ejemplo 2 horas antes con Turisas), y es que los americanos son de esas bandas que triunfan, y mucho en USA, pero que todavía no les ha llegado su reconocimiento en nuestro país, y tal ves no les llegue porque su estilo no termine de encajar con los gustos de europeos. Abrieron el concierto con “ End of the Line” y “Hold Back the Day”; Disfrutaron de un buen sonido durante todo el concierto, y aunque lo estaban haciendo bastante bien, no terminaron de cuajar entre los asistentes que más allá de sus seguidores, no se sumaron mucha gente sorprendidos por su música, como si pasara quizás con Fozzy el día anterior. “Ruthless”, “Before the Hangman's Noose” y “The Mountain” para acabar el show. Buen concierto aunque pasaron sin pena ni gloria por el escenario principal, quizás aunque suene raro, hubiera sido más una banda para el escenario de la carpa, donde hubieran estado más recogidos.

Nos dimos una escapa mientras Devildriver sonaba a la carpa para ver a Praying Mantis, todo una señora banda, que viven un excelente estado de forma, con un reciente trabajo de estudio, Gravity (2018). Pudimos escuchar algunos temas como “Keep it Alive” y “Children of the Earth”; con un público amante del sonido más clásico del Heavy Metal y entregado al 100% con la banda. Esperamos poderlos ver más tiempo y presentando este último disco, por el buen sabor de boca que nos dejaron en tan poco tiempo.

De nuevo otras caras conocidas del festival, Children Of Bodom, saldría ya casi a las 8 de la tarde para darnos un intenso show de 1 hora de duración. Alexi Laiho y su banda saben hacer las cosas muy bien, y aunque no seas seguidor de la formación, sus temas te atrapan. Abrieron el repertorio con “Are You Dead Yet?” de aquel disco homónimo de 2005. “In Your Face”, “Morrigan”, “I Worship Chaos” y “Angels Don't Kill” siguieron el show.

Variado con temas de toda su carrera, y aunque no es una banda que se caracterice por su dinamismo en el escenario (Alexi llega, se planta en medio y difícilmente lo veremos que se mueva mucho), si engancha por su manera de enfocar los conciertos, donde no hay tregua alguna. “Hate me”, “Downfall”, “Hate Crew Deathroll” y para acabar el concierto, “Towards Dead End” de su álbum Hatebreeder (1999). Algo parecido a lo que nos ofrecieron hace 3 ediciones, pero un seguro de buen hacer y que cuenta con muchos seguidores.

Turno ahora para uno de los cabezas de cartel, y es que aunque en su día Powerwolf ya tocaran en el festival, ahora vienen como banda más consagrada, y prometiéndonos en el cartel, que contarían con una “producción completa”, algo parecido a lo que ya en su día les pasara a Sabaton, quien vinieron el año pasado con toda su producción y como cabezas de cartel. Bien, para los que seguimos a la banda, pronto vimos que no fue cierto tal promesa, ya que ni la escenografía era la que han usado en los show con producción completa (telones laterales, plataformas distintas en el escenario) ni luego durante el show usaron los fuegos que suelen llevar...quizás fuera por problemas de espacio, no sé, pero no fue todo lo que suelen montar. Para mi fue uno de los mejores conciertos a nivel de sonido, y a la vez fue uno de los conciertos que más me aburrieron, explico, poco que objetar a las canciones y a su interpretación, pocas bandas o ninguna sonaron mejores que ellos, el problema viene que por norma, en todas las canciones, cuando acaban el tema, los guitarras se van del escenario y se queda al frente Attila Dorn, el cantante, y Falk Maria, teclista y showman de la banda, y entre ellos montan un “show”, interactuando con el público, ensayando el coro de la siguiente canción, eso está bien cuando sucede una o dos veces durante el concierto, pero cuando es norma en cada tema, a mi se me hacía interminable y cansina la espera, si encima no eres un claro entendedor del inglés, ya ni te digo, si a eso se referían con producción completa, se la podían haber ahorrado a mi entender; Mínimo 2 o 3 temas más les hubiera entrado en el repertorio sin tantas charlas y coros entre canciones.

La banda llegaba con un disco de estudio muy reciente, y que además, ha contado con una increíble aceptación entre los fans, y no tan fans, de la banda “The Sacrament of Sin” (Julio 2018), nos dejarían algunos temas del nuevo disco. Abrieron con “Blessed&Possessed”, y continuaron con “Army of the Night”, “Incense & Iron” y “Amen & Attack”, lo mencionado antes, pocas bandas sonaron como ellos, nada que objetar a la calidad musical del concierto, pero entre canción y canción te daba tiempo de tomarte alguna cerveza, y aunque nos dicen que los andaluces somos muy exagerados, creo que no es el caso. Pudimos escuchar “Demons Are a Girl's Best Friend” uno de los singles del último trabajo y que cayó muy bien entre el público, al igual que ya el “clásico” de la banda “Armata Strigoi”, “All We Need Is Blood”, “Resurrection By Erection” (recomiendo escuchar la versión que se han marcado Battle Beast de este tema en el Bonus CD que incluye Powerwolf en su último trabajo), “We Drink Your Blood” y “Lupus Dei” para acabar el concierto. No llego a decir que fuera agridulce, porque en lo musical estuvieron tan bien, que taparon la parte mala de las interrupciones, pero no les podría dar el 10 por este motivo, a pesar de que en alguno de esos parones consiguieron sacarme alguna sonrisa.

Me hubiera gustado poder ver más del show que ofrecieron los polacos Vader en el escenario pequeño, pero Powerwolf demandaba mucha atención, aún así, a todos los que pregunté por el show me dijeron que fue tremendo y de un altísimo nivel, y es que es mucha la experiencia que atesoran esta banda. Quizás en otra edición podamos dedicarle más tiempo, y porque no, verlos en los escenarios principales, seguro que no defraudan.

Saxon son de esas bandas de las que es muy difícil escuchar a alguien decir que vieron un mal concierto de ellos, da igual a que hora y en que momento, siempre cumplen, y además con nota muy alta. En el Leyendas del Rock 2018 dieron un golpe en la mesa para todos aquellos que siempre están hablando de dinosaurios y demás cosas varias, en algunos casos aplicables, pero no en los británicos, y además, siguen sacando discos tan buenos como “Thunderbolt” (2018), precisamente con el tema que da nombre al disco decidieron abrir el show, siguieron con “Sacrifice”, el primer clásico de la noche no se hizo esperar con “Motorcycle Man”, seguido de una maravillosa interpretación del “Strong Arm of the Law” y “Power and the Glory”.

La banda de Byff  Byford vive en su segunda, tercera o cuarta juventud, y es que a sus 67 años, el cantante sigue con su carismática voz y parece que le queda aún mucho carril por delante, junto a él, inseparables Paul Quinn a la guitarra y Nigel Glockler a la batería, como miembros “más jóvenes” en la banda estaban Nibbs Carter al bajo desde 1988, y Doug Scarrat a la otra guitarra, desde 1996; Es normal que suenen tan compactos y que sepan hacer las cosas tan bien llevando todos tantos años juntos, son una máquina perfecta en directo. Interpretaron su particular homenaje a Lemmy y sus Motorhead con “They Played Rock and Roll”, y siguió otros de los momentos de la noche con “747(Strangers in the Night)”, los clásicos ya iban yendo y viniendo, como “Crusader” y “Princess of the Night”. Para los bises nos dejaron 3 temas, “Heavy Metal Thunder”, “Wheels of Steel” y “Denim and Leather”.

Hay que destacar el buen rollo desprendido por la banda en todo momento, incluso Byff en 2 momentos del concierto en el que le tiraron unas chaquetas, se las puso durante varias canciones, luego pidió un rotulador, las firmó y se las devolvió a su dueño, todo un detalle y un enorme recuerdo que se llevan esas personas; Saxon no se anda con tonterías, si han llegado hasta aquí, es por saber hacer las cosas muy bien.

Con la noche profunda llegaba el turno de la música más oscura, y es que el Black Metal volvía a hacer presencia en el festival, y con mucho nombre, pues los siguientes en tocar eran Abbath y su banda, el noruego inició una nueva etapa en solitario tras dejar Immortal. De hecho su setlist estuvo en gran parte basado en temas de su anterior etapa, como “One by One”, “The Rise of Darkness”, “Tyrants”, “Nebular Ravens Winter” o “In my Kingdom Cold”. Y otros temas de su nueva banda como “To War!”, con la que abrieron el concierto, o “Winterbane”. Concierto entretenido y con buen sonido, seguro que para los amantes del género fue un disfrute completo verlo en directo.

Para cerrar la jornada de hoy, las 2 bandas españolas escogidas eran Júpiter y Vhäldemar. Los primeros desde Madrid, banda mítica de los años ochenta que volvían para rememorar aquellos éxitos que la gran mayoría sólo hemos podido escuchar en vinilos, difíciles de encontrar, por cierto. Temas como “Amante del Rock”, “Deudas”, emotivo recuerdo a Javier Ponce, guitarra fundador, en  “Siempre junto a mí”y “Voy a por ti” fueron algunos temas que nos dejaron en un concierto de 70 minutos, cumplieron con un muy buen show.

Los siguientes, Vhäldemar, repetían en el Leyendas, pero en esta ocasión en el escenario principal, y no es para menos porque lo tienen merecido, con su último trabajo “Against All Kings” (2017), aunque llevan muchos años en activos en esto, han conseguido hacerse escuchar por derecho propio. “Metalizer”, “Against All Kings”, “Black Thunder”, “Bastards” sonaron esa noche como truenos en Villena, mucha gente del público se quedaban estupefacto con la calidad que tienen los de Barakaldo, y las tablas, muchas tablas, las que demuestran Carlos Escuderos al micro, Pedro J. Monge a la guitarra, Raul Serrano al bajo, Jonkol al teclado y Jandro a la batería. A pesar de haberlos visto muy recientemente por mi tierra, me volvieron a encantar y me dejaron con ganas de más; habrá que hacer por verlos pronto de nuevo.

Nota: las fotos fueron realizadas con un móvil, lamentablemente la organización del Leyendas del Rock no nos concede pase de fotos desde hace un par de años, antes sí...