Era uno de esos días en que la oferta musical en Cantabria era más que interesante, con al menos cuatro conciertos a los que podía haber acudido, pero como, a día de hoy, no se puede estar más que en un sitio, tuve claro que mi elección iba a ser la presentación del disco de Discontinuous Lavanda “Retiro” y es que uno no estrena un disco todos los días, y más si es el primero.
A Discontinuous Lavanda los descubrí el pasado año en un concierto cerca de mi casa y desde entonces no habíamos tenido más que puntuales noticias, centradas, básicamente, en que estaban trabajando su ópera prima.
Para este acontecimiento, se fueron a presentarlo a la Sala Black Bird de Santander y, aunque les costó, a última hora encontraron una banda que les acompañase, siendo estos los para mi desconocidos hasta la fecha Maxwell and Smarts.
La entrada para el concierto era gratuita, buscando estar arropados por el mayor número de personas posibles, siendo ésta una de las principales incógnitas, ya que desconocíamos el poder de convocatoria de la formación. Afortunadamente, cuando llegué a la sala santanderina, vi que la respuesta de público había sido más que importante, con mucha presencia de gente no habitual en los conciertos, lo cual siempre es de agradecer.
Los primeros en salir, siempre cumpliendo el horario previsto, fueron Maxwell and Smarts, sexteto integrado por Agapito a la voz, armónica y teclados, Liuco y Sandra a las guitarras, José al bajo, Alberto al violín y Pedro a la batería y que une a veteranos de la escena cántabra con otros más jóvenes, pero con mucha calidad, como son Sandra y Alberto, practicando una rock bastante clásico, pero con ciertos elementos más actuales, combinando temas propios con revisiones en castellano de temas conocidos.
Maxwell and Smarts
Y precisamente, con una versión, el “What's the Frequency, Kenneth?” de los R.E.M, comenzando su andadura, haciendo una adaptación libre y personal al castellano, con armónica incluida y que de entrada nos dejo un buen sabor de boca.
Pasaron a ofrecernos un tema propio, llamado “Pisando el tiempo”, para el que nos pidieron que les acompañásemos dando palmas, algo que hizo que la gente, aun muy estática, se animase algo más y recibiendo una fuerte ovación al terminar dicho tema.
Nadie estamos exentos de que un día se nos crucen los cables y perdamos el rumbo, y sobre eso habla “Esteban”, un tema muy pegadizo y cuyo video tienen en su canal de youtube, demostrando una gran calidad musical y que cada cosa está puesta ahí por algo.
Con un sonido que recordaba a los precursores del rock urbano en nuestro estado, siguieron con “Germen”, con la gente dando palmas, tema que fue seguido y unido por la revisión del “Lil Devil” de The Cult, con la presencia de nuevo de la armónica y sin el violín, dando un toque más crudo a su sonido.
Inspirados en la película “Thelma y Louise” se decidieron a escribir “Cionín y Amparo”, que serían la versión más rural de las protagonistas de dicha película, un tema que engancha bastante, como todos los que tiene la banda, antes de despedirse de todos nosotros con una canción de un chico que fue a emigrar a otro país, siendo ese tema la revisión del enorme “Baba O'Riley” de The Who, con la que dieron por finalizados unos escasos 30 minutos de actuación.
He de reconocer, que sin tener ni idea de lo que me iba a encontrar, la actuación de Maxwell and Smarts no sólo fue muy buena, además de corta, sino que me dejó con ganas de volver a verlos, porque, no sólo son unos músicos fabulosos, sino que tiene temas muy interesantes y hacen unas revisiones de canciones muy conocidas llevadas a su terreno, algo que siempre es de agradecer.
Espero poder coincidir más veces con esta banda que me dejo muy buenas sensaciones.
Y llegaba el turno de los protagonistas de la velada, Discontinuous Lavanda, que, como es lógico y normal, estaban un poco nerviosos ante ese momento tan especial para cualquier banda como es la presentación de tu primer trabajo, aquel para el que has puesto todas tus ilusiones y que esta noche iban a compartir con todos nosotros.
Tras un cambio bastante ágil y con una intro sonando de fondo, comenzó la actuación el cuarteto integrado por Mariano Tejera al bajo, coros y voz, Sonia Hernández a la voz y los coros, Héctor Cabrera a la guitarra y Gustavo López a la batería, con “Una historia en el fondo”, presente en el disco que presentaban y que tocarían en su totalidad, siendo un tema muy potente y con los instrumentos muy marcados, con una sensacional aportación de los coros de Sonia, sin olvidar la ejecución magistral de Héctor a la guitarra y ese dramatismo que impregna a las canciones Mariano con su voz.
Tras saludáramos, siguieron con “Palabra de Recu”, en donde se notaba la contundencia de la sección rítmica, junto a los muchos matices que marca su guitarrista, que tiene una calidad más que evidente.
Nos agradecieron nuestra presencia, recordando lo mucho que les ha costado llegar hasta aquí, mientras tanto Mariano como Héctor cambiaban de instrumentos, para seguir con “En sus manos”, un tema más pegadizo de lo que suele ser habitual en su estilo y donde destacó la importante aportación de Sonia a la voz y coros.
Con la gente dando palmas, su batería pidió su parte de protagonismo en “Ese lugar”, un tema que fue muy bien acogido por un público algo estático pero que estaba disfrutando y animando a la banda, como pudimos ver cuando Mariano presento uno a uno a sus compañeros de aventura.
Era el momento de relajar un poco el ambiente y para ello tocaron “Reencuentro”, una pieza más lenta y donde Sonia estuvo sensacional a la voz, refrendando algo que ya observé en la anterior vez y es que tiene una grandísimas cualidades vocales.
Discontinuous Lavanda
Tras un breve descanso para refrescarse, ya que, como suele ser habitual, el calor en la Black Bird era importante, siguieron con “Voluntario en la indigencia”, un tema con muchos matices, con unos cambios de ritmo muy marcados y, con una guitarra excelente, sin olvidar esa batería omnipresente. La verdad es que son una banda más que interesante.
Lógicamente, teniendo un disco a la venta, había que ofertar dicho trabajo y nos recordaron que tenían diferente material a la venta, mientras Sonia aprovechaba el retorno a los instrumentos originales de Mariano y Héctor, para agradecer al primero el haberlos juntado, tras lo que empezaron a despedirse con el que ha sido su primer video “Cero y gritar”, que fue muy bien acogido y con el que hicieron un amago de irse.
Sin embargo, aun quedaba algún tema más por sonar como esa revisión del “Wicked game” de Chris Isaak, donde, Mariano nos confesó que a veces les gusta coger lo que no es suyo y estropearlo, en referencia a la versión del tema, aunque he de reconocer que me gusta la visión que le han dado a la popular canción.
Y el final del concierto llegaba, ahora sí, con “Error”, ese temazo que también finiquita el disco y que fue un genial colofón a su hora de actuación, que dejó a los asistentes más que satisfechos, aunque con ganas de más.
Discontinuous Lavanda dieron un concierto muy bueno, evidenciado una más que notable mejoría desde la otra vez que les vi y se les ve con mucha proyección, sobre todo por lo en serio que se están tomado esta aventura, a base de mucho mimo y mucho cariño.
La banda ya ha dejado su impronta y nos ha presentado su primer trabajo, y ahora solo falta que la gente respalde este proyecto y que, poco a poco, el público les conozca.
Y así me marché de la Black Bird, garantía siempre de seriedad en horarios, lo que posibilita poder planear cosas para el resto de la noche, habiendo descubierto a un más que interesante grupo, como Maxwell and Smarts, y habiendo sido participe de la presentación del primer disco de unos Discontinuous Lavanda que han llegado para quedarse mucho tiempo o al menos eso es lo que espero; de nosotros depende.
22/09/2018 
Txutxy Cano 
Txutxy Cano
Black Bird, Santander, Cantabria
