La Pobla de Vallbona ha sido este año el pueblo valenciano elegido para celebrar el festival Festardor, que desde un principio ya empezó con problemas. Nada más llegar nos encontramos con filas enormes de gente, tanto para recoger las acreditaciones como para entrar en un camping de pago, donde parecía que no cabían todos los que habían comprado esa entrada concreta.

Eso le llevó al Ayuntamiento a tener que habilitar otra zona a más de cuatro kilómetros, desde donde el primer día la gente tenía que ir y volver andando a la zona de conciertos, tardando en su recorrido más de una hora; por suerte, los demás días se les habilitó un autobús. Algo parecido debió pasar con las acreditaciones, pues la organización no “se esperaba” vender tantas entradas, por lo que tuvieron que estar controlando con una pulsera adicional el foro de la zona de conciertos.

Pero dejémonos de quejas y hablemos de música, que es a lo que hemos venido. Por el problema mencionado anteriormente, entre que esperábamos las largas colas y tuvimos que encontrar sitio para acampar, no conseguimos llegar al recinto hasta eso de las 22:30 con un concierto muy esperado para mí, el de los navarros Lendakaris Muertos.

El concierto ya había empezado y la zona del escenario de negrita estaba hasta arriba, algunos disfrazados de osos… nunca se puede esperar menos de fans de los Lendakaris.

La cercanía del grupo reivindicativo con el público es algo que siempre motiva, y Aitor Ibarretxe no se olvidó de acercar el micro a sus seguidores para que cantaran trozos de sus cortas canciones. Entre el repertorio había temas como “Pollas”, “Speerderman” o “Franja de gaza”; tampoco pudieron faltar canciones que siempre tenemos en la cabeza y podemos soltar en conversaciones aleatorias con amigos como “Estamos en esto por las drogas”; “Nunca más volveré a aplaudir en un avión”, donde obviamente no pudieron faltar los aplausos; “Veterano de la kale borroka” o el mítico “Oso panda”. También he de destacar sus directos con momentos que siempre se acaban comentando como cuando Aitor se puso un gorro de Picachu con una camiseta roja, o apareció el oso enorme en el escenario o cuando todos se bajaron al público para tocar el tema de “Héroes de la clase obrera”.

Tras este frenesí continuamos con Natos y Waor, un dúo de rap madrileño que jamás había visto en directo, pero que me habían recomendado. Su puesta en escena con un decorado digital de una calavera me dejó embobada mientras bailaba al ritmo de la música temas como “Generación perdida” o “Piratas” de su nuevo disco “Cicatrices”. El ambiente se motivó muchísimo cuando tocaron “Autodestrucción”, con un ritmo mucho más movido. Pero no solo tocaron temas de su nuevo disco, pues también se escucharon canciones de otros álbumes como fue “Hijos de la ruina”.

Volviendo a la rutina, nos esperaban los asturianos de Desakato, que no se pudieron perder la cita en el Festardor.

Pepo volvió a levantarse sobre el público con "Huracán", y no pudieron faltar canciones que les identifican como "Octubres rotos", "Heridas abiertas", "Cuando salga el sol" o "Animales hambrientos", donde últimamente no fallan los pogos de mujeres. 

Junto con los saltos de Pepo sobre el escenario la gente se motivaba en el concierto, aunque a mi parecer no fue de sus directos más destacados. 

En el escenario de al lado se preparaban los de la terreta, con un funk rock que nos embriagarían de ritmo a todos los que allí nos encontrábamos, los Funkiwis. Comenzaron el concierto con “Ladrón”, un tema de su antiguo disco “Nadie al volante”, siguiendo con “La trampa”, con un apoteósico solo de trombón al final de la canción.  No pudieron faltar temas que pude recitar enteras como “Vuela” o sus famosas canciones de “Nadie al volante” que han prolongado en esta nueva gira: “Cuarta dimensión”, donde destaca Vincen con las maravillas que demuestra con su bajo; “Ritmo hostil”, que en esta ocasión no tuvo muy buen sonido; “Teletransportate”, donde destacaron el solo de Manu con la trompeta y el de Eloy con el trombón; o “Funkiwi’s in da house”.

Para “Voz de la ira” Lluís y Óscar bajaron al público sintiendo el calor de sus seguidores, pero más calor darían ellos (todo en el buen sentido) cuando cerraron el concierto con el temazo de “Dos Hostias”, momento en el que salió Eloy disfrazado de diablo con una bengala mientras Lluís se quedaba con él en el escenario, hasta que finalmente salieron todos los demás del grupo con bengalas para despedir la gira de “Mundo Roto”.

Tras este concierto, y todas las movidas ocurridas antes de entrar, ya se notaba demasiado el cansancio, y había que sobrevivir para los demás días que nos esperaban, por lo que decidimos abandonar el recinto y descansar lo que pudiéramos en el camping.