El Gasteiz Calling volvió a ofrecer en su edición 2018 un suculento menú a todos los amantes del punk y el hardcore. 20 bandas pasaron por el escenario del Iradier Arena durante las jornadas del viernes 9 de noviembre y la del sábado 10.
Vitoria-Gasteiz se convirtió un año más en la capital del punk y miles de espectadores llenaron la pista y las gradas de un recinto que por momentos parecía quedarse pequeño. Buscar hotel en la ciudad fue misión imposible y personas de diferentes puntos del mundo se desplazaron hasta tierras alavesas para vibrar con un completo cartel.
Rat-Zinger, XXL, Not On Tour. Nations on Fire, GBH, Dag Nasty, Cockney Rejects, Refused, Soziedad Alkoholika y Suicidal Tendencies eran las bandas llamadas a hacer retumbar las paredes del multiusos gasteiztarra durante la primera jornada de un festival que sigue sumando ediciones y éxitos a su currículum, y que se ha convertido en toda una referencia.
En esta edición la organización apostó por las pulseras cashless, práctico método que hace que todo vaya con más fluidez a la hora de acercarte a las barras. A eso hay que sumar, la plataforma habilitada en el foso que sirve para que tanto espectadores como músicos se suban para lanzarse sobre los demás, así como los vasos reutilizables con los horarios impresos. Pequeños detalles que hacen al Gasteiz Calling un festival único que año tras años sigue sumando adeptos.
El sonido, uno de los elementos que más da que hablar en el festival no fue un problema en esta edición. La organización sigue poniendo todo su empeño en lograr el mejor sonido y salvo pequeños problemas puntuales, el sonido fue bueno en el Iradier Arena.
Ambiente.Texto: Borja Triviño
Rat-Zinger que llegaba desde Bizkaia fue la banda encargada de arrancar a las 16:00h. con los conciertos en la jornada inaugural. El cuarteto bilbaíno, aunque recortando considerablemente su repertorio, ofreció en el Gasteiz Calling un set cargado de rabia y contundencia sonora.
Canciones más recientes como "Ya no quedan días de gloria" que forma parte de "Santa Calavera", último trabajo publicado este mismo año y otras más veteranas como "No habrá piedad para nadie", "Larga vida al infierno" o "9mm" formaron la descarga ofrecida por Rat-Zinger ante un público que poco a poco iba dando color a la pista del Iradier Arena y que no dudó en ejecutar los primeros pogos de la cita.
Rat-Zinger. Texto: Borja Triviño
La banda de Mungia, XXL, comenzó a rodar a principio de los 90 en el skatepark local influenciados por bandas como Green Day y con los que comparten escenario, NOFX. Tras una larga temporada preparando otros proyectos paralelos, vuelven a la carga con su sonido original, más contundente y madurado, pero manteniendo su estilo “skate punk americano”. Vuelven al escenario para presentar un nuevo disco (Borderline) después de un descanso de casi 20 años, desde aquellos primeros discos, “Day bay day” y “Bingo”.
El trío se subió al escenario, en segundo lugar, puntuales a su hora, y cuando todavía el recinto estaba iluminado por la luz del día. Esto no supuso ningún problema para los asistentes, que ya habían ocupado sus puestos frente a él y se disponían a bailar y saltar al ritmo del hardcore melódico. Eran muchos los seguidores que coreaban sus temas, recordando viejos tiempos, pero también cayó alguno del nuevo disco, dando muestra de que, XXL, ha vuelto!
XXL. Texto: Diego Gomez @Jiffhunter
Queremos ver más representación femenina a las cuerdas de la guitarra eléctrica o retumbando en la batería, pero sobre todo, subidas en los grandes escenarios. Al menos tenemos la voz de Sima Brami, al frente de la banda de punkrock que llega desde Tel Aviv, Not On Tour. Se han dejado caer por Gasteiz en su último concierto de la gira por Europa, antes de meterse en el estudio para preparar su nuevo trabajo.
Sobre el escenario del Gasteiz Calling, música cargada de energía, actitud y buen rollo con algún que otro mensaje de fondo de la actual situación entre Palestina e Israel. Temas rápidos y melódicos, perfectamente interpretadas por su vocalista que no nos dejó indiferentes. Imposible no mover las botas del suelo. Buena forma de entrar en calor, además de las resistencias del recinto que, desde el techo, funcionaban “a todo gas” para que no se resfriase ningún punky.
Not On Tour. Texto: Diego Gomez @Jiffhunter
Los belgas, Nations on Fire, saltaron al escenario cuando la noche ya había caído y el recinto estaba casi lleno. Era la primera vez que venían a Euskadi, y David, vocalista, nos hizo saber el aprecio que tenía a nuestra gente, de hecho se le vio durante todo el festival, mimetizado con el público y disfrutando del resto de los conciertos.
Los años han pasado desde sus últimos directos, más de 20 años, pero el ruido de esta banda punk antifascista encendió la mecha rápidamente, siendo muy enérgicos, dando saltos, pegando gritos y mostrando mucha expresividad en la interpretación de sus temas. David hizo partícipe al público saltando al vacío, confiando en las manos de sus seguidores, que le devolvieron al escenario para continuar con el bolo.
Nations on Fire. Texto: Diego Gomez @Jiffhunter
G.B.H. saltó al ruedo a las siete y cuarto de la tarde y siguió caldeando el ambiente con un potente repertorio de hardcore punk. El cuarteto de Birmingham, que “se coló” en la presente edición debido a la baja de The Exploited, puso toda la carne en el asador y revolucionó el panorama con varios temas de su legado, entre los que destacaron “Lycantrophy”, “Sick Boy” y “Give Me Fire”. Auténticos himnos que no dejaron, ni dejarán, de ser bailados.
Colin Abrahall y los suyos una vez más siguieron fieles a su pose y estilo. Tuvieron algún percance vocal puntual pero fue solventado exitosamente gracias al trabajo de los coros. Supieron mantener la actitud que caracteriza a la banda desde hace cuarenta años y una vez más, conquistaron al público. Con la garra que pusieron al interpretar piezas como “City Baby Attacked By Rats” y “Maniac” demostraron que les queda cuerda para rato en los escenarios.
GBH. Texto: Jose Luis Fernández @josfdez
La noche se adentraba con Dag Nasty y su hardcore melódico. El cuarteto estadounidense, liderado por el bajista Brian Baker, aterrizó en el Gasteiz Calling con su formación original. Empezaron su espectáculo con problemas de sonido, y lo percibimos en alguna ocasión más, pero poco a poco consiguieron alentar su show y hacer que disfruten sus seguidores con temas como “One To Two”, y “All Ages Show”.
La actuación de los americanos pudo ser bastante mejor pero fue aceptable. Aunque si preguntáis a sus incondicionales seguro que dicen que fue memorable. Solo había que ver lo que disfrutaron unos cuántos bailando varios pogos cuando se entonó “Under Your Influence”, o la feroz “Never Go Back”. Además para el deleite de los espectadores, se atrevieron con “I Don´t Wanna Hear It”, versión de Minor Threat, para dejar un buen recuerdo en el Iradier Arena.
Dag Nasty. Texto: Jose Luis Fernández @josfdez
Cockney Rejects llevó en volandas a todo el público con un agitado concierto que incitó al baile y al descontrol. El cuarteto londinense demostró con creces porque son uno de los grupos pioneros del punk oi! Canciones como “War On The Terraces”, “Bad Man” dejaron claro que a pesar del paso del tiempo siguen en la brecha sin perder ni una gota de su esencia. Su actuación pasó sin sobresaltos gracias a la calidad y buen hacer en cada corte interpretado.
El vocalista, “Stinky” Turner derrochó energía por los cuatro costados, moviéndose de lado a lado con posturas de lucha boxeadora. Y esa actitud dinámica contribuyó a subir los ánimos hasta en las gradas. “Hooliganismo” musical constante que tuvo su máximo esplendor con los temas “I´m Forever Blowing Bubbles”, popular himno del West Ham, y con “Oi! Oi! Oi”, que prácticamente es su pieza de referencia. Conciertazo, en mayúsculas.
Cockney Rejects. Texto: Jose Luis Fernández @josfdez
Aun no siendo el cabeza de cartel de la noche, los suecos Refused eran los grandes reclamados por los asistentes, que volvían a Gasteiz desde aquel Azkena Rock Festival del 2016. Con un llenazo de la plaza multiusos, la pista rebosante y las gradas sin apenas asientos libres, comenzaron el concierto con un ambiente misterioso, casi mágico, entre sobras y luces, para desgarrar sus voces y guitarras con un control absoluto sobre su repertorio musical.
Empezaron potentes desde el primer minuto, dejando para la recta final su tema más esperado y conocido, "New Noise". Puesta en escena con su elegancia habitual, en contraposición al sonido hardcore punk mientras el cantante, Dennis Lyxzén, hacía girar y volar su micrófono, como si de un lazo de rodeo se tratase. Exitazo rotundo.
Refused. Texto: Diego Gomez @Jiffhunter
Soziedad Alkoholika jugaba en casa y se metió al público en el bolsillo. Sin ninguna duda tuvo una de las mejores puestas de escena de todo el festival. Además de tocar con la gran calidad sonora a la que nos tienen “malamente” acostumbrados, los vitorianos ofrecieron un magnífico espectáculo visual utilizando cañones de humo y un impresionante juego de luces. En cuanto al repertorio... impresionante. “Ratas”, “Peces Mutantes”, “La Aventura Del Saber y “Cuando Nada Vale Nada” fueron buen ejemplo de ello.
El quinteto vasco arrasó como un torbellino. No dejaron títere con cabeza con temas como “S.H.A.K.T.A.L.E.”, “Pauso Bat”, “Ciencia Asesina” y “Estado Enfermo”. Juan se dirigió al público en varias ocasiones, destacando el recuerdo a los detenidos en Altsasua antes de interpretar “Palomas y Buitres”. Demoledores en cada corte, y fuertemente vitoreados al despedirse con “Nos Vimos En Berlín”. S.A. dejó claro que en la capital vasca también hay nivel más que de sobra.
Soziedad Alkohólika. Texto: Jose Luis Fernández @josfdez
Suicidal Tendencies puso punto y final a la primera jornada con su dinamita de hardcore y trash metal. La gente tenía muchas ganas de ver a este grupo en acción y la espera mereció la pena. Sobre todo al ser testigos de “pepinazos” como “Possessed To Skate” y “War Inside My Head” y por poder disfrutar como enanos con himnos consagrados como “I Shot The Devil y “You Can´t Bring Me Down”. El espíritu underground sigue corriendo por las venas de los californianos, dio gusto comprobarlo.
Mike Muir, constantemente en movimiento, agitó a la masa cantando, y el actual bajista Ra Díaz no paró de alentar al público a involucrarse. Todo esto se tradujo en un furor álgido visible pogo tras pogo. Para rematar, terminaron el concierto con una invasión brutal en el escenario, con una multitud de personas aupando en lo más alto al cuarteto americano. Bonita forma de culminar la noche. No es fácil cerrar un festival de este calibre, pero ellos supieron cómo hacerlo.
Suicidal Tendencies. Texto: Jose Luis Fernández @josfdez