El viernes 14 de diciembre era un día marcado en el calendario desde hacía un par de meses; Madrid tenía una cita con el punk-rock de Euskal Herria que sería muy especial por varios motivos, y acudió un numeroso público de todas las edades para disfrutar de un concierto como los de hace tiempo, lleno de buen rollo y diversión.
Abrieron la tarde-noche Las Sexpeares, que tuvieron que anunciar ese mismo día en sus redes sociales que empezarían un poco antes de lo previsto. Esto quizá hizo que hubiese poca gente durante su concierto, pero aún así este trío de Baracaldo lo dio todo, se marcaron un repertorio de doce temas sin apenas respirar.
Punk-rock sin ataduras, canciones rápidas, cañeras y con melodías pegadizas que animan a la gente a moverse y cantar. Además, sin hacer grandes aspavientos sobre el escenario ni interactuar demasiado con el público, lo que desprenden Belén (guitarra y voz), Aitor (bajo) y María (batería y coros) es pura actitud. Después de diez años están más en forma que nunca presentando su nuevo EP “Somos lo peor”, del cual tocaron sus cinco pistas. También temas de su disco “Me fui de casa” como “No vuelvo a beber”, tema que anunció Belén después de dar un trago de su cerveza en uno de sus pocos respiros.
Las Sexpeares
En 1994 vio la luz el mítico disco de Piperrak “Arde ribera”, y el pasado viernes, veinticuatro años después, vino su cantante Josetxu con su nueva banda, y ardió Madrid.
Josetxu Piperrak & The Riber Rock Band vinieron a la Sala MON a presentar el disco con el llevan girando todo este año por España y Sudamérica, “Gritando otra vez”. De él tocaron varios temas como “Libertad de expresión”, con la que abrieron el concierto, “Donde está” y “Mi generación”.
Aún así, como reconoció Jose, el guitarrista, mucha gente no se sabía todavía los temas de este nuevo disco y estaba deseando oír los clásicos de los dos discos de Piperrak que se han convertido en himnos de varias generaciones. Así, no pudieron faltar temas como “Piperrak”, “Demokratzia”, “Ke le voy a hacer”, y por supuesto “Mi primer amor” y “Kualkier día”.
En este último dejaron que el público se desgañitase cantando la letra tan de sobra conocida, y por supuesto durante todo el concierto fueron varias personas las que invadieron el escenario para cantar.
El concierto del cuarteto de Navarra también fue pura tralla sin descanso, más de quince temas parando lo justo para saludar al público y dar las gracias. Desde que Piperrak sacó el DVD en concierto “La kemos liau” en 2008 y se separasen poco después, no habíamos tenido noticias de Josetxu, pero parece que ha vuelto para quedarse, y desde luego le queda cuerda para rato.
Sigue paseándose por el escenario con aire desgarbado, y casi sin esforzarse canta todos los temas con su voz característica. Y en esta nueva etapa se nota muchísimo el salto de calidad al rodearse de músicos jóvenes y talentosos como Iñaki, David y José, que hacen que tanto los temas antiguos de Piperrak como los de "Gritando Otra Vez" suenen a la perfección en directo.
Josetxu Piperrak and The Riber Rock Band
Y poco tiempo despúes de acabar el concierto de Josetxu, llegó el momento álgido de la noche. Parabellum sube al escenario, la sala está llena y se sienten las ganas mutuas. A boca tapada con una mordaza suenan los primeros acordes de la instrumental, recordándonos parte de su esencia de compromiso de este mítico grupo contra cualquier forma de opresión a la cultura. Por delante hora y media sin parar sonando himnos del punk levantando al público.
En esta cita en Madrid y la de Bilbao del próximo 22 se cierra una gira potente con la que Parabellum está dejando un muy buen recuerdo de los conciertos a jóvenes y veteranos y que dejarán inmortalizado con la grabación de un DVD en ambas fechas. Siempre habrá alguna canción que falte, es imposible tocar todos los temas de este grupo de amigos de la margen izquierda del Nervión. Hicieron posible la presencia de Lera lamentablemente fallecido en 2014. Su pañuelo y su guitarra sobre el escenario, y su recuerdo y admiración constante que se hizo protagonista sonando “Verdad o mentira”, un momento emocionante del concierto.
Parabellum hace gala de su honestidad, se muestran humildes, sinceros, como ellos son, con ganas de pasarlo bien, lo dieron todo, y la alegría les fue devuelta por los que estábamos allí. Todos los clásicos que sonaron, pocos quedaron en el tintero, fueron jaleados. Canciones como “La locura” o “Envenenado” revolucionaron la sala hasta los cimientos aunque el ambiente no decayó en ningún momento.
Entusiasmados algunos de los asistentes no pudieron contener la emoción de subirse a cantar con los músicos de la actual formación. Y es que no solo estuvieron a la altura sino superaron expectativas. El momento de cerrar el concierto llegaba con “La vela que se apaga”, muy celebrada por los asistentes, “Imaginas” y “Bronka en el bar” para terminar con la versión de “Un día en Texas” de Parálisis Permanente. El momento de la despedida llegó y una vez más, Lera estuvo presente, con su instrumento en manos de sus leales amigos.