“¡Tu ser, tu fe!“ Debe ser mi grito de guerra y una emoción…”¡Mi religión!”
Caminaba sin alma, buscando evadirme y volar. Abatido, alejado y asumiendo la soledad, cada paso que doy, cada huella borré silenciando tu voz… Me inventé un “Héroe” que me salvó.
Mi pasado solo es una historia, así que “Limítate” a ver como paso, porque sabes quien soy y voy a asegurarme de no gastar ni un solo minuto en tener que decir más. No mereces la pena porque no sabes ni donde ni cuando hay que bajar y a mí nada me hace daño ya.
Hay un “Antes y después” en el que pasas de querer echarte a un lado, abandonar y jamás recordar, a tomar una decisión que acertada o no, debes afrontar. Recordar u olvidar y yo, “No sé decir adiós”, no quiero olvidar. El tiempo te dará “Tu medicina” y si bien rompe la crónica de esa relación tormentosa, afianza ese mensaje positivo de estar armado de ilusión, conservando tu orgullo y creer en ti, pues es la única manera de sobrevivir.
Cuando uno se ha curado, empieza a curar “Un mundo en pausa” que está sumergido entre la vanidad. Sin aceptar imposición quizá no merecemos más si consentimos cualquier decisión y dan ganas de ir hacia la yugular con instinto animal, pero no quiero maltratar, no quiero despreciar, no quiero ser “Irracional” e “Imaginé” desear que es verdad lo que soñé, marchar sin tropezar. Ahora sé que no hay nada más que el momento, no quiero ver más allá.
Dejando atrás nuestros anhelos e imaginaciones volvemos a un mundo sucio y bastardo en el que un “J.F” desde un puto despacho viene a jodernos más y más, pero nunca voy a darle la satisfacción de ver en mí a un perdedor. Con las heridas curadas, consciente de mi alrededor y desde mi “Habitación 106” te grito hasta quedarme afónico
“Despiértate, que el siguiente vas a ser tú”.
Cuando se encienden las luces solo queda por decir “GUAU”. Para este que escribe tan sólo una palabra describe el concierto, obviando la caña de Paco Sánchez y Álvaro Tenorio; la distorsión de Luis Tárraga y Ken, y la inconfundible voz de J.Molly y sus saltos por el escenario con el incombustible Tárraga…me quedo con CATÁRTICO.
Nadie con un mínimo de empatía, visión crítica y con un mínimo de bagaje emocional quedará indiferente ante las letras, los ritmos y la contundencia de este “Berlín” de los Hamlet. Deseando volver a teneros delante. |