Una de las citas imprescindibles del mes de febrero en la tierruca, fue el concierto de Romanthica en el Black Bird la noche del 23 de febrero, un grupo que nos dejó muy buenas sensaciones cuando les descubrimos compartiendo cartel con HIM en el 2017, una de las citas programadas en aquella época para promocionar el Año Jubilar Lebaniego, donde los barceloneses ganaron la partida a los fineses, y no lo decimos nosotros, sino que fue una opinión generalizada de aquella cita.

Un día difícil, muchos conciertos cercanos y competencia directa con otras bandas tipo Hamlet que tocaban en la ciudad próxima de Torrelavega, pero la buena promoción del bolo, las ofertas de última hora en la que podías llevar a un coleg@ con tu entrada y la buena disposición de los grupos, al final, el Black Bird atrajo a un buen puñado de seguidores y curiosos que disfrutamos de una buena noche de metal.

Dos grupos, 4 Villains desde Bizkaia y los protagonistas de la noche, Romanthica. En un principio iban a ser tres formaciones, pero lamentablemente Mikan Obscure no pudo actuar esa noche, noticia que nos llegó a principios de la semana del concierto.

Llegamos a mitad del concierto de 4 Villains, entre compromisos de última hora y que aparcar en Santander es una misión altamente difícil sobre todo los sábados, nos plantamos en el Black mientras la banda bizkaína interpretaba la conocida versión de The Cranberries “Zombie”. Allí nos topamos con una formación mixta, con voz y bajo femenino y guitarra y batería masculino, con una puesta en escena   por parte de la vocalista digna de mencionar, llevándose ella sola casi al completo el peso de la actuación, con sus gestos, movimientos y signos, además llevaba la cara pintada, una mezcla de muñeca y payaso, eso sí, con un toque diabólico.

Un grupo para ver en directo, a más de uno nos dejó con la boca abierta siendo unos desconocidos por completo por estas tierras, 4 Villains se metieron al público en bolsillo dejándonos hipnóticos mientras avanzaba el concierto, con esos temas cantados en inglés, alguno en castellano y otro en euskera como “Zoroen Jokoak” que apareció casi al final del concierto.

Temas que nos dejaron buenas sensaciones, “Romanticide” o “Out of control”, pero que no hemos escuchado de nuevo a no encontrar material de la banda por la red de redes, suponemos que pronto lanzarán un primer disco con estos temas que escuchamos en directo en el Black Bird, y alguno más que se guardan en la manga.

Al ser una banda relativamente joven, sus composiciones se quedan cortas para completar un concierto entero, así que tiraron de versiones, una de ellas el “Radioactive” de Bullet for My Valentine, tema en el que su cantante dijo que, seguro que nos la sabíamos, eso sí, si nombrar a la banda que compuso el tema para no dar pistas. También nos moló el corte “Lalala”, jugando a ser una muñeca mala, luego, al terminarlo se presentaron uno a uno.

Y ya para terminar, el tema en euskera que antes mencionamos, “Zoroen Jokoak”, dándonos igual que fuera en sueco o finlandés, lo principal es que hay que moverse dijo la voz principal, y una vez finiquitado se descolgaron los instrumentos y se despidieron, pero al ver que Romanthica aún estaba afinando los instrumentos y viendo que les daban permiso para tocar un tema más, se pusieron manos a la obra con otra versión, “Killing in the name” de Rage Against The Machine, un tema muy socorrido para terminar una actuación.

Banda a seguir de cerca, sé que es una frase hecha, pero es verdad, nos dejaron muy buenas sensaciones, ahora sólo queda a esperar a su primer larga duración o Ep, nos da igual, pero queremos los temas para escucharlos tranquilamente en cualquier lugar.

Allí estaban, los protagonistas de la noche, Romanthica para darnos un conciertazo de hora y media tal como nos prometieron, repasando toda su discografía sin olvidarse ninguno de sus temas emblemáticos, los barceloneses son una banda con una calidad impresionante, tanto a nivel compositivo como interpretativo, empezando por David a la voz donde la comparación con Héroes del Silencio es inevitable, luego las guitarras de Rubén y Sergi, da gusto verles tocar, Juan Carlos al bajo marcando posición y Emy a la batería, haciendo una banda sólida y sin fisuras.

Venían a presentar su última obra “Músicas para el Fin del Mundo”, por eso la mejor forma de empezar es con el tema que abre el disco, “Esta Oscuridad”, comprobando de primera mano la voz limpia de David, que parece que estamos con él en un estudio de grabación porque es idéntica a la que nos encontramos en los discos. Después, la segunda pista del LP, “Solo si estás”, “Lo que tú me das” o “Despierta”, eso sí, alimentadas con los samplers que lanzan de forma automática.

En el 2014 la banda sacó “Eterno”, anterior trabajo en estudio con el que empezaron a darse a conocer, de él interpretaron “Muriel” que fue el segundo single de aquella época para regresar a las novedades como “El Cuento del Sol y la Luna”, un corte que realmente impacta y te llega muy adentro. También entró en escena “Dos Corazones”, un tema de “Músicas para el Fin del Mundo” que adelantaron en su día cuando grabaron el disco en directo “MMXVII” en el 2016, según nos comentaron. En este instante, la banda dio las gracias al público por ir esa noche a verles, indicando que es importante apoyar los conciertos en salas pequeñas.

Romanthica es un grupo serio sobre el escenario, pero eso no quitó para bromear antes de tocar “Efímero”, recordando su anterior visita a Santander donde Him, entre risas, fueron sus teloneros, posteriormente, en “Cuchillos de Neón” Mikan se subió a colaborar como segunda voz, Mikan iba a tocar esa noche, cosa que no pudo ser como comentamos a inicio de esta crónica, pero no se quiso perder la cita dada la amistad que tiene con David y el resto de componentes del grupo.

Un concierto de Romanthica no estaría completo sin el tema “Al Final”, oficialmente es la primera canción compuesta por la banda y a día de hoy imprescindible en sus directos, al igual que “Mercurio” donde la complicidad entre todos los miembros del grupo era latente, guiños, poses, movimientos, se trata de una banda compenetrada hasta límites insospechados. Y tras dar las gracias al público nuevamente, por asistir, terminaron con “Músicas para el Fin del mundo”.