Tras su exitosa Gira Detroit, que les llevó a recorrer todo el país a través de más de 100 conciertos, los madrileños Miss Caffeina han vuelto a los escenarios con la Gira Mahou, presentando su nuevo disco “Oh Long Johnson”. Un tour en el que visitaran un total de 14 ciudades españolas y el cual finalizará el 11 de octubre con una actuación en una ciudad sorpresa. Nosotros pudimos acudir el pasado 28 de marzo a la sala Sonora de Bilbao, actuación que daba comienzo a este  trayecto.

El concierto comenzó a las 21:00, con la sala a rebosar de gente, y aquello parecía una fiesta. Aun siendo jueves, ese rock con ritmos electrónicos con el que se identifica al grupo y el buen rollo que transmite Alberto Jiménez, cantante del mismo, hicieron moverse a todo el público desde el inicio. El grupo indie saltó al escenario como siempre, acompañados del sintetizador, guitarras, bajo y batería. Dieron el pistoletazo de salida, como no, con el tema “Oh long Johnson”, que como ya hemos mencionado, da nombre a su último disco.

Pudimos disfrutar de muchos de los temazos de la banda, algunos de su último disco y otros de anteriores, como “Merlí” o “Ácido”. En mitad del concierto interpretaron varios temas más “tranquilos”, contandonos que aprovechaban la ocasión de estar de gira para hacerlo, ya que en los festivales son canciones que no suelen tocar. Tras esta breve “relajación” volvieron a la fiesta. Antes de llegar al final, Alberto Jiménez bromeo con el público pidiendo que cuando terminara el concierto gritasen por más canciones, admitiendo que era algo que echaba mucho de menos depues de estar un tiempo fuera de los escenarios.

Tras interpretar “Mira como vuelo” parecía que había terminado el concierto, pero entonces, a grito del público como estaba acordado, el grupo volvió a salir al escenario. A nuestro parecer fue el mejor momento de todo la noche y es que no nos sorprendieron con uno, sino que con cuatro temas más, entre ellos una increíble versión de “Freed from desire” que hizo temblar toda la sala.

Sin duda un concierto único que hizo que todos los allí presentes saliéramos de la sala con una sonrisa.