Rivas, 11 de mayo, 15:32. Hace un sol de justicia. O, mejor dicho, no es para nada justo que haga un sol así. Sobre todo, para las compañeras que tienen que tocar ahora en breve.
A las 15:50, puntuales, abren fuego Yo No Las Conozco. Sí que las conozco, he tenido la suerte de compartir tablas con ellas en un par de ocasiones, en el Bellota Rock, y en la movilización popular Leganés Para Todas, donde se metieron en el bolsillo a todos los asistentes. Siempre comprometidas, nos traen un punk de sabor teenager, americano.
Desplegaron una base compacta y contundente con una voz que a ratos me recuerda a Elektroduendes, a quienes de hecho versionaron, con la tan conocida Salgo a la Calle. En la jornada de hoy, cargaban sobre sus hombros el peso (necesario) de visibilizar a las mujeres sobre el escenario. Y así lo hicieron, ante un público siempre creciente y agrupado en torno a la sombra del escenario.
Yo No Las Conozco
Gritando en Silencio representan el rock and roll urbano tal y como lo conocimos en los 90. Cargado de poesía y sentimiento, aunque quizá se eche en falta algo de contacto con la realidad social. Arrancan con una de sus más conocidas, ¿Dónde te has quedado?, haciendo gala de un sonido consistente que denota trabajo y tablas acumuladas.
Lo suyo es esto, "el maldito rockandroll". Y no es farol, saben lo que hacen, y lo hacen bien. Pocas guitarras se encuentran con este sabor a siglo de hoy. Hacia el final del concierto ya se ha acumulado una cantidad de gente considerable para disfrutar con la última de su repertorio de la jornada, A la Luz de una Sonrisa.
Gritando en Silencio
18:10, comparece el padrino. Gatillazo nunca defrauda. Duele al entrar, como un supositorio, pero luego te hacer ver con claridad. Arde París, arden Roma y Berlín. Rivas también arde, y no sólo por el sol abrasador. Gracias, Evaristo, por recordarnos un mensaje que deberíamos tener más que asumido, que Nunca más putas religiones, aunque todavía campen a sus anchas. Que queda oculta mucha Fosa Común, Y bien orgullosos que están los fascistas de ello.
Gracias, porque hace falta alguien que diga que en pleno siglo XXI sigue habiendo esclavos. Simpáticamente. Ese es Evaristo. Y que nunca cese, por favor. Intento escribir sobre la autenticidad y el coraje que me parece volver a tocar Vendido y reutilizarla contra sus detractores, cuando me arrancan el vaso, el cuerpo, y la mente, empieza a sonar Txus. A partir de ahí, se desata una vorágine que no cesa hasta el final del concierto, con Odio los partidos. ¡Hasta la próxima, jefe!
Gatillazo
18:41, Koma siempre estuvo a otro nivel, y eso no ha cambiado. Tremendos en forma y fondo, poco se notan sus recién adquiridas canas. El sonido más contundente y agresivo de todo el día, al menos hasta el momento. "No hay que coger prisioneros", toda una declaración de intenciones. Repaso por su repertorio clásico: Vaya Carrera, El muro de Berlín, Imagínatelos cagando, y Sakeo, coreado por todo el mundo. Aquí huele como que han fumado. No he sido yo, tal vez mi gente.
También huele como a “explotao”. Ha sido Mi jefe, seguro. Por eso, por explotador, se lo merece. Un monumento. Ya sabéis donde. Ha sido un bolo intenso que no puede terminar sin mi preferida, Degüelto. Nos recuerda que “Jamás nos gobernó ningún estado”. O por lo menos, no este estado. Grandes, Koma.
Koma
21:23, rugen las sirenas, suenan los timbales, las pantallas muestran la bandera tricolor con la estrella roja de tres puntas. Comienza Boikot, y lo hacen con Jarama, tema que toma nombre del corto dirigido por el propio Alberto Pla, merecido homenaje a las Brigadas Internacionales, máxima expresión de solidaridad entre pueblos, y el apoyo que estos hombres y mujeres nos brindaron en el momento más oscuro de nuestra historia.
El directo de Boikot ya lo conocemos a estas alturas, ofrece un espectáculo completo de música, luces e imágenes sobre un escenario concurrido de intérpretes y colaboradores. Como novedad, Julio Maloa aporta valor con sus versos, sus saltos y su mensaje anticapitalista, aunque no puedo evitar pensar que podría aprovecharse algo más su talento. Repertorio fuertemente basado en el Amaneció, temas pogueables, pinceladas de folk en versiones como Ska-lashnikov o Bubamara, música balcánica con letra en castellano fuertemente inspirada en los versos de Miguel Hernández, al que no estaría de más citar. Para terminar, la archiversionada Cualquier Día y otra de las épicas del Amaneció, Grito en Alto. ¡Salud!
Boikot
23:10, comienza a sonar la intro, Poder p’al pueblo. Homenaje a los libertarios que lucharon en la guerra civil. ¡Y comienza la Estampida! ¡Suena el Gato ska! Vaya ganas antológicas tenía de ver a Ska-P. He tenido muy pocas ocasiones desde que los escuchaba en mi walkman a los catorce años, y es como volver a ser joven. Vuelven ahora, con Eloi Yebra encarnando al Borbón, que nos cuenta sus penas y lo poco que le importan las nuestras.
De su mano veremos una espectacular puesta en escena en temas como Crimen Solicitationis, que confirmará el gran aporte de este actor como showman de la banda. Muchas me dejo en el tintero, aunque no tocan una mala. Legalización, Imposible no olerla. Ya es leyenda viva. Niño soldado y lo rentable que resulta el sufrimiento en África. Suena el himno de EE. UU. en una cajita de música, la cajita de pino para sus víctimas. Ya llegó el Tío Sam, una vez más Eloi caracterizado, jugando con la bola del mundo como si de una pelota se tratara, al más puro estilo Chaplin en El Gran Dictador. “¡Fuera tus sucias manos de Venezuela!”
Tengo un niño detrás, de unos quince. Se las sabe todas, y no duda. Me recuerda a mí, a su edad, con mi walkman. Probablemente si no hubiese escuchado Ska-P, no me habría hecho muchas preguntas necesarias. Igual necesitamos a Ska-P, y que llene estadios con su mensaje. Igual así podemos cumplir nuestro papel de mantener viva la llama para las generaciones futuras. El repertorio no cesa. No lo volveré a hacer más. Sobre cómo nos obligamos y nos obligan a beber. Y de una droga a otra, que tantas vidas truncó, y vivimos tan cerca en muchos barrios, Mis Colegas. De rabiosa actualidad, Intifada. Brutal directo para contarnos algo que todo el mundo sabe y que a muy pocos importa. Esto se está acabando, pero llega el momento más cómico de la noche, con Romero el madero, vestido de Piolín. Le pareció ver una linda urna. Y dedicado a la “derechita valiente”, a la mierda,
Reaccionarios. Os hemos echado en las urnas, y en nuestros barrios seguís sin tener cabida. Se ha hecho corto, pero no lo ha sido. No podrían terminar de otra forma, más que con un homenaje a tod@s los asistentes, el Vals del Obrero. Nuestro vals.
Ska-p
1:18, hemos sobrevivido la estampida ¿sobreviviremos al infierno? Encontramos a los amigos perdidos durante la noche, entre un público que merma. Zoo es una fusión imposible entre rap, sonidos electrónicos, un cierto ritmillo reggae y un fuerte mensaje contracultural, agitado fuerte, sin hielo, y servido en valencià. Es distinto a las bandas que hemos disfrutado el resto del día. Es Zoo. Simpática la aparición de un pequeño rapero, invitado desde Vallecas, al que cedieron un pequeño fragmento de su tiempo. Cosas del demonio.
De nuevo, alusión a la polémica edición de Eurovisión “celebrada” en Israel. Ya demostraron su compromiso visitando los territorios ocupados de Palestina y nos legan, #ZooZonaZero, con su música e imágenes de dicho viaje. “Todos somos presa del capital”. Y llega el momento cumbre, lo presiento. Parpadean las luces. Tirar el muro. Abrir la Jaula. Corvelles. “El poble salva al poble d'eixos putos merdes”. Ventiladors, otra de las grandes, dedicada a los presos políticos reprimidos por el estado. Momento de gloria para Vull, tema bailable y que tan buenas vibraciones transmite, y como outro, su visión ya famosa de Esbarzers, de la Gossa Sorda.
Zoo
Ha sido un día largo, estamos ya con batería baja, pero no nos vamos todavía a dormir. Kebab y cafeína para la última cita de la noche, que es con Trashtucada. ¿Traen la revolución en el corazón, nos comentan, y están, ¿De Festi? ¡Vale! Entre su música, autodefinida como Reggaefunkypartypastilatinhiphoprockeidomastoideo me quedo sin duda con el tema KO Boeing 747, de letra antibelicista, single y videoclip de su disco Tírate del Puente.
A estas horas de la noche en las que el mensaje se vuelve superfluo, “hay veces que lo pequeño se hace grande. Hay veces que la fiesta se hace rave”. La gente restante da fe de ello, y desde luego que siguen gozando de la actuación de los gaditanos, que no dejan un momento de respiro y ponen el broche final a un Rivas Rock que ha dado mucho de sí. Sin duda, ¡nos veremos en el próximo!