Quien ahora mismo no sepa quienes son Los Zigarros es que anda muy despistado en esto de la música popular o es que solo tiene oídos para el reguetón. Son, sin lugar a dudas, la sensación del momento y en los que tienen puesta su atención y sus máximas esperanzas los amantes del rock and roll. Su prestigio se lo han ido labrando poco a poco, sacando nuevos discos con intervalos de tres años entre ellos. Pisando sobre terreno seguro mientras iban avanzando. Evolucionando poco a poco.
A los más veteranos despistados quizá les habrá ayudado a conocerlos el que fueran teloneros de Rolling Stones en su última gira por España; aunque para los más jóvenes igual Rolling Stones tan solo sea un grupo de viejos que tocaron con Los Zigarros, ya que actualmente hay demasiadas personas de más de treinta años a las que les gusta el rock and roll y, aunque siguen a grupos actuales de este género, no han escuchado en su vida a los Stones, referente para sus grupos favoritos. Resulta incomprensible que esto suceda, pero es el panorama que hay.
En mayo Los Zigarros llegaron a sala But de Madrid para presentar “Apaga la radio”, su último disco, teniendo que habilitarse una segunda fecha por la rapidez con que se agotaron las entradas; segunda fecha en la que el aforo también estuvo completo.
Estuvimos en esta segunda fecha habilitada -que cronológicamente sería la primera- para comprobar su estado actual de forma.
Gallos
La banda invitada sería Gallos, quienes, con Nacho Carballo a la guitarra y a la voz y provisto de una placa de sheriff en su pecho, impusieron desde el primer momento el imperio de la ley del rock and roll con gran ímpetu y entusiasmo.
Tocarían “Gallos!”, canción de la que surgió el nombre del grupo, el cual no ha cambiado pese a que ya no sean todos integrantes hombres, pues Laura Solla se ha hecho cargo de la otra guitarra. Entre los nueve temas que ofrecieron estuvo “Tal vez el rock and roll”, su canción más conocida. Acabarían con “Squirt”, de la que no entraremos en muchos detalles ya que últimamente parece que abunda la gente demasiado sensible.
Al final de la canción, Nacho, de espaldas y tocando la guitarra, se dejaría caer sobre el público de las primeras filas, estando a punto de que su piscinazo acabara con su cuerpo golpeando contra el suelo de la sala. Le salvaron de que esto ocurriera cuatro seguidores de la banda que le sostuvieron en el último momento.
Gallos
El turno de Los Zigarros empezaría, al igual que su último disco, con “La Trampa” sonando de introducción. En la última parte de la canción saldría la banda para empezar a tocar a continuación, haciéndolo con el primer sencillo, que también da título al disco. Refleja una situación que se viene dando muy a menudo actualmente: “Una nueva banda llena La Riviera, no hay rastro de ella en tu cadena”.
Hasta ese momento quedaba la duda de cómo estaría Álvaro, quien viene arrastrando molestias en una pierna que afortunadamente esa noche le dejaron tranquilo y no tuvo que tocar sentado, lo que le hubiera restado vistosidad al concierto.
A partir de “Apaga la radio” irían ofreciendo su colección de canciones imparables e incuestionables, tanto del nuevo álbum como de los dos anteriores. Tanto de situaciones que todo el mundo reconoce como: “anoche era un tigre y hoy soy un ratón” (¿cabe mejor definición de una “Resaca”?); como la actitud que refleja “Odiar”, algo que ocurre muy a menudo en estos tiempos.
Muy al contrario los hermanos Tormo disfrutaban sobre el escenario y contagiaron a todos cuando interpretaban “Mis amigos”, “No obstante lo cual”, “¿Qué demonios hago yo aquí?”, “Voy a bailar encima de ti” o “A todo que sí”.
Mientras tanto los más jóvenes bailaban en las primeras filas, y los más veteranos ocupaban zonas más retiradas del escenario, aunque no dejaban de vivir el concierto con intensidad, dada la poderosa pegada que el grupo tiene en directo.
En cuanto a los invitados, en esta primera noche pudimos ver a Ángel Vera, armonicista que suele colaborar con ellos tanto en disco como en sus conciertos, así como con otras bandas valencianas de rock tales como Badlands, por ejemplo; saldría para tocar en “Cayendo por el agujero”.
Los Zigarros
Últimamente cada vez que huele a rock and roll por Madrid aparece Al Dual. Estuvo el mes anterior de invitado en el concierto que celebraba los cuarenta años de Los Rebeldes y también vino de Murcia esta noche. Con la novedad de que se había cortado el flequillo para esta ocasión. Ovidi lo presentaría como un amante del rock and roll primigenio. Pondría su guitarra y su voz en “Hablar, hablar, hablar”, la canción de rock and roll más clásico de Los Zigarros, la cual recuerda en algunos momentos la frescura de Tequila. Aunque bien es verdad que en otras composiciones la música de Los Zigarros es más compleja, con multitud de influencias, hay ramalazos de hard rock desde el primer disco. Así, en momentos de “Malas decisiones” suenan a AC/DC indudablemente.
En “Dispárame”, la cual abriría el bis, también hay dosis de hard rock. Antes de empezar a tocarla habían pedido palmas al público para calentar el ambiente, algo que conseguirían enseguida.
También ellos demostrarían que están “Dentro de la ley”; pero a su manera, con descaro y socarronería, como es su habitual proceder. Con este tema acabarían el concierto.
Ahora mismo Los Zigarros mandan en el panorama del rock and roll en castellano.
¿Cómo seguirán evolucionando a partir de ahora? Para ello quizá haya que esperar tres años. Se nos va a hacer muy largo sin material nuevo...