Viernes  24 de mayo por la tarde, estábamos en Iruña, con un clima para el fin de semana un tanto incierto pero con la certeza de que por delante teníamos un fabuloso maratón de música en directo.

Nos dirigimos al recinto Navarra Arena, que es donde se celebraba este año el Festival, situado en ediciones anteriores en la Ciudadela. Personalmente soy más partidario de poder disfrutar de los conciertos al aire libre siempre que se pueda en festivales así, no obstante dado el tiempo que parecía que íbamos a tener parece que el nuevo emplazamiento  cumpliría su función perfectamente. Revisamos el material: cámaras ok, baterías: ok Motivación: ¡Por las nubes! Y una vez que ya teníamos nuestras acreditaciones y tras el rutinario control de seguridad entramos dentro. Bajamos por una rampa dejando atrás la luz del día y adentrándonos en la oscuridad de lo que sería nuestro "hogar" los próximos 2 días.

Pasad y poneos cómodos, ¡Esto es Iruña Rock 2019!

Llegamos con algo de retraso, Cuatro Mares ya habían impregnado el festival con su rock'n'roll, y a Flitter solo les vimos las cuatro últimas canciones, ya lo sentimos.

La cantante argentina Sara Hebe llegó a Pamplona para traer el hip hop al festival y convertirlo en una confluencia de diferentes estilos y ritmos musicales. Sus canciones van desde el rap al punk, pasando por el reggaeton y la cumbia, sobre una base atronadora cuyos grabes a todo volumen hacían vibrar el pabellón.

Tanto ella como el teclista mostraban polivalencia al intercambiarse con la guitarra, mientras el batería no tenía mucho que tocar… ya que el tipo de música no lo requería. En su directo sonó una versión de Prodigy que reventó por completo el recinto.

Tras calmar la sed con una cerveza bien fría, ya que después de tres conciertos, la sed apretaba, dio comienzo el cuarto concierto del día. Pisaban el escenario Sons of Aguirre & Scilla, grupo que aunque conocía de oídas personalmente no había escuchado ni visto en directo nunca. Sus letras, cargadas de parodias y burlas convertidas en crítica social al sistema capitalista actual, penetraban en nosotros sin dejarnos indiferente. "Vete a Cuba" "Explotando" o "Mata a tu coach" son algunos de esos temas que sonaron por los altavoces. Mucho flow en el escenario y muy buenas letras sin dejar de lado la propuesta musical. Su propuesta de Rap –Metal acababa de convencerme.

Muchos éramos los que esperábamos a Valira, con Juan Zanza al frente, después de que la exitosa banda, La Raíz, en la que tocaba la guitarra, nos dijese hasta pronto. Un rollito más tranquilo, pero con ritmos pegadizos, dan forma a su nuevo trabajo donde es el vocalista principal de sus propias letras. El disco "Ecos de Aventura", incluye los temas "Corazones ambulantes" y "Guerra fría", que sonaron en su directo.

Un directo en el que tuvieron unos pequeños problemas de voces al principio, pero que acabaron por solventar. También se atrevieron con una versión de Mala Rodríguez "Quién manda". Ya sabíamos que no son La Raíz, pero nos gusta y seguiremos su nuevo proyecto musical.

Eran las 20:50 y recién llenados el estómago nos dirigimos prestos a lo que sería uno de los momentos álgidos del festival. Por los altavoces sonaba la marcha Imperial de STAR WARS, y los galeses Skindred saltaron a escenario. Comenzó el concierto sin titubeos, con caña desde el principio. Destacan: el cantante y Frontman Benji Webbe, quien luce unas llamativas gafas de sol y anclado a un pie de micro decorado con la Bandera de la Unión Jack y un Mikey Demus y su barba pelirroja al más puro estilo ZZtop con su guitarra.

Es difícil describir la música de esta banda, pero quizás si mezclamos un poco de nu metal, reggae, algo de ska  y lo vitaminamos todo un poco, obtengamos la receta musical de esta potente banda.  Teníamos la sensación de estar viendo al joven hijo bastardo de fruto de un encuentro entre Bob Marley y una groupie de Los Clash. Hay que decir que el Navarra Arena empezó a despertar cuando Skindred saltó a escena, y lo hizo al ritmo de temas como "That´s My Jam", "Kill The power".

Potente show en el cual los británicos supieron conectar con el público, interactuando con él en temas como "Machine", donde incluso consiguieron arrancar un buen coro al público y a un servidor con ese estribillo que dice: Rock 'n' roll has saved my soul!!!  Gran concierto y gran sabor de boca. Que continúe la cosa!

Los Soziedad Alkohólika ya son un clásico de los grandes festivales, no se pierden ni uno. Saltaron a escena a las 22:00 de la noche, y no quedó rincón en todo el Navarra Arena en el que no se oyese su potente sonido bajo el doble bombo de la batería que retumbaba sin cesar.
Con más de 30 años de trayectoria, los de Vitoria-Gasteiz no fallan en su thrash metal y hardcore punk; y con un lleno absoluto de la pista, todos gritábamos las letras de sus míticos temas "Piedra contra tijera" y "Pauso bat".

Algo más tranquilo pudimos escuchar una versión de "Hator hator" con la armónica. En cuanto a la iluminación, como viene siendo habitual en sus directos, con juego de contraluces rojos, blancos y amarillos, mucho humo, a cañonazos de humo. Nos lo ponen un poco difícil a los fotógrafos…pero está claro que lo importante es lo bien que suenan en directo! Como coña final, para despedirse…”vivo cantando” a la voz de Juan. Hasta la próxima en Donosti!

A eso de las 23:30 era el turno de Zea Mays. Siempre es un placer ver a esta banda en directo. Su propuesta musical derrocha calidad por los cuatro costados. Eso sí, una propuesta que no consiguió desatar del todo al público, que venía, quizás, un poco flojo de darlo todo en los conciertos anteriores. La banda hizo un gran despliegue de calidad en lo poco más de una hora que estuvo sobre el escenario repasando temas míticos de su discografía como "Elektrizitatea" y "Negua joan da", entre otros.

Pasada la medianoche, ya llevábamos unas cuantas bandas encima ya se notaba un recinto más lleno y eufórico. De fondo una famosa melodía del cine, y en escena irrumpe el Padrino del PUNK con txapela y un jersey atado a la cintura. Eran los Gatillazo con Evaristo al frente.

Mientras las reservas de cerveza se desplomaban en la barra, la euforia y los pogos se desataron a pie de escenario. La gente bailaba, saltaba, los golpes se multiplicaban y, se coreaban todas y cada una de las canciones por encima de la voz de Evaristo.

La banda repasó su discografía con básicos como "Cantilejas" o "Fóllate al líder". Alternados por algunos temas de La Polla Records (mítica banda que está de vuelta y parece que con muchas ganas de comerse los escenarios). Los temas se sucedían y  la gente estaba cada vez más animada. Al ritmo de "Porno en Acción", un personaje bailaba frenéticamente a mi lado como si la electricidad se hubiese apoderado de él.

Mientras tanto en el escenario, punk en estado puro. Evaristo recibió con su cabeza el katxi de cerveza certero, que alguien lanzó desde el público. Nada grave, un pequeño parche para no perder demasiada sangre y a seguir dándolo todo. Evaristo demostrando una vez más una energía incombustible.

Ya entrada la madrugada le tocaba el turno al combo madrileño de metal, Hamlet.  El cantante Molly y los suyos se lucieron en un concierto con un recinto más lleno y con un público ya entrado en calor. Haciendo alarde de una voz imponente que sabe llevar al límite como nadie, hizo de maestro de ceremonias interactuando y haciendo que el público conectase y cantase los temas con él, respaldado por una banda perfectamente engrasada.  "Limítate", "Antes y después" o "Tu medicina" sonaron con contundencia en uno de los conciertos más cañeros del día. Un concierto con el que personalmente disfrute muchísimo.

El grupo de Punk y Oi de la noche eran los madrileños, Kaos Urbano, formado por skinheads antifascistas que desplegaron su rabia a través de letras reivindicativas y de crítica social, coreando estribillos con rápidos guitarreos. Estética punkarra con crestas, tatuajes y mala leche que dan más fuerza aún a sus directos. Antes de acabar su concierto quisieron dejar claro su posición ante el conflicto palestino y la opresión de su pueblo, mediante una pancarta gigante donde se leía: “No al Genocidio”.

La noche se acercaba a su fin pero todavía quedaba un último cartucho, y los Auxili iban a rematar la velada. A pesar de las altas horas de la madrugada y de tocar los últimos, los chavales valencianos dieron el spring final con mucha alegría y energía animando a todos los que nos resistíamos sin querer irnos a casa.

Ritmos de reggae que entremezclan con algo de ska y rap, dando forma a los mensajes reivindicativos de sus letras, escritas en su mayoría en valenciano. Aunque no soy muy de este estilo de música, y el cansancio ya hacía mella en nosotros, hay que reconocer que estos tipos se lo curran y terminaron el primer día del Iruña Rock con el listón bien alto.

¡A coger fuerzas, que todavía queda un día entero por delante! ¡A por el sábado!