Para ser el concierto debut de una banda, no hubo un volumen de asistencia excesivo, pero los que estuvimos lo disfrutamos mucho, que es lo que cuenta. El debut era de los cántabros Dirty Knives, que es el nuevo proyecto que ha emprendido el núcleo duro de Street Vipers tras su disolución a principios de año. Realmente suplen la salida de los dos guitarras con la incorporación de Iceman a la guitarra solista, mientras que Brendo aparte de cantar ahora también toca la guitarra.

El concierto tuvo un comienzo un poco tímido entre que la gente se colocaba y dejaba atrás sus conversaciones en el callejón, y es que la noche también invitaba a pasarla fuera. Comenzaron con "Wild Ride", tema ya grabado por la anterior formación pero que aquí sonó como con un lavado de cara. El solo de guitarra lo habían implementado con dos partes diferenciadas y en general se notaba que son unos músicos cada vez más experimentados. También hubo ocasión para que Germán, antiguo miembro en Street Vipers, subiera a hacer coros, fue una desintegración sin rencillas.

Para la siguiente, "Little bit louder", entraban Isma y Sophie a la batería y al bajo respectivamente. Son además los más veteranos de la formación, aunque quizás se merezcan que ya dejemos de hablar del pasado y nos centremos en este nuevo proyecto, que promete y mucho. Brendo a la voz hace lo que nos tiene acostumbrados a ver, con su desparpajo habitual, mientras que Iceman nos deleitó con un solo al más puro estilo hardrockero.

"Switchblade blues" nos la presentaron como un tema especial, y lo era, pues tenía el primer solo que veríamos de Brendo a la guitarra. Luego tuvo algún que otro problema con la correa y el cable, pero por suerte fue después del solo en sí. Continuarían con "Smoke", con un riff distintivo acompañado de un ritmo también muy pegadizo. Destaca en este tema el uso de los silencios (o parones ...aunque ninguno de los términos es exclusivo de la música), lo cual es algo que lleva mucha práctica en los ensayos.

Volverían entonces a rescatar un clásico del repertorio, "Bad bitches never die". Ésta también con ciertos cambios que denotan la evolución hacia este nuevo sonido que proponen los Knives, más dinámico en general. Aquí Isma tuvo problemas con un plato que insistía en perder la verticalidad, lo que le llevo a acabar el tema con un sonoro ¡Mierda!, que incluso le pega a la actitud del tema. El siguiente tema, "Tearin' my body apart" también nos era conocido, de hecho, quizás fue el que menos cambios reflejaba.

Para el siguiente tema, la cover del "It's so easy" de los Guns and Roses, contaron con la presencia a la guitarra solista del debutante Rikky de los madrileños Hollywood Twist, así que iba de debuts la cosa. Tras agradecerle por el solo que se marcó, tocaba bajar un poco las revoluciones de la música con un tema cantado por el bajista Sophie, "Whispers of lies". Es un tema complejo con varias partes y que además juega con esa alternancia entre lo lento y descarnado y partes en la que toda la banda, incluyendo coros, da el máximo de sí.

Continuaron con "Fancy pretty liar", de la que destacaría el uso del tremolo en el solo, que le da un toque muy interesante. Y ya para ir acabando encadenaron "Love junkie" y "Devil's doorbell", con la que culminarían un estupendo concierto debut con los orgásmicos gemidos de las guitarras. Habrá que estar atentos a futuros movimientos de esta joven formación.

Tras el cambio de equipo les llegaba el turno a los Hollywood Twist. Comparten características en la formación con los Knives, al ser también dos guitarras, bajo y batería y asumir la parte vocal uno de los guitarras, aunque también en algunos temas el bajista, y muy bien como tendríamos ocasión de comprobar. Comenzaron pinchando directamente la intro ante los recelos una vez más de la gente a abandonar el callejón. Pero esta vez los acordes de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak (arreglada por ellos para desencadenar en el primer tema) surtieron su efecto.

Ese primer tema, "Strawberry tale", no podía ser mejor para empezar y poner el listón bien alto. Con una agilidad que le daba unos toques setenteros, aunque puede que esa no sea la intención de la banda, está claro que beben de diversas fuentes musicales. En esta ocasión era Razzlie Steele (su bajista) el que desde la esquina roja del New reclamaba nuestra atención con su actitud desafiante. Y es que como ya se ha mencionado era el debut del guitarra Rikky Lizz, quien también tuvo su dosis de protagonismo, pero él a base de chistes digamos que de peor calidad que su música.

El segundo tema fue "Old school rock and roll". Tras animar al respetable a acompañarlos con palmas tocaron este tema que quizás no sea tan de la vieja guardia, pero como eso es relativo, me limitaré a destacar su estructura y su final (no quiero decir que lo mejor es que dejasen de tocar, sino que estuvo muy bien ejecutado, lo cual no es fácil de cuadrar). Continuaron con la cover de Deff Leppard "Pour some sugar on me", que levantó a más de uno e hizo que corease casi todo el bar.

"Freak show" sería el siguiente tema, con sonidos nuevos y en general una apuesta arriesgada como ellos mismos dijeron. Con una intro cañera para pasar a una estrofa más lenta con un sencillo acompañamiento de bajo. También incluiría un solo con importante presencia de armónicos en la guitarra y la destreza del tapping en el bajo. Continuaron con "Spit me", un tema más animado y con un sonido rollo ochentero, pues como ya decía, le dan a todo. Aquí para introducir la segunda estrofa hacen un parón muy bien marcado y el tema vuelve a crecer a partir de ahí.

El siguiente bloque empezaría con "Rotten world", que a su vez tiene un comienzo desnudote que iría intercalando unos potentes cortes y con unos redobles iría creciendo hasta llegar a una estrofa melodiosa muy bien acompañada por los coros. Cabe destacar en este tema la labor Otto Bonne (el batería), que en cierto momento cobra su debido protagonismo para llevar el tema a su resolución final (incluyendo el doble bombo). Vendría entonces otra cover quizás no tan coreada, pero seguro que más conocida por el público en general, o al menos en la actualidad. Y es que no era otra que el "Crazy little thing called love", en la que Razzlie tomó la voz principal emulando al mismísimo Freddie. Pese a la dificultad que entraña cantar eso y tocar el bajo al mismo tiempo, el resultado fue más que satisfactorio.

Tocaba entonces una balada para contemporizar. Esta lleva por título "Fly" y le da su protagonismo Rikk Flames (cantante y guitarra), que quedaba solo mientras sus compañeros hacían un poco el gamba por el escenario. Entraba entonces la batería para compensar con un poco de contundencia y al final se marcaba Rikk un solo de guitarra. Enfilando ya la recta final, tocaron un tema más hardrockero, "Highway king", en el que se permitieron homenajear a los propios Deep Purple y su "Highway star". Acabarían con "Red leather jacket" y "Crazy little pussy", incluyendo entremedias un podíamos decir también homenaje a su manera a David Bisbal y sus bulerias (no pongo el título porque yo de esa música no controlo). En general vimos a una banda muy solvente sobre el escenario pese a los recientes cambios y nos llevamos para casa una copia de su CD, que no viene mal engrosar la colección.

Y ya para poner el broche final fue el turno de los pucelanos Paraíso Terrenal. El cambio de equipo fue todavía más duradero, con lo que fuimos pocos los que aguantamos hasta el final, que fue más tarde de lo previsto. Además, tuvieron algún que otro problema con el micrófono inalámbrico que metía pitidos de vez en cuando, pero eso eran meros problemas tecnológicos. Porque en cuanto a lo musical es un grupo con muy buen sonido, una base rítmica experimentada y una voz en castellano con muy buena dicción. En este caso era un formato de banda distinto al no tener cantante/guitarra, lo que le permitía introducir gritos y agudos aquí y allá y animar el cotarro constantemente. Además, el sonido difire al ser más heavy/power, lo cual era interesante para complementar la sobredosis de hardrock que habíamos tenido.

Comenzaron con "Nueva generación" y "Demolición" dos temas contundentes a la par que rápidos, perfectos para darnos a entender qué tipo de concierto íbamos a presenciar, sin muchas interrupciones para presentar los temas, pero con una energía muy animada sobretodo por parte de su cantante Suko. También Ufo (el batería) se permitía juguetear con las baquetas, lo cual está bien de ver cuando luego tocan lo que corresponde, como fue el caso.

Continuaron con "La última bala", tema en el que vemos un punto más de velocidad que hace que su bajista Mike recurriese también a la púa. Aquí nos confesaron que uno de los guitarristas debutaba esa noche con la banda (ya dije que era la noche de los debuts). Y pese a que era bastante obvio en el sentido de que se le veía nervioso y no se desenvolvía con tanta soltura como sus compañeros, en lo musical estuvo de 10, que es lo que al final importa para ir ganando esa confianza. El siguiente tema, "Texas", introducía sonidos tipo ranchera, pero pasados por la licuadora del heavy. En esta ocasión cantaba David (el guitarrista) mientras que Suko acompañaba a los coros desde el backstage (ventajas de tener un micro inalámbrico).

El siguiente bloque comprendería "A ritmo de los stones" y "En tu cielo". Ésta última una balada cantada con mucho sentimiento, pues pese a la temática de la letra, se distinguía cierto optimismo en la intención al componerla. Aquí al medio tempo de la canción metió el debutante un muy buen solo con tapping. "Chica menor (lo hace mejor)" era el controvertido título de la siguiente canción. Y esta sí que cuadraba más dentro de la temática de la noche, con su sonido hardrockero y sus letras despreocupadas. Además, era un tema rápido en el que Ufo demostró su contundencia aporreando al final todo lo que daban de sí sus platos.

Para el siguiente tema, "Viste de piel" nos animaron a llevar el ritmo e incluso corear con éxito los estribillos, lo cual denota que, aunque fuésemos pocos, estábamos entregados. Este tema concluía con una modulación en el estribillo final muy interesante. Acabaron con "Llegas a la ciudad" y "Tacones de Channel", punto en el cual la cuerda de la guitarra del debutante dijo basta y saltó por los aires. Por suerte (eso cabe decir) ocurrió cercano el final y no tuvo más remedio que quedarse entre el público para animar a sus compañeros.

En general dieron un buen concierto que quizás desentonaba en estilo con el resto, pero oye, en la variedad está el gusto. Por eso podemos decir que la velada concluyó habiendo cumplido las expectativas y esperaremos tener más noticias pronto de todas estas bandas y que siga habiendo propuestas así cada vez más a menudo.