Repetía visita a la Plaza de la Constitución en esta jornada de miércoles, con un cielo algo amenazante y que nos acabó dando algún susto, pero nada iba a impedir que esa noche actuasen, con motivo de las fiestas de San Juan en Los Corrales de Buelna, la gente de The Old Trastes.
Se trata de una banda compuesta por experimentados músicos que se dedican a repasar clásicos y no tan clásicos, del pop y del rock estatal, principalmente de los 80, aunque también hacen alguna incursión en otras décadas; además, es un grupo de esa zona, por lo que contaban con muchos seguidores esta noche.
El grupo, integrado por Nancy a la voz y guitarra, Oscar a la guitarra, Javi al bajo, Sasha a la batería electrónica y Manu al saxo, comenzaron con el muy oportuno “Bienvenidos” de Miguel Ríos, siendo seguido por “Maldigo mi destino” de Loquillo y Los Trogloditas, con la gente empezando a meterse en ambiente.
Tras saludarnos, nos presentaron “Si si si” de Los Ronaldos, una canción que tacharon de complicada por la temática de la letra, para, tras sentirse agradecidos de estar una vez más aquí, seguir con esa declaración de intenciones que es “Apuesta por el rock and roll” de los Héroes del Silencio.
Una de las canciones más conocidos de los Celtas Cortos es “Tranquilo majete”, una crítica al conformismo y que fue la siguiente en sonar, para, tras algunos ajustes en la batería y mientras empezaban a caer las primeras gotas de lluvia, continuar con el popular “Corazón de neón” de la Orquesta Mondragón.
Aun más conocido es aquel himno de los 80 llamado “Hormigón, mujeres y alcohol” del tan polémico Ramoncín, muy coreado por toda la plaza, para continuar con una de Joaquín Sabina, concretamente “La del pirata cojo”, otra que también fue muy bien recibida.
Muy mítica es también el “Esto es un atraco” de los Burning, que fue la siguiente en caer, y no menos “El ritmo del garaje” de Loquillo y los Trogloditas, un canción que prolongaron para lucimiento de unos músicos cuya calidad está más que contrastada.
The Old Trastes
Era el momento de los agradecimientos a quienes habían hecho posible que ellos hubieran estada allí esta noche, para continuar con “El límite” de La Frontera, durante la cual empezó a llover con mucha intensidad, lo que hizo que, mientras la banda tocaba, hubiera que tapar parte del equipo del aguacero que estaba cayendo, evitando así daños en el mismo.
Una vez reubicado el equipo y con la mayoría de la gente resguardada bajo las casetas, fue el turno de “Al límite” de Ramoncín, tras el que la lluvia empezó a aflojar, y que fue seguido por aquel “Feo, fuerte y formal” de Loquillo y los Trogloditas.
Siempre es de agradecer cuando las bandas que hacen versiones no se quedan en las mas típicas y The Old Trastes esta noche tocaron una no muy conocida, aunque muy querida por algunos, entre los que me incluyo, “Abrir y cerrar” de los Barricada, que quisieron dedicar a los dueños de una de las casetas.
La única persona que se había mantenido en primera fila pese a la lluvia, incluso cuando más caía, fue una señora en silla de ruedas, que aguantó allí con su impermeable y que recibió el homenaje por parte del grupo, antes de interpretar “Pobre tahúr”, de La Frontera, en este caso con Manu a la voz.
También se declararon seguidores de Rosendo del que nos interpretaron esa maravilla que es “Flojos de pantalón”, aun con su saxofonista haciendo la labor de cantante, antes de dedicar a la señora de la que antes había hablado ese “Cadillac solitario” de Loquillo y los Trogloditas, que tanto había estado demandando.
La banda se mostró muy firme y tenaz, además de vérseles a gusto, lo cual trasmitieron en temas como “No hay tregua”, el clásico himno de Barricada o “Pacto entre caballeros” de Joaquín Sabina, que prolongaron un poco en la parte final para que la gente participase de la canción.
Tras preguntarnos ¿a dónde van los rockeros?, era el turno de sacar su vena más heavy con “Los rockeros van al infierno” de los Barón Rojo, de nuevo con Manu a la voz, y que sirvió para presentar a los integrantes de la banda, anunciándonos que el concierto iban encarando su recta final, antes de seguir con ese “En blanco y negro”, de los Barricada, y que no puede faltar en ninguna fiesta.
The Old Trastes
Turno ahora para mostrarse “Agradecido”, con ese inmortal tema de Rosendo, que sirvió para mostrar gratitud a todos los presentes, para seguir con ese clásico que es “La mataré”, un polémico pero inmortal corte de Loquillo y los Trogloditas, que fue muy bien acogido por todos los presentes.
Peguntándonos si queríamos una más, con afirmativa respuesta de los presentes, llegaba el turno de una de Los Suaves, en este caso su conocidísima “Dolores se llamaba Lola”, tras la que Tom Fernández, coordinador de estas jornadas, subió a agradecer que hubieran tocado casi una hora más de lo estipulado por contrato, con una fuerte ovación de los presentes, despidiéndose la banda con ese “Carne para linda” de Loquillo y los Trogloditas, con el que finiquitaron su actuación, tras 2 horas y cuarto sobre las tablas.
The Old Trastes dieron un gran concierto, muy divertido y muy ameno, y, sobre todo, mostrándose como unos grandes profesionales, no solo por haber tocado pese a la lluvia, con el riego para su equipo, algo que hay que agradecer también a los técnicos de sonido que no se achicaron en ningún momentos, sino también por haber tocado mucho más de lo estipulado.
La mayoría de las canciones son clásicos atemporales pero también tiraron de algunos menos recurrentes, pero en todo momento supieron ganarse al público, y como Tom Fernández reivindicó desde el escenario, se merecen estar el año que viene allí de nuevo.
Y así, ya pasada la media noche, me fui de la Plaza de la Constitución, comprobando que no hay quien pueda con el rock and roll, ni la lluvia ni nadie y que, cuando se está a gusto, da lo mismo que haga frio o calor.