La jornada inaugural de la edición 2019 de nuestro querido Azkena Rock Festival, se presentaba con alicientes suficientes como para no poder ignorarla. Por un lado, figuraban en cartel bandas del calibre de Inglorious o Blackberry Smoke (Ambas repetidoras del ambiente Azkenero), y por otro, teníamos ante nosotros un sol de justicia que auguraba la total ausencia de lluvias durante todo el fin de semana. Si a esto le sumamos el “Thrashville”, el ambiente habitual, y el genial recinto de Mendizabala, el “cóctel” se bebe solo.
Ante tal perspectiva, acudimos raudos un año más, a una de las ineludibles citas de nuestro calendario festivalero. ¿Quién quiere saber más de lo allí acontecido?
Abría la tarde con un par de grados menos que en el infierno. El pistoletazo de salida lo daban los Micky & The Buzz en el escenario más mítico, ante un buen puñado de almas “madrugadoras”. Fuera de su registro habitual, la fémina vocalista demostró que su registro va mucho más allá del punk, ofreciendo un show entretenido y sorprendente, de puro rockabilly. No dejó indiferente a nadie, y se plantó por méritos propios en la lista de “top shows” del día. Bravo.
Micky & The Buzz
Tras este alarde de clase, y a escasos 100 metros, el espectáculo se tornaba agrio y desenfrenado, con la actuación de Surfbort. Parecía estar planeado a propósito, ya que ambos grupos se situaron en las antípodas el uno del otro. De nuevo una frontwoman era la encargada de llevar el peso del espectáculo: La neoyorkina Dani Miller hizo alarde de actitud y brilló con luz propia, encajando a la perfección en un show de Punk directo y sin florituras. No de mi gusto, pero reconocible el mérito.
Continuaba la tarde con los locales Giante, que desarrollaron un intenso, en el escenario más reducido, que este año cambiaba ligeramente de ubicación para ganar algunos metros al recinto festivalero. Los Gasteiztarras contaron con una parroquia fiel ante ellos, y supieron comulgar a la perfección. Un acierto para el festival, de nuevo, ofrecer esencias locales a los peregrinos festivaleros.
Giante
El sol no daba tregua, y tras previa parda en el “pit lane” para recargar el combustible, nos fuimos a disfrutar de Inglorious, una vez más en el escenario “GOD” del Azkena Rock. Ya sabemos que son un seguro, y su vocalista Nathan James no defraudó. De lo poco puramente heavy que pudimos escuchar durante todo el evento, y directos al “top 3” del día. Lamentablemente la superposición de horarios hizo que nos perdiéramos a The Living End, pero como todo en la vida, hubo que tomar decisiones difíciles.
Con el ocaso amenazando de muerte, y la temperatura comenzando a caer en picado, llegó el momento previo a los cabeza de cartel. Tan glorioso lugar quedaba reservado para dos formaciones estadounidenses: Deadland Ritual y Lucero. Los unos, una superbanda de estrellas de renombre, muy cercana al metal, y los otros, algo más country pero igual de intensos. Difícil decisión. Finalmente la balanza se inclinó por las superestrellas de Deadland ritual , que ofrecieron un show memorable, ocupando con mérito la segunda posición (a mi humilde entender), del top actuaciones del día. El foso hasta arriba, algunos pequeños intentos de mosh pits, y mucho humo y espectáculo de luces. Estos shows, de noche, siempre lucen mejor.
Deadland Ritual
A la hora de afrontar a los cabeza de cartel, los Stray Cats, un servidor hizo la parada técnica obligatoria para cenar. Además, como no nos habían acreditado para fotearles (la única banda que no lo permitió, en todo el festival), no nos dio la gana de tragarnos el peñazo de concierto. A otra cosa mariposa.
La noche para nosotros acabó tan pronto los Blackberry Smoke exprimieron su última nota. Un señor concierto, directo al “top 1”, y absolutos vencedores de la jornada por méritos propios. Una banda de country como esta, sale una vez cada 100 años. ¡Que jodida genialidad! El “One horse Town” fue el momento álgido de la noche, y punto.
No obstante, de camino a la salida, hubo fuerzas para ver también a los Tropical Fuck Storm, que nos dieron una grata sorpresa. Su actitud incansable y su buen rock, combinado con una gran puesta en escena, nos hizo olvidar el dolor acumulado en los pies y el jodido frío que rascaba el alma por aquellas horas. De nuevo presencia femenina importante en esta banda. Probablemente se trate de uno de los años con más mujeres en cartel. Qué poco se ha hablado de ello...
Blackberry Smoke
Azkena rock 2019: Sábado
De nuevo un sol de mil demonios para la apertura de puertas, a eso de las cinco y pico de la tarde. Algunos valientes se hallaban esperando a pleno sol y otros como un servidor, buscando desesperadamente cualquier atisbo de sombra, que cualquier parapeto tuviera a bien arrojarnos. Y entre tanto, el hielo lo rompían los locales Outgravity, en el escenario más grande, que aún y todo se les quedó pequeño.
No quiero pecar de exaltado, pero soy sincero cuando afirmo que para mí, este fue el mejor show del festival. Increíble la versatilidad vocal de la frontwoman, la compenetración de los mástiles, y el virtuosismo del batería. Un jodido lujo poder contemplar un señor bolazo de los pies a la cabeza, que sorprendió a muchos de los asistentes, y consiguió arrancar severas ovaciones. Y eso, a las 5 de la tarde, no es fácil.
Outgravity
Tras esta grata sorpresa, Garbayo fue la siguiente parada. Sintiéndolo mucho, para mí una propuesta un tanto alejada de lo que cabe esperar en un festival como el azkena. Demasiado componente pop hizo que huyeramos del lugar rápidamente.
Para reconducir la situación, los estadounidenses Mt. Joy desplegaron sus sonidos indie por el escenario “Respect”, en lo que fue otra propuesta ligeramente confusa, aunque inquietantemente hipnotizante. Desde luego que no es mi rollo, pero esta banda, algo tiene. Les dimos una oportunidad y la aprovecharon, mostrando buenas maneras para meterse al público en el bolsillo, y sobretodo, mucha complicidad entre sus integrantes. Buena remontada.
Mt. Joy
Para dejarnos de tonterías y volver a reconducir nuestras almas al infierno, tocaba ya de una vez una verdadera descarga de electricidad. Los Tesla saltaron al escenario GOD con toda la coreografía y la pose ensayada, y además de efectivos, fueron impactantes. Vamos a ponerles en “empate” técnico junto con los “Outgravity”, porque su actuación fue una de las más coreadas y disfrutadas por los asistentes. No en vano, la banda cuenta con tablas suficientes, y el espectacular rango vocal de Jeff Keith es un gran aporte.
Como este show se solapaba completamente con el de los “Meat Puppets”, no pudimos disfrutar de ellos, pero sí pudimos ver un rato de las actuaciones de Neko Case y sobretodo, Corrosion of Conformity. La primera desplegó una propuesta de country demasiado relajado para lo que nos pedía el cuerpo a esas horas. Los segundos, pusieron la máquina de humo a trabajar de verdad, show de luces incluído, y el botón de distorsión a máximo nivel. El stonner rock de los americanos nos convenció mucho más, y nos hizo recordar a antiguas ediciones del festival, cuando este estilo el auténtico rey del recinto.
Tesla
Para los cabeza de cartel del sábado, los esperados Wilco, decidimos hacer una pequeña pausa para el bocadillo. Aún nos dio tiempo para comprobar que cada vez que esta banda vuelve a vitoria, lo hace ante más público, y a pesar de no ser santo de mi devoción, hay que reconocer que su trabajado y característico sonido es digno de mención. Desde luego, se vio disfrutar al público, y probablemente se tratara del concierto más multitudinario de todos.
Tras este show, aún quedaban muchas buenas últimas balas que quemar. Los Cult volvían a Gasteiz para interpretar su afamado “Sonic Temple” y ‘los ilegales’ con Phil Anselmo al frente, también eran paradas obligatorias. Ambos shows no defraudaron, siendo un colofón perfecto para un gran azkena rock festival, otra vez. Uno más para la saca, y ya hemos perdido la cuenta.