El sábado 6 de julio se celebró por sexto año consecutivo el festival Canet Rock, en Canet de Mar. Nosotras tuvimos la suerte de poder ir, tras un sold out de entradas. Este día hubo de todo: horas de calor, lluvia, retrasos en los cociertos, clásicos, amaneceres de música y mucha mucha fiesta.

Llegamos antes de que empezara el primer grupo, pero una batucada estuvo amenizando la espera hasta que, a las 17:30, salieron las chicas de Roba Estesa, con ganas de hacer mover a todo el mundo desde el primer momento. Aunque fuera el primer concierto, el recinto ya estaba muy lleno, lo que hizo que se creara ambiente hasta las 7:30 de la mañana que abandonáramos el lugar. Desde lejos, se veía un mar de abanicos azules en el público, que seguían el ritmo del folk, rock y rumba catalana.

Acompañaron su música reivindicativa, con comentarios feministas para que todas nos sintiéramos identificadas, en temas como La nit es nostra. También destacaron canciones en las que nos viene a la cabeza más ganas de fiesta, como Viu o Una altra ronda, donde todo el público siguió el ritmo yendo de izquierda a derecha.

No éramos las únicas que decidimos ver el concierto de lejos, pues había varios grupos de personas que escucharon el concierto sentadas en la parte de atrás del recinto, sobre sus toallas, o en cualquier zona donde diera un poco la sombra.

Continuó la tarde con mujeres como protagonistas. En este caso subió al escenario Suu, una nueva promesa en el mundo de la música, que se ha creado un grupo de lo más profesional. Durante su directo, destacaron los solos que se hacía cada uno de los integrantes del grupo en las diferentes canciones que nos presentó. Como por ejemplo, el solo del bajo en Me gusta, el solo del batería en Lligar no es lo teu, o el del guitarra en Reinas, tema dedicado a todas las mujeres.

Para cantar junto a ella, nos hizo recordar la frase “Baila, baila conmigo que se baila mejor” en el tema de Tranquilo, dejando que al final cantáramos solo el público.

El cartel de este año era bastante bueno y, aunque no conociéramos a todos los grupos, siempre se va a los festivales para descubrir nueva música, como pasó con Ju. La cantante de Gurb debutó en el Canet Rock, junto con su grupo de bailarines, que nos sorprendieron con su música de reggae, pop-rock, y con letras que hablan de sus vivencias. Contaron con la colaboración de Gemma de Roba Estesa en uno de sus temas.

Tras esta gran revelación, era el momento de que Xavi Sarrià i el Cor de la Fera subieran al escenario para presentarnos su nuevo EP, pero sin que faltaran clásicos como Renaixem, acompañado de palmas y con gritos de independencia; o Amb l’esperança entre les dents, donde todo el mundo estaba a tope, con una brazo en alto, y sin que faltara un gran pogo en el centro del público, que engancharía con muchos otros. Entre tema y tema se dejó escuchar Sarri, sarri, invención del grupo Kortatu, que siempre acompaña en grandes conciertos. En este momento, el vozarrón de una de las del grupo me dejó hipnotizada, al igual que los solos de trompeta y del trombón.

Llegó la hora de cenar y, por desgracia, tuvimos que arriesgar a perdernos los dos siguientes grupos, para cargar pilas y no parar hasta el final del festival. Llegamos entre actuación y actuación, con Miquel del Roig amenizando la espera, con clásicos de toda la vida, hasta que llegaron los chicos de Búhos para continuar la fiesta.

Comenzaron con un pequeño popurrí de sus canciones, dejando que siguiéramos la letra de Transmets energía. Siguiendo con temas como La gran vida o Birres. En esta última canción, varios del grupo aprovecharon el momento para beber de un vaso de cerveza, que se terminó colocando Guillem en la cabeza, al igual que hizo bastante gente entre el público, como un ritual que parece realizarse cada vez que tocan el tema. Cuando sonó su nuevo trabajo de Connectats empezó a llover, lo cual vino bien para refrescarnos, tras tantas horas de calor. La gran mayoría de la gente ya se sabía la letra, después de tener la oportunidad de poder escucharlo con anterioridad, para llegar con las tareas hechas.

Continuaron con clásicos como Nos vamos pa’l festi; Una última y nos vamos, con todos los festivaleros agachados para saltar en el estribillo; y Barcelona, tema que no puede faltar en su repertorio, y menos cuando juegan en casa. Aprovecharon el momento, para pedir a todos que encendiéramos la linterna de los móviles para acompañarlos durante la actuación, dejando que cantáramos nosotros solos el estribillo. Terminaron su gran directo con Volcans, tema que ninguno se pudo resistir a cantar.

Después de ellos, llegó el turno de Els Pets, que se retrasaron bastante. Pero cuando por fin salió el mítico grupo catalán, se presentaron con un buen concierto de rock clásico, dándonos a conocer su nuevo trabajo Somos. Con 35 años de experiencia en los escenarios, lo dieron todo para que pudiéramos disfrutar todo su directo. No pudo faltar, Jo vull ser rei, tema en el que hasta los más cansados se levantaron del suelo para seguir el ritmo de la música.

Tras ellos, llegó el turno de La Casa Azul, otro grupo que debutó en el Canet con su estilo pop electrónico. Aparecieron con las gafas tan peculiares con las que han conseguido crear una moda propia, junto con los cascos de música que llevarían puestos durante su hora de actuación.

Sus letras juveniles y ritmos ochenteros acompañaron a una fusión perfecta que se ha marcado este grupo, que además han sido cabeza de cartel de los festivales más importantes. Y qué menos, después de conseguir pegarnos su tema de Revolución sexual a todos. Cuando sonó esta canción, varios entre el público acompañaron este momento con banderas LGTBI, aprovechando las fechas del orgullo.

Llegó el momento deseado por la gran mayoría de los asistentes, fanáticos de Els Catarres, que llevaban todo el día esperando para su directo. Se pudo ver como muchos de los que estaban sentados a un lado del recinto, no muy lejos del escenario, se levantaban para acercarse al centro y darlo todo.

Todos ellos se dejaron los pulmones cantando Fins que arribi l’alba, Tokyo, o Jenifer. Hasta que sonó La porta del cel que dio por terminado un gran directo, en el que la gente no paraba de saltar y de encender bengalas, aunque llegaran más tarde los de seguridad para apagarlas.

Por fin llegó mi momento más esperado de la noche, cuando salieron los Oques Grasses, continuando con la gira de su nuevo disco ‘Fans del Sol’. Porque desde que les vi por primera vez, no he podido parar de escucharles, ni de bailar su gran tema In the night, sacado de sus redes sociales, baile que se repitió esta noche entre el público. Decidieron tocar el repertorio más nuevo que tienen, presentando muchas de las canciones de su último trabajo.

Comenzaron con Serem ocells, para continuar con otros grandes temas como Bancals, Escopinya, o Sta guay, momento en el que se marcaron un dueto de cuerdas. En John Brown, Miquel se hizo un solo apoteósico con la trompeta para que, más tarde, nos dejaran terminar a todos los presentes la canción. No me podía esperar menos de Més likes, cuando salió Panxo de Zoo a cantar su parte junto con Josep, mientras que Miquel cantó la parte de Lildami.

Ya se notaba que iba terminando su directo cuando sonó Passos Importants, en el que el público se quitó las camisetas para seguir la frase de “Els passos importants es solen fer sense roba”. Pero no finalizó el concierto hasta que tocaron Torno a ser jo.

Tras este frenesí, la fiesta continuó con La Pegatina, que decidieron meter en su repertorio varias canciones catalanas, como Gat Rumberu o No som d’aquí. Pero también se pudo escuchar varios de sus últimos temas: Mama, que siguió todo el público cantando y bailando sin parar; Y volar, donde hicieron una escena en la que usan una especie de llave enorme para moverse como muñecos; o Stand & Fight, cantada por Romain, y acompañado de todo el público, que nos cogimos de los hombros para seguir su ritmo.

No faltaron grandes temas del grupo como Lloverá y lloveré; Alosque, que tocaron sentados, mientras iluminábamos la noche con las linternas de los móviles; y Maricarmen que, obviamente nunca falta en su repertorio y, en este caso, varias personas aprovecharon para subirse al escenario y bailar junto a ellos, mientras Rubén nadaba sobre el público, acompañado de los confetis que siempre dan color al show.

Otro momento muy esperado por la mayoría de los presentes, era la salida de los valencianos de Zoo al escenario. Durante todo el día, no había parado de ver camisetas con su logo, que decoraron las primeras filas del recinto durante su directo. No faltaron canciones que les han acompañado durante su gira, como El cap per avall, Imperfeccions, Corbelles, o Ventiladors. Temas que se sabía todo el mundo de principio a fin y, que seguramente, hizo que más de uno nos despertáramos afónicos al día siguiente.

Recordaron la situación en la que se encuentran todos los presos políticos después de que sonara Omertà. Nos dejaron cantar al público el estribillo de Correfoc, acompañándolos con las luces de los móviles. En Impresentables, todos nos agachamos para saltar en el estribillo, y seguir dándolo todo hasta que terminaron.  

Los siguientes fueron los Itaca Band, concierto en el que comenzó ya a amanecer. Porque qué mejor manera de vivir un festival de verdad, si no es viendo salir el sol en mitad de un concierto.

Presentaron su último trabajo, mezclando junto con los nuevos hits, otros más antiguos, como por ejemplo 180 o Temerario, que como siempre lo petó. Tras acabar, entre la gente reinaba el silencio, se notaba que estábamos todos muy demacrados tras un día sin parar.

Pero no nos podíamos ir a casa sin antes escuchar a los de Doctor Prats, donde la gente decidió darlo todo hasta que se quedaran sin energías antes de abandonar el recinto. Se presentaron sobre el escenario con sus ya conocidos pijamas y pintas indias. Tocaron Les tevés pigues, Caminem lluny, Les nits no moren mais o Tu fas. En No t’encantis la gente seguía la letra quitándose las camisas y moviéndolas con el brazo en alto. Ya había salido el Sol y el calor volvía a reinar en el festival, muchos de los presentes volvían a lucir sus gafas de sol para evitar los rayos y disimular sus caras de cansancio. Cerraron el Canet Rock con el tema de Doctor Prats. Ahora solo queda esperar otro año para poder disfrutar de un día tan completo.