El segundo fin de semana de agosto está unido, en la cuenca del Besaya, al comienzo de las fiestas de Torrelavega, lo que supone que entramos en unas fechas en que a la ciudad acude gente de diversos puntos de la región y de fuera de la misma para disfrutar de dichos festejos y, lógicamente, entre la oferta que tenemos está la música.
Sin embargo, para poder encontrar algo que me pudiera interesar, salvo algunas excepciones, había que acudir a la oferta que asociaciones y locales nos ofrecen, ya que en la oferta institucional poca cosa interesante, salvo el Torrelavega Sound City y poco más, siempre para mi gusto.
Para comenzar las fiestas por todo lo alto, y con el chupinazo reciente, me acerqué a la sala Groez para pasar una buena velada de Hardcore con dos bandas a las que no había visto, es más, ni tan siquiera las había oído hasta unos días antes: Mice Hole desde la vecina Suances y Holy Txala desde la bizcaína localidad de Urduliz.
La verdad es que esperaba que la gente se acercase en buena cantidad, ya que la oferta era bastante interesante y por sólo 3€, lo que, unido a la afluencia de gente por las fiestas y al hecho de que no haya habido muchos conciertos en la ciudad durante el verano, eran alicientes más que necesarios para acudir a este evento.
Los primeros en salir fueron los bizcaínos Holy Txala, un grupo con un par de años de vida, aunque algunos de sus integrantes provenían de otras bandas, y que han publicado, hasta la fecha, un Ep llamado “48610, que salió el pasado año, estando el grupo compuesto por Ekain a la voz, Kerman y Mikel a las guitarras, Guille al bajo e Iker a la batería.
Holy Txala
Con ya una buena presencia de público iniciaron su andadura, tras una intro, preguntándonos si estábamos listos, con la gente animada y bailando con ganas desde el primer segundo, interpretando una primera pieza lenta y pesada, muy del estilo de la banda, notándoseles mucha actitud y clase sobre las tablas.
Continuaron con otro tema muy intenso, haciéndose del bajo un amigo de la banda, y es que a la misma le gusta que la gente participe en sus conciertos, para seguir con una pieza más rápida, mientras su batería aporreaba sin compasión los parches y su cantante, que no paró ni un instante, cantaba con gran fuerza, con los presentes disfrutando de la actuación del quinteto.
Nos agradecieron el haber acudido y reconocieron que llevaban mucho tiempo sin tocar, aunque nadie lo diría por lo bien que lo estaban haciendo, antes de seguir con otro tema con un sonido más metalero, por decirlo de alguna manera, y que me gustó mucho para la que subió a cantar Ramón de los Mice Hole, continuando con ese trallazo que es “Crispy chicken”, el corte que cierra su único disco, con la gente montando un buen circulo en el reducido espacio de la sala.
Era el momento de empezar a despedirse, y lo hicieron con un tema más relajado, pero muy potente, antes de marcharse definitivamente, tras poco más o menos media hora, con una pieza lenta pero intensa, tras la que sonó una outro de música bailable para dar por finiquitada su actuación.
La gente de Holy Txala dio un concierto corto pero muy intenso y dando todo sobre las tablas, demostrando que son una banda con una gran calidad en su estilo, y sabiendo en todo momento animar a una gente que estaba deseosa de disfrutar con el grupo.
Se ve que viven lo que hacen ya que se les vio darlo todo durante toda la velada, con mucha complicidad con los presentes y entre ellos mismos, lo que hace que sus conciertos sean realmente intensos.
Habrá que seguirlos la pista y ver que nos deparan en el futuro estos Holy Txala.
Tras la espera de rigor, era el turno de los suancinos Mice Hole, banda fundada en el año 2016, que ha publicado hasta el momento un Ep titulado “Discover”, publicado en el 2017, y un disco llamado “A thousand words in one scream”, que salió a finales del pasado año, estando la formación compuesta en la actualidad por Ramón a la voz, Emilio y Riki a las guitarras, Iñaki al bajo y Laro a las baterías.
Sin muchos miramientos comenzaron su velada con “Kyojin”, dándole calor a la misma con “Colesseum”, un corte rápido y cañero, para, tras algunos ajustes en el sonido, continuar con la siguiente pieza, “Harakiri”, ese tema que ha salido hace unos días como adelanto de su segundo disco “When Herodes killed children” y que gustó bastante.
Tras saludarnos y presentarse, era el momento de continuar con el concierto con la versión del “The danger is starting a fire” de A day to remember, viéndose la buena comunicación entre los músicos, que acabaron agachándose en la mitad del tema, para seguir con otro corte, la instrumental “Groove”, lenta y potente, con una buena presencia de las guitarras, sobre todo al comienzo de la misma.
Seguían repasando sus temas, con esa combinación entre partes más rápidas y otras más relajadas presentes en “Samurái”, mientras su vocalista nos pedía que hiciésemos un circle pit, viéndoselos muy engrasados, aconsejándonos, antes de las siguiente pieza, que no nos dejásemos dominar por los buitres, siendo el momento de “Vultures in Spirit”, una gran canción, durante la cual nos pidieron que nos agachásemos brevemente, con una buena acogida de la mayoría de la sala.
Mice Hole
Siguieron desvelando canciones que irán en su futuro segundo disco, siendo ahora el turno de la pieza que la va a dar nombre, “When Herodes killed children”, un tema que me gustó bastante, con partes muy intensas y su cantante bajando a motivar más a la gente, antes de lanzarse con una versión del “Road less traveled”, de los míticos Sick of it all, que les quedó muy bien y en la que su vocalista voló entre el público.
Llegaba el momento de empezar a despedirse, agradeciendo su cantante a su padres el apoyo para con este proyecto, con un tema que habían sacado del libro “La casa de Bernarda Alba”, llamada “¡Qué les importa a ellos la fealdad! A ellos les importa la tierra, las yuntas y una perra sumisa que les de comer”, una pieza muy elaborada, mientras que, para la siguiente canción, la versión del “The new ministry” de Walls of Jericho, su vocalista se subió a la batería antes de lanzarse al público, con unos muy buenos coros que arroparon la misma.
Ahora sí que llegaba la hora de decir adiós, y lo hicieron dedicando el siguiente tema, “Hardcore breakfast” , a toda la gente que apoya la escena Hardcore, durante el cual el cantante de Holy Txala subió brevemente a cantar, dando así por finiquitada la actuación, tras más o menos unos 40 minutos sobre las tablas.
La verdad es que me gustaron bastante Mice Hole, una banda que no hace nada más que recoger premios en diferentes concursos y muy buenas palabras sobre su música, y viendo lo que hicieron esta noche, no es de extrañar.
Su propuesta musical era bastante diferente a la de la primera banda, pero siempre desde el prisma del hardcore, y dando como resultado un gran concierto que la gente disfrutó con entusiasmo.
Ahora habrá que esperar a la salida de este segundo trabajo y seguir los pasos de una banda que parece puede dar mucho que hablar dentro y fuera de nuestra tierruca, como de hecho ya está siendo.
Y así, tras una buena dosis de hardcore, me fui del Groez, con la satisfacción que uno tiene cuando ve por primera vez a una banda, en este caso a dos, y sales más que satisfecho con lo allí vivido.
Para finalizar y como siempre, agradecer a la gente del Groez que sigan apostando por la música en directo en Torrelavega.