Como cada año, y ya van unos cuantos para nosotros, el equipo sevillano formado por Alonso y Pilar, nos dirigiríamos al encantador pueblo de Villena, Alicante, para asistir a la que ha sido la decimocuarta edición del festival Leyendas del Rock.

En esta edición no nos encontraríamos lluvia o viento, como en otras pasadas, no, las previsiones eran y fueron realmente, de mucha calor, de hecho el viernes se registraron las temperaturas más altas en Villena en los últimos años vista, por encima de 42º. Por ello una de las primeras novedades que pudimos ver por parte de la organización es que hasta el mismo miércoles del festival estaban ofreciendo la posibilidad de situarse “camping con sombra”, ya que habilitan una zona con una especie de toldo que van montando a medida que va llenándose el cupo.

Una vez recogidas las pulseras acreditadoras de prensa y Photopass ,con el que si contábamos este año, nos dirigimos hacia el interior del complejo del festival, 20 minutos antes de que empezara el primero de los conciertos, no había demasiada cola para acceder.

Una vez dentro y después de subir la ya famosa “cuesta” del Leyendas, observamos que poco ha cambiado respecto a la edición anterior, césped en buen estado y cuidado que auguraríamos que duraría 1-2 días (algo normal y que pasa cada año), los puestos habituales de comida con su zona de mesas y bancos, zona de barra y merchand con su carpa correspondiente, distintas zonas de mercadillo de tiendas varias, los WC dispuestos similar a otros años, zona elevada para personas con minusvalías acreditadas, una pequeña grada lateral donde ver los conciertos sentados y la misma disposición que otros años de los 3 escenarios.

No tuvimos que hacer demasiado tiempo, puesto que el primero de los conciertos del festival daría comienzo muy pronto 16.20H, hora de mucha calor; Los encargados con honores de inaugurar esta edición fueron los Sabbath Judas Sabbath, banda tributo de Judas Priest y Black Sabbath, evidentemente. Para sorpresa de muchos, incluido nosotros, vimos que el cantante que salía al escenario no era otro que James Rivera, vocalista de Helstar (que también tocaría en la jornada del jueves) y ex de Seven Witches entre otros, y saldría acompañado por la misma banda con la que forma Helstar.

A pesar de que a primera hora, la afluencia de público siempre es escasa, había gente agolpada en la sombra que proyectaban los escenarios principales y se pudo disfrutar de un buen concierto sin derretirse al sol. Temas de ambas bandas, y aunque por la apariencia de James, que se asemejaba más a Ozzy que a Halford, parecería que estaría más centrado en un setlist basado en el príncipe de las tinieblas, pero fue algo muy equitativo, incluso pudimos escuchar alguno de la etapa de Dio en la banda británica, como “Children of the Sea”, del aclamado “Heaven and Hell”.

Ya sabemos la polémica que siempre traen consigo las bandas tributos, ya que mucha gente no está de acuerdo con sus existencia, más si la banda a rendir tributo todavía está en activo, pero no es un tema que vayamos a tratar ahora; Dieron un buen concierto, con una propuesta original por aquello de ir intercalando temas de ambas bandas, y el público presente entró más en calor aún, que ya era decir.

Como es habitual, los conciertos en los escenarios principales van alternando de uno a otro, del Jesús de la Rosa a Azucena, ambos contiguos; Hoy miércoles no habría conciertos en el Mark Reale, que éste si está en el otro extremo del recinto.

Llegaría el turno de la primera banda española en subirse a los escenarios en esta edición, Megara. La banda madrileña es sin dudas una de las formaciones más emergentes que tenemos en nuestro país, y además, ejemplo de buen hacer en cuestiones de marketing y publicidad, donde se mueven como peces en el agua, chapó por ellos. Con una apuesta muy vistosa, nos invitaban de inicio a adentrarnos con ellos al “País de las Maravillas”, un universo que han creado sobre el escenario,   dominado por el rosa y negro, colmillos gigantes y varias “X”, que sin duda hacen que el espectáculo que vivimos no sea solamente musical, si no muy atractivo visualmente hablando. Formando, Kenzy al micro y al frente del huracán que es en directo Megara, Rober a la guitarra, Pablo al bajo y Pol DQ a la batería.

Pudimos escuchar un setlist variado , con cortes extraídos del que ha sido su último trabajo de estudio “Aquí todos estamos locos” (2018) y el anterior “Siete” (2016). Un buen sonido, que acompañó durante todo el concierto y varias sorpresas que nos tenían preparadas, como en “Involución”, donde la propia Kenzy nos comentaba que se veían muy pocas coreografías en el Heavy, y que no entendía por qué siendo un género “tan divertido” (o una expresión similar), y sacó al escenario a 2 bailarinas con máscaras que se dispusieron a bailar junto con ella una coreografía durante la canción. U otro momento divertido donde salió a escena la reina de corazones o el sombrerero loco, para hacer una pequeña interpretación e introducir más aún al público en ese mundo que crean en el escenario, basado en “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas”, novela de “Lewis Carroll”. Genial concierto de los madrileños, que seguro volveremos a ver en ediciones futuras del festival si siguen en esta proyección.

La jornada del miércoles iba sucediéndose entre calor, mucho calor y buena música. El siguiente concierto llegaría, desde Suiza, de la mano de Burning Witches. La banda sufrió un revés hace poco tiempo, ya que su vocalista (Seraina) abandonó la banda en Junio de este año; Por suerte parecen haber encontrado una sustituta perfecta, ya que Laura Guldemond se manejó de maravillas en el escenario.

Estuvo acompañada por Romana y Sonia a las guitarras, Jay al bajo y Lala a la batería. Abrieron el concierto con “Executed” extraído de su último trabajo de estudio “Hexenhammer” (2018), del cual pudimos escuchar varios temas, como el da nombre al disco o “Open your Mind”. Tampoco faltaron algunos cover, como “Jawbreaker” de Judas Priest y “Holy Diver” de DIO, ambos sonaron realmente bien, aunque en un setlist de 10-11 temas, me pareció algo excesivo incluir 2 covers, ya que hubiese preferido escuchar temas propios no incluidos en el repertorio.

Las “Brujas” demostraron que tienen mucha fuerza en el escenario, y las guitarras sonaron muy contundentes, no puedo comparar la nueva vocalista con la anterior, ya que era la primera vez que las veía, pero me gustó mucho sobre el escenario, y defendió los temas sin problemas alguno, pronto estarán de gira de nuevo en nuestro país, y será una buena ocasión para verlas de nuevo.

Admito que tenía especialmente ganas de ver en directo a José Andrëa y sus “Uróboros”, ya que había escuchado que se encontraba en un gran momento vocal, y su nuevo disco, “Bienvenidos al Medievo” (2019) más orientado al Folk Metal, me había dejado muy buenas sensaciones al escucharlo. Una formación con prestigio acompaña a José en esta aventura, entre otros varios Ex-Mago de Oz, como Peri al bajo, Fernando Ponce de León a la flauta y gaita y Kiskilla al teclado; luego  estaban Juan Flores “Chino”  y José Rubio a las guitarras, Santiago Vokram al violín y Teto Viejo a la batería. Con “Matar al Rey” comenzaron el concierto, veíamos a la mayoría de los miembros de la banda disfrutar sobre el escenario, y a un José Andrëa muy activo, correteando de un lado para otro y cantando realmente bien, en un estado vocal y físico muy óptimo, y todo ello acompañado por las geniales guitarras de Chino y José Rubio, que también sonaron como buenas armas afiladas.

Siguieron con “Una Fábula de mi yo”, y tras un recordatorio de la situación actual de censura artística que estamos viviendo en este país (acrecentado en los últimos meses con la inclusión de algunos partidos en los poderes), José nos dio un “Bienvenidos al Medievo”, nunca mejor venido. “Para que nunca Amanezca” sin duda se ha convertido en uno de los temas más potentes y aclamado de la banda en vivo, y así lo demostró el público, coreándolo en gran parte; Al igual que “Allá Donde Estés Tú”, que con su estribillo cantado inicialmente, va camino de convertirse en ese tema que acompañará a la banda en cada setlist.

No faltó en el repertorio algo de “Mago de Oz”, en este caso fue “El que quiera entender que entienda”, y como era de esperar, desató locura entre el público, y es que un gran número de seguidores que arrastra actualmente la banda, son aquellos que añoran la voz de José Andrëa en las canciones de “Mago de Oz”. A todos nos hubiera gustado escuchar más temas de su etapa anterior, pero si bien antes defendíamos que una banda que cuente con temas propios, debería sacarlos a la luz antes que temas de otras bandas, no vamos a contradecirnos ahora, por lo cual hay que alabar la decisión de centrar el setlist en su nuevo proyecto y no haber ido a lo fácil. Buen concierto de la banda y que deja un sabor dulce de lo que puede venir en estos años en la nueva etapa, más Folk, que la banda ha decidido tomar.

Y si la cosa iba de vocalistas de bandas influyentes en la historia de nuestro Heavy/Rock patrio, seguiríamos con la siguiente banda. Los Barones de Sherpa y Hermes, vocalista/bajo y batería, respectivamente, originales de Barón Rojo, han decidido emprender una nueva aventura bajo el nombre de “Los Barones”, dejando atrás la formación “Sherpa”, que es como los hemos visto últimamente (incluidos en algún Leyendas del Rock), en la que se centran, principalmente, en tocar los clásicos de “Barón Rojo”. Junto a estas dos leyendas de nuestra música, están Sergio Rivas y Marcelo Calabria (hijo de Hermes) a las guitarras.

Con un gran telón de fondo que nos dejaba ver el nuevo logo de la banda, algo que siempre se agradece y que hoy día algunas bandas, después de muchos años de carrera no logran entender (o no querer invertir en su imagen). Un gran repertorio de clásicos sonaron por parte de los Barones, que quitando su nuevo single “Vive Hoy”, que a mi particularmente me parece un gran acierto, puesto que tiene un aire muy de los mejores “Baron Rojo” y que en directo funciona de maravillas, estuvo centrado en clásicos de Barón Rojo. “Breakthoven”, “Cuerdas de Acero”, “Tierra de Nadie” entre muchas, todas sonaron estupendamente y con la voz (en gran parte de las canciones) y base rítmica originales de Barón Rojo,  fue un gusto disfrutar de los temas que nos han acompañado a muchos tantos años.

No faltó por supuesto “Concierto para ellos”, “Los Rockeros van al infierno”, “Tu siempre estás ahí” o “Resistiré”, la mayoría de ellos cantados al unísono por el público. Un gran acierto poder contar con “Los Barones” en esta edición, y que duren muchos años en los escenarios, ¡Larga vida a los barones!.

Llegábamos a la recta final de la jornada de apertura (o bienvenida) del festival, y otros que se han convertido en muy habituales en Villena, Medina Azahara, hacían su aparición en el escenario principal del Leyendas del Rock. Con una formación estable durante bastantes años, capitaneados por Manuel Martínez al micro y Paco Ventura a la guitarra, los acompañan Manuel Ibáñez al teclado, Juanjo Cobacho al bajo y a la batería, Nacho Santiago.

Esta banda también son Leyendas del Rock, y así lo demuestran cada vez que tocan, con un repertorio cargado de temas que hasta el que no es seguidor de la música Rock o Heavy los conocen, temas que sonaron como “Córdoba” (coreado por todo el festival), “Velocidad”, “Palabras de Libertad”, “La Tierra Perdida” ( con sus coros correspondientes del público, a petición de la banda), sus homenajes a Triana con “El Lago”  y “Abre la puerta”, su “Necesito Respirar” y su casi ya en propiedad “Todo tiene su fin” de los módulos.

Una apuesta segura de buen hacer y ofrecer lo que el público quiere, con una banda que cada día suena más compacta y más engrasada. Bien es cierto que el sonido pudo ser mejorable, ya que la voz sonaba saturada en bastantes momentos, y probamos incluso alejarnos a la zona de puestos de comida, y allí directamente no se escuchaba nada (desconocemos si pasó en los anteriores conciertos, ya que no habíamos estado por allí, pero si sabemos que al día siguiente ya estuvo solucionado el problema y los altavoces situados en medio del recinto ya funcionaban bien).

La penúltima banda en tocar este día fueron los Mojinos Escozios, otra apuesta segura, ya que la banda cuenta con una legión de seguidores y sabe muy bien lo que tienen que hacer en cada concierto. En esta ocasión, la más que habitual formación de la banda durante años se vio afectada por la baja de Juan Ramón Artero "Chicho, debido a una reciente operación, en sustitución estuvo “Frank Mercader” a su guitarra; Lo arroparon “El Sevilla” al micro, “Vidalito” a la otra guitarra, “Zippy” al bajo y “El puto” a la batería. “Los Más Grandes” se dejaba leer en un enorme telón de fondo, y con su humor y buen rollo comenzaron con “Ueoh”, guitarreo, rock y un Sevilla, más en forma de lo que quiere aparentar, ponían al público del Leyendas a cantar sus temas. Como con “Eco”, donde realmente parecía que todo lo que cantaba venía repetido por un eco proveniente del público.

Nos contaba “El Sevilla” que le podíamos llamar de todo que no le molestaba, pero que había una cosa que no aguantaba, y eso era borracho, con ello vino “¿Me has dicho Borracho?”, con momento incluido donde, bajo la atenta mirada de cámaras y móviles (y con presión, según él), se introdujo entre pecho y espalda 2 latas de cerveza a chorro. Siguieron con “La Copita” y muchos clásicos más de la banda, como “Mi Jefe”, “Al carajo” o “Las Ladillas enfuresidas” o ya en la recta final “La pastilla de Jabón” y “No vale pá' ná”. Fueron la banda encargada de poner ese toque de humor musical, (no la única del festival), que también hace falta de vez en cuando, y aunque no a todo el mundo le gusta, fue uno de los momentos con más asistencia, no sólo de este día, sino de todo el festival.

Con los “Mojinos” pusimos el broche al “día de bienvenida” del festival, puesto que la calor desde las 16H de la tarde y las 6 horas largas de coche que nos pegamos, nos habían dejado los cuerpos en estado zombie ya a estas horas, preguntamos al día siguiente y nos comentaron que Obús habían estado geniales, como es habitual en ellos, y aunque la asistencia había mermado ya mucho a esa hora, había un buen número de gente aún por allí. La jornada del jueves esperaba ¡y prometía mucho!