Algo más tarde que la jornada de ayer, el primer concierto empezaría sobre las 16:40H. De nuevo accedimos al recinto sin problema alguno, pequeñas colas, pero nada que nos supusiese un retraso considerable al entrar, como si pudimos notar otros años, suponemos que habrán tomado la medida acertada de abrir con mayor antelación.

De nuevo nos esperaría un sol de justicia a estas horas, y poca sombra, aunque la suficiente para poder disfrutar del primer show del día, nada más y nada menos que Lords Of Black, la banda sufrió el revés hace unos meses de la salida de su frontman, Ronnie Romero (Cantante actual de Rainbow, entre otras formaciones), y habría que ver como conseguirían sobreponerse a ello, puesto que no era tarea nada fácil. Pronto vimos que la banda de Tony Hernando (a la guitarra), lo acompañaba Dani Criado al bajo, y para sorpresa de muchos Matt de Vallejo a la batería (sustituyendo al batería oficial de la banda Andy). El cantante anunciado para cubrir los compromisos que la banda tenía era Diego Valdez, pero pronto pudimos ver que la banda tenía un as guardado bajo la manga, y es que el repertorio fue compartido con otro vocalista, Dino Jelusic. Diego y Dino formaron un tándem vocal que funcionó de manera muy grata, algunos temas por separados y otros conjuntos, pero siempre muy bien acopladas las voces, y aunque el hueco dejado por Ronnie era muy grande, supieron llenarlo y dar un señor concierto.

Comenzaron con “Lords Of Black”, “Shadows of War” y “World Gone Mad”, todas ellas interpretadas por Diego Valdez, tengo que decir que era la primera vez que veía a Diego en directo, y me sorprendió la fuerza vocal con la que nos deleitó, todo un derroche de fuerza. Luego salió a escena el mencionado Dino Jelusic para cantar “ Icons of the New Days”, que también sonó muy bien y dejó a muchos sorprendidos por la calidad vocal que atesora el croata.

La verdad que para quien no conociera o hubiera visto antes a la banda, no se creería que media formación estaba debutando, puesto que el espectáculo que dieron estuvo a la altura de aquel que ofrecieron en este mismo festival hará 3 años si no recuero mal. Hay que aplaudir la profesionalidad de Tony y Dani para solventar los problemas y ofrecer un gran concierto al público. En la parte final del concierto pudimos escuchar “Nothing Left to Fear” y “Merciless”. Después Tony salió a saludar y a agradecernos nuestra asistencia a estas horas tan calurosas, contarnos los problemas que han sufrido y lo difícil que les ha sido poder preparar este concierto con las bajas repentinas, y avisarnos de que permanezcamos atentos a las redes sociales porque pronto harán un comunicado explicando el presente y futuro de la banda. No sabemos si con Diego o con Dino, o con ambos, pero esperamos que “Lords of Black” sigan teniendo mucha vida, y nos sigan ofreciendo tan buenos conciertos como este vivido, sin duda una de las sorpresas (grata) de esta edición.

A quien madruga (hablando en horarios de festival) Dios le ayuda, y quienes tuvimos la osadía de estar desde primera hora calurosa de la tarde, nos llevamos un señor concierto de Lords of Black y un posterior, no peor, de los australianos Rose Tattoo.

La banda formó, capitaneada por el carismático vocalista “Angry Anderson” que salió al escenario con una especie de mono de mecánico personalizado y cantando el “Hi ho” de blancanieves, Dai Pritchard y Bob Spencer a las guitarras; el reciente “fichaje estrella” que acompaña a la banda desde 2017, el ex-AC/DC Mark Evans al bajo, y Jackie Barnes como último miembro añadido desde 2018.  Lo de Angry debe venir por su mal humor, eso o han tenido muy mala suerte con los miembros a lo largo de su historia, porque lo cierto es que el vocalista es el único miembro original de aquella formación de 1976 que comenzara la historia de Rose Tattoo.

Con uno de sus temas más clásicos “Bad boy for love” comenzaron el show, sonido característico del rock de los 70 con mucho slide en las guitarras, y mucha, pero que mucha actitud derrochada por toda la banda. “Scarred for Life”, “Rock 'n' Roll Outlaw” y “ One of the Boys” continuaron el concierto, todas ellas con casi más de 40 años de vida ya.

Pudimos escuchar algunos temas mas como “Sweet Love”, “Snow Queen” o “Nice Boy”, con el que acabaron el concierto, algunos temas nos lo perdimos porque fuimos corriendo para disfrutar de parte del concierto que estaban dando “Somas Cure” en el otro escenario”. Pero sin duda, esperamos poder disfrutar de los australianos de nuevo pronto.

Como hemos mencionado, nos escapamos del concierto de los Australianos para ver que estaba sucediendo en el otro escenario, ya que nos llegaban rumores de que los madrileños Somas Cure la estaban liando pero bien. Y sin duda era cierto, mucha gente agolpada en la carpa del “Mark Reale Stage”. Se nota que la banda está muy afianzada en su género, y cuenta con muchos seguidores.

Pudimos disfrutar de algunos temas como “Dunas de Marte”, “En Carne Viva” o “Leviatan” y “Helios” con los que acabaron el concierto. Un acierto que coincidiera con Rose Tattoo puesto que no se pisan nada en sus estilos, y tanto seguidores del rock más clásico como amantes del metal con tintes más modernos, tuvieron su buena dosis de música; Aunque una lástima para los que nos gusta ambos estilos que no exista el desdoblamiento para asistir al 100% de ambos.

Ya de vuelta a los escenarios principales, nos preparábamos para uno de los platos fuertes del día, para muchos, los italianos Lacuna Coil, llegaban al Leyendas del Rock, con una puesta en escena muy pintoresca, caras pintadas de blancos algunos miembros de la banda, Cristina toda vestida de rojo con sangre en cara y manos, al igual que Andrea, su acompañante vocal. Junto a ellos, Marco “Maki” al bajo, Diego “Didi” a las guitarras, y la reciente incorporación a la batería, Richard Meiz.

Un gran telón blanco acompañó todo el concierto a la banda; Buena puesta en escena de los italianos, y sobre todo, lo que es más importante, sonaron muy bien, es una banda que en directo, para mi, gana muchos enteros. “Kill the Light”, “The House of Shame” fueron algunos de los temas que sonaron, incluso tuvimos la suerte de poder escuchar un single debut en directo, “Layers of Time”, del que será su próximo álbum “Black Anima” (finales de 2019), y que dejó muy buena impresión a los asistentes.

Hubo lugar para su particular versión de “Enjoy the silence” de Depeche Mode que despertó el interés de mucho público, incluso del que no estaba pendiente y corearon el tema. Se despidieron del público de Villena con “Nothing Stands in our Way”, uno de sus cortes más populares desde que lo sacaran en 2014 en el álbum “Broken Crown Halo”. Los italianos son de esas bandas consagradas en el panorama europeo, que aunque no suelan estar encabezando carteles de grandes festivales, siempre suelen dar grandes conciertos y son un seguro a la hora de verlos en directo. También hay que decir que luego estuvieron firmando y atendiendo a los fans que decidieron hacer cola en la parte del stand de firmas, detalle que siempre se agradece.

La fiesta al Leyendas del Rock llegaría de la mano de Alestorm, la banda escocesa desembarcaba con su barco pirata de nuevo en el puerto de Villena para deleitarnos con un concierto muy divertido y animado. De la mano de Christopher Bowes, vocalista y uno de los teclado de la banda, acompañado por Máté Bodor a la guitarra, Gareth Murdock al bajo, Elliot Vernon a los teclados  y Peter Alcorn a la batería.

Colores vivos por todos lados, un gran telón con el logo de la banda y un cocodrilo dibujado en la playa, un pato hinchable gigante en medio del escenario y pequeñas plataformas donde la banda subiría a lo largo del concierto. Con todo ello salió la banda a los ruedos para empezar con “Keelhauled”; Si hay una banda que congregó fieles en el festival, fueron los escoceses, entre el público se veían montones de piratas, bucaneros y hasta algunas disfrazadas de patos. “Alestorm”, “The Sunk'n Norwegian” y “The Quest” a ritmo de Folk Metal, O “Pirate metal” como los llaman ya algunos, sin duda es difícil no contagiarse del ritmo tan pegadizo que impone la banda, muy llamativo el nuevo estilo de pogo que se creó, donde todos los asistentes que se encontraban delante del escenario se sentaron y se pusieron a “remar” todos a una como si de un gran barco se tratase.

Entre tema y tema, besos con lenguas entre Máté, Gareth y Christopher, iba sucediendo un concierto que estaba siendo todo un éxito, sonó como pocos en el festival, donde los instrumentos estaban muy bien ecualizados y la voz arañada de Bowes se escuchaba nítica. Sin duda uno de los momentos del concierto fue cuando salió a escena “Big Boy” (ex-Lagerstein) para interpretar junto a la banda “Hangover” (cover de Taio Cruz) que la banda lleva a su terreno y que tan bien le funciona en directo. La banda cuenta ya con varios éxitos a su espaldas, los cuales ya no faltan en sus directos, como “Mexico” o “Drink”, que se han convertido en himnos para sus fieles.

Para acabar el show, cantaron todos a una “Fucked with an Anchor”. Ya es la tercera vez que vemos a los piratas por los mares de Villena, (2 de ellas en los escenarios principales) y como escribí en su día, estoy seguro que vendrán más veces, porque pocas bandas tienen la capacidad de “liarla” como ellos.

Y de la alegría y el jolgorio a la oscuridad absoluta, de la mano de Cradle of Filth llegó el lado oscuro del metal al festival. Dani Filth (líder y vocalista de la banda)  es de los que cambia constantemente de formación, y son un buen puñado de músicos los que han pasado por su vera, actualmente forma en directo con Lindsay Schoolcraft a las voces melódicas y teclado, Richard Shaw  y Ashok a las guitarras, Daniel Firth al bajo y Martin Skaroupka a la batería. Aunque no te guste este género hay que reconocer que la siempre trabajada puesta en escena enganchan visualmente, y es que las pinturas y uniformes de los miembros, los telones tétricos ayudan a crear una atmósfera digna del concierto.

Abrieron con “Thirteen Autumns and a Widow” y “Cruelty Brought Thee Orchids”, el sonido me resultaba saturado junto con los instrumentos, aunque es cierto que a medida que te alejabas, sonaba algo mejor.

No aguantamos muchos temas porque teníamos ganas de ver que estaban haciendo Lépoka en el otro escenario, aún así antes de irnos nos dio tiempo a escuchar algunas canciones más como “Malice Through the Looking Glass” y “Heartbreak and Seance”. Es lo bueno que tiene un festival como este, donde la mayoría de las veces, si un estilo no es el que más te agrada, a pocos metros tienes algo que seguro te guste más.

Una sorpresa nos llevamos al ver que había que situarse fuera de la carpa para ver el concierto de los castellonenses Lèpoka, estaba abarrotado el concierto, una alegría ver que congregaran tantos seguidores (¿los veremos pronto en los escenarios principales? Seguro que si, desde aquí me uno a la petición). Lo segundo que me sorprendió (lo primero, la asistencia multitudinaria) fue lo currado del escenario que llevaban, donde 2 grandes, muy grandes, monjes hinchables, con dos grandes, muy grandes, jarras de cerveza, custodiaban cada extremo del escenario, luego toda la banda iba vestidos con los mismos atuendos de monjes o frailes (no sé muy bien la diferencia).

La banda, que nos contaba que cumplían ya 10 años desde su formación, va agarrando cada vez más reputación entre los amantes del Folk Metal. Pudimos escuchar temas como “El Caldero de los Sueños”, “Vodka'n Roll” (cóver de sus amigos Mago e Oz), “Yo controlo” y el breve corte “Chupito”. Como hemos mencionado antes, la progresión de la banda indica que pronto los veremos en los escenarios principales seguro, y es que cuando hablamos de relevos generacionales, este es un buen ejemplo de ello y la gente lo demostró llenando hasta la bandera la carpa.

Polémico para algunos, aciertos para otros, el cabeza de cartel de hoy jueves eran Thin Lizzy, y es que de aquella gran y exitosa banda de antaño sólo quedan sobre el escenario el gran guitarrista Scott Gorham y el teclista Darren Wharton, el resto son un remix de la formación paralela de Scott, “Black star riders”, y otros grandes músicos, éstos son: Ricky Warwick al micro (Black Star Riders, The Almighty), Damon Johnson a la otra guitarra (ex Alice Cooper, Black Star Riders, entre otros...), Troy (Mastodon) al bajo y Scott Travis a la batería (Judas Priest), todo un elenco de estrellas del rock para revivir aquellos clásicos de la banda irlandesa.

Con un gran telón de fondo, con el logo de la banda formada en LEDs salían al escenario para tocar “Jailbreak” y “Are you Ready”, ya nos dejaban ver que el setlist iba a estar cargado de clásicos de los años 70, y es que Ricky domina bastante bien los rangos en los que se movía Phil Lynott. “Cowboy Song”, “Emerald” y “Cold Sweat”, más rockeras que nunca y con una base rítmica formada por Scott Travis y Troy Sanders que muchas bandas querrían tener, las guitarras, elegantes y potentes de Gorham y Damon Johnson también sonaban muy bien, e incluso en varias situaciones del festival, el sonido seguía siendo muy bueno.

Personalmente creo que los que prejuzgaron a la banda antes de escucharlos en directo cometieron un error, ya que no es una simple banda tributo a Thin Lizzy, está formado por miembros de la época de mayor éxito de la banda junto con otros músicos de suficiente prestigio y trayectoria en bandas como Mastodon, Judas Priest o Alice Cooper. Se me antojó una oportunidad única de disfrutar de grandes clásicos, como “Hollywood”, “Got to Give It Up” o “Get Out of Here”.

La banda hizo una despedida muy breve del escenario, pero todo el mundo sabía que volverían pues todavía faltaban 2 temas que no podían saltarse en un setlist de éxitos de Thin Lizzy. Y así fue, “The Boys Are Back in Town” y “Whiskey in the Jar” (canción popular irlandesa) sonaron en el Leyendas del Rock, y si hay alguna banda que puedan tocarlas y no tacharlos de tributos, o covers, son estos Thin Lizzy.

De nuevo el turno de una banda nacional, y esta no era otra que Avalanch, poco que decir o presentar a estas alturas de la banda “asturiana”, aunque la verdad que por los miembros que la forman actualmente se podría hablar de internacional, ya que forman junto con Alberto Rionda, Jorge Salán a las guitarras, Mike Terrana a la batería, Manuel Ramil a los teclados y Dirk Schlächter al bajo;

Normalmente a esta formación “All Star”, definida así por la propia banda, acompaña al micro Isra Ramos, pero por motivos de enfermedad, Jorge Berceo (Zenobia) haría las veces de vocalista mientras Isra se recupera. Tengo que decir que Jorge lo hizo muy, pero que muy bien, personalmente me gustaron más que cuando los vi hace unos meses en Sevilla con Isra (quizás ya aquejado de las molestias de la que se recupera actualmente). Abrieron el concierto con “El oráculo” de su álbum reciente “El secreto” (2019), del cual nos dejaron otros temas como “La flor en el Hielo”,  “Demiurgus” o “El Alquimista”.

La banda rítmica formada por Terrana y Dirk (GammaRay) es un auténtico cañón en directo, potentes y sin respiro, y las guitarras de Rionda y Salán, poco hay que decir de dos de nuestros mejores guitarras que tenemos en nuestro país, sonaron estupendamente bien durante todo el concierto. Por supuesto, a las canciones del último disco acompañaron otros clásicos de la banda como “Pies de Barro”, “Delirios de grandeza”, “Xana”, coreada por todo el público, “Lucero” y “Torquemada”. Me quité la espinita que me dejó un mal sonido en el último concierto que vi de ellos en Sevilla y pude disfrutar plenamente de los temas de Avalanch en directo.

Entre conciertos pudimos acercarnos a ver levemente a Flotsam & Jetsam, suficiente para ver que la banda sigue en un gran estado de forma, contó con una generosa asistencia, y su Thrash Metal, demoledor en directo, hizo temblar los cimientos del Mark Reale; Temas como “Dreams of Death”, “She Took and Axe” o “No place for Disgrace” sonaron en la jornada del Jueves.

Y corriendo y sin pausa, puesto que la noche no daba tregua alguna, de nuevo una banda nacional pero con carácter muy internacional en los escenarios principales, Dark Moor, nuestros, de aquí pero tan de otros países, puesto que es conocido que gran parte de sus conciertos los dan fuera de nuestras fronteras. La banda capitaneada por el guitarrista Enrik García llegaba acompañado de Alfred Romero al micro, Dani Fernández al bajo y Roberto Cappa a la batería. Tras unos últimos discos de estudio que han cosechado excelentes críticas, como “Ars Musica” (2013) y Origins (2018) la banda parece haber encontrado su sonido, con un Alfred que desempeña muy bien la función de frontman y que ha dotado con su voz a la banda de un carácter especial y diferenciador.

“Birth of the Sun” fue la encargada de dar el pistoletazo de salida, siguieron con “Before the duel” y “The Spectres Dance”. Un sonido muy bueno acompañó durante todo el concierto, y a pesar de que a esta hora de la noche la afluencia empieza a flojear, todavía se veía mucha gente que aguantó para ver a Dark Moor, se nota como dijimos antes, que no es tan fácil verles en directo, sobretodo si no vives en la capital. Bastantes fueron los cortes que nos dejaron de su último trabajo de estudio, algunos como “In the Middle of the Night”, “Druidic Creed”, “And for Ever” o “Raggle Taggle Gypsy”. Para acabar, “La canción del Pirata” fue la escogida para cerrar el concierto, que serviría precisamente casi para presentar a “Tierra Santa” que era la siguiente banda en tocar en el escenario contiguo.

Nuestra jornada del Jueves acabó con el buen concierto de los madrileños Dark Moor, que nos dejó un gran sabor de boca. Tocaba descansar y reponer pilas para el viernes, que además se avecinaba con récord de temperaturas en los últimos años en Villena.