Mientras el verano da sus últimos coletazos, aun podemos disfrutar de conciertos en lugares donde es poco frecuente que se realicen eventos durante el resto del año, ya sea por falta de público o porque dichos lugares cierren temporalmente.
Lo cierto es que la localidad costera de Suances tiene un local de referencia, en lo que a la realización de conciertos se refiere, llamado La Surfería, al que ya he acudido en varías ocasiones y que va a seguir programando eventos, al menos durante las próximas semanas, acercándonos esta noche al grupo Golden Wood, directamente desde Bilbo.
Este grupo surge hace tres años de la mente de Javier Fernández Páiz, conocido por haber pasado por Quaoar y Tailor Box entre otras muchas bandas, y que da forma a esta aventura en solitario, en la que podemos observar las que son sus preferencias musicales, como el rock de los 90, el funk, el folk americano, etc, habiendo publicado un primer trabajo homónimo este verano, después de haberlo subido a las redes los primeros días de este 2019.
Y no pensé ni un segundo en acercarme a ver dicho concierto, cuando me enteré de su celebración, y allí que fui, con las prisas de la salida del trabajo y con las dudas sobre sí el concierto iba a realizarse dentro o fuera del local, acordándose hacerse afuera, algo que fue un acierto, ya que algunas gotas de lluvia estaban cayendo por la tarde.
Tras la prueba de rigor y una leve espera, comenzaba este concierto de Golden Wood, que era el segundo eléctrico de su historia, tras haber debutado la semana anterior en Getxo, estando acompañado Javier por bajista, guitarrista y batería, para dar más consistencia a una velada que se inició con la versión del “Wake up” de Mad Season, ese proyecto que tuvieron a mediados de los 90 el cantante de Alice In Chains y el guitarra de Pearl , entre otros, y que es una pieza que empieza lenta pero que luego va cogiendo fuerza, sonando muy bien esta noche.
Mientras la gente cenaba o tomaba algo, el grupo empezó a mostrar sus temas propios como ese “Slave”, que, como ellos mismos comentaron, nos sonaría de la prueba, siendo una pieza animada y donde ya pudimos comprobar la gran voz de Javier, siempre preocupado por ver qué tal se oía desde los diferentes zonas de un local complicado para tocar de manera eléctrica.
Golden Wood
Turno ahora para una versión de los más conocidos The Black Crowes, concretamente del “Jealous again”, de su fabuloso primer disco, para subir un poco los decibelios de la actuación, siendo una pieza muy animada y movida, para llevarnos a un corte más funky, como nos avisaron, con su tema propio “Dream awake”, aunque sin el saxo que tiene en la grabación original, siendo una canción con un bello sonido de guitarra y con Javier cantando con brillantez.
Interactuando con la gente, a sabiendas que para la mayoría de la gente eran unos auténticos desconocidos, continuaron con ese “Get lucky” de Daft punk, que, como bien nos comentaron, nos sonaba a casi todos, con ese ritmo totalmente bailable, continuando con otra versión de un tema también bastante popular como ese “Always on the run” de Lenny Kravitz, de los primeros tiempos del artista, y que concluyó con la rotura de una cuerda por parte de Javier.
Mientras su compañero de instrumento le cambiaba la cuerda, y para no perder el ritmo, Javier tomó prestada la otra guitarra y nos deleitó con una muy bella versión del “Hallelujah” de Leonard Cohen, aunque popularizada por Jeff Buckley, para, una vez resuelto el problema, continuar con “Once again”, que es la primera parte del tema que abre su disco, a la que en directo la dan algo más de caña, mientras jugaban perfectamente con los contraste y las intensidades de su sonido.
Lógicamente, continuaron la velada con la segunda parte, por decirlo así, de la canción inicial del disco, en este caso “A false disguise”, muy potente dentro de su estilo y que de nuevo nos demostró la gran calidad de la banda que teníamos delante y de los temas que estábamos escuchando, confesándonos que eran muy de los 90 y que iban a tocar una pieza del grupo que puso aquella década patas arriba, Nirvana, deleitándonos con una magnifica adaptación del “In bloom”; casi nada.
Aunque me gustan todas la canciones de su disco, desde esta noche mi favorita es “My creation”, esa magnífica pieza inspirada en la película Blade Runner, que nos comentaron que era la más progresiva del disco y que sonó con contundencia y mucha garra, inundando de un magnetismo especial el local donde estaba teniendo lugar el concierto.
Golden Wood
Rozando la hora de concierto, empezaron a despedirse con el “Hard sun”, original de Gordon Peterson, pero conocida por la versión de Eddie Vedder para la película “Hacia rutas salvajes”, tema que confesaron aún están probando, pero que sonó muy bien y tocada con esa delicadeza con la que tratan a su música, despidiéndose definitivamente con la muy conocida “Pride (In the name of love)” de los U2, con Javier poniendo todo su alma para cantar el estribillo.
Y así, tras más o menos 70 minutos de concierto, acabó la velada Golden Wood, mientras nos recordaban que tenían el disco a la venta, después de haber dado un muy buen concierto y eso que la banda aún está en el inició de su rodaje, pero tienen muy buena pinta y sacaron el concierto adelante, pese a las limitaciones lógicas del local.
Ahora les quedan unos cuantos conciertos por delante, que servirán para asentar aun más esta banda, por lo que, si ya de por si suena muy bien, supongo que, cuando hayan rodado más por los escenarios, nos pueden dar noches muy brillantes.
Por lo pronto, fue un muy buen concierto, de una banda que daba su segundo concierto y además en un restaurante, con lo que ello conlleva, pero que supieron hacerlos muy bien a base de grandes canciones, tanto las propias como las versiones, y muy buena ejecución de las mismas.
Y así acababa esta tarde noche de viernes en lo musical donde, gracias a La Surfería de Suances, pudimos disfrutar de este gran concierto de Golden Wood, a los que espero ver más veces en directo y, ojalá, la música siga sonando en La Surfería por mucho tiempo.