La sala Urban Rock Concept de Vitoria acogió el último concierto de la gira española que el vocalista Jeff Scott Soto ha realizado el pasado mes de septiembre con su proyecto más actual,SOTO. Una gira en la que se ha hecho acompañar de dos bandas jóvenes con muy buenas perspectivas, los suecos JD Miller y los alemanes Big Clyde. Las tres bandas partían esa misma noche de madrugada hacia Grecia y para celebrarlo se pusieron desde el minuto uno en modo fiesta total.
Los más madrugadores pudieron disfrutar del chute de energía y hard rock que soltaron Big Clyde desde el escenario. Los germanos son una de esas bandas que salen a disfrutar y a hacer disfrutar, 100% actitud, 100% efectivos. Salieron como un tiro con “Coffe to Go” y descerrajaron sin piedad un total de ocho trallazos de rock macarra y desenfadado. Llevados en volandas por su hiperactivo y carismático cantante, en poco más de media hora les dio tiempo de revolucionar al público e incluso a compartir uno de los temas con los miembros de JD Miller. Todo un descubrimiento esta banda.
Big Clyde
Tras un rápido cambio y con la sala luciendo ya una buena entrada para un jueves noche, JD Miller iniciaron su actuación. Dicen en su país que son el AOR más heavy de la actualidad y esa es una buena definición de su música ya que unen sin histrionismos melodías pegadizas y riff potentes y pesados.
Abrieron con" Burned Alive" y "The Desire" y con "Game of Love" Peter Halldén, su cantante, pudo dar muestras de su capacidad vocal. Tuvieron de largo el peor sonido de la noche, lo que castigó su impacto en el público, pero éste agradeció el ímpetu y el buen hacer de los músicos. Como había sucedido en el bolo anterior (y como sucedería en el siguiente), el escenario se vio invadido por los músicos de Big Clyde a los que se le sumaron un Jeff Scott Soto cubierto por una careta y los miembros de su banda, en lo que ya se adivinaba como una alocada fiesta alcohólica de fin de gira.
JD Miller
Pasaban ampliamente de las once de la noche (qué mala costumbre poner los conciertos tan tarde entre semana) cuando Jeff Scott Soto tomó las riendas de la noche. Aunque Soto creía que era la primera vez que actuaba en la capital vasca, alguien entre el público le recordó que hace años ya tocó en Vitoria. El americano venía presentando Origami, el último trabajo publicado como SOTO, pero afortunadamente para los fans de sus otras formaciones, no se olvidó de incluir en el setlist temas de las diferentes etapas de su carrera, repasando viejos clásicos tanto de Jeff Scott Soto como JSS, TALISMAN o los más recientes junto a la súper banda W.E.T.
Tras “Hypermania” y “Freakshow” de su nuevo disco, atacó himnos como “21st Century” o “Drowning”, que hicieron las delicias de los asistentes. Las guitarras de Jorge Salán y BJ, enormes ambos toda la noche, encajaron como piezas de un puzle, sustentadas sobre la rotunda base rítmica que forman Edu Cominato y el recientemente incorporado Tony Dickinson, al que Soto presentó orgulloso y que suple con sobrada solvencia la triste ausencia del desaparecido David Z, recordado con cariño varias veces a lo largo de todo el show.
Soto
Siempre de buen rollo, la banda se divertía y Soto demostraba porqué es uno de los mejores frontman que tiene el Rock. Quizás su voz empiece a notar el paso de los años y los numerosos conciertos que el cantante hace al año, pero sigue manteniendo intacta una presencia absoluta sobre las tablas. Cayó una medley de W.E.T con “One Love” y “Watch The Fire”, en la que JD aprovechó para demostrar que él también sabe cantar, y “Eyes of Love” sonó con el mismo pulso que hace 18 años.
La noche se acercaba a su fin y los miembros de Big Clyde y de JD Miller, animados por la música y por las cervezas, asaltaron todos juntos el escenario, convirtiéndolo en una especie de camarote de los hermanos Marx donde se cantaba, se tocaba y sobretodo, se bromeaba una hilarante versión de “I’ll Be Waiting” de Talismán. Un momento muy divertido que metió al público de lleno en la fiesta, si es que no lo estaba ya.
En pleno subidón, enfilaron la recta final, cerrando el show por todo lo alto con “Stand Up”, tema de la banda sonora de Rock Star y dejaron a los presentes con esa cara de felicidad que le queda a uno cuando se lo ha pasado en grande.