Parece mentira la cantidad de grupos que salen en Cantabria, una comunidad autónoma de poco más o menos medio millón de habitantes; además, de todos los estilos y gustos, de tal manera que, por mucho que lo intento, hay más bandas de las que quisiera a las que aun no he visto en directo.
Este es el caso de To The Burial, una joven banda formada en la primavera del pasado 2018, compuesta por Xiao a las voces, Gerar guitarra y coros, Lipe a la otra guitarra, Dani al bajo y Peivi a la batería, y que han publicado su primer trabajo llamado “Humanity” en marzo de este año y a cuya presentación acudió Insonoro.
La banda, que practica una mezcla de posthardcore y metalcore, tal y como ellos mismo dicen, y a la que tenía muchas ganas de ver en directo, sobre todo a tenor de las buenas impresiones recogidas por quienes les habían visto en vivo, actuaba en la noche del último viernes de octubre en la camarguesa sala La Tribu, evento que me apunté en mi particular agenda nada más conocerlo.
Y así, tras salir de trabajar, para allá que me fui, con las habituales dudas que siempre tengo de asistencia de público, esperando una buena respuesta, y, como cada vez que voy a dicha sala, con las incertidumbre sobre la hora del comienzo del concierto.
Una vez llegué a la sala, pude comprobar que se había generado una buena expectación, algo que provocaría un buen lleno en dicha sala, y, por otro lado, que el concierto iba a comenzar bastante más tarde de lo habitual, ya que la banda aún estaba probando. Por cierto, ya que muchas veces hablamos de la poca presencia de gente joven en los conciertos, en esta ocasión la mayoría de los presentes no superaba los 30 años, lo que me hace creer que lo que pasa no es que a los más jóvenes no les interese la música, sino que no les interesa el mismo tipo que los que tenemos más edad.
Lo cierto es que, a eso de las 22.30 se subían To the Burial con una intro de fondo, mientras nos pedían que nos empezásemos a mover, comenzando el repaso a su disco, que tocaron en su integridad, con “Bones”, que sonó realmente cañera y más teniendo en cuenta, como nos reconocieron nada más acabarla, que este era su segundo concierto.
To The Burial
También nos recordaron que venían presentando su primer trabajo, el citado “Humanity”, mostrándose muy agradecidos al público por la gran acogida que habían tenido, que confesaron no esperaban, y a la gente de La Tribu por permitirles tocar allí, siguiendo la velada con “Blood”, la canción que fue el primer single del disco, un tema muy pegadizo, dentro de su estilo, para, tras solucionar algún problema con el inalámbrico de la guitarra y contar algún chiste sobre la exhumación de Franco, preguntar si había algún seguidor de Parkway Drive, con buena respuesta, y de los que nos ofrecieron su versión del “Vice grip”, que fue muy cantada por la gente.
Regresaron a su disco con “Heart”, un corte muy bueno, quedando muy bien la combinación de las voces de Xiao y Gerar, con la banda sonando muy compacta, tras la cual comentaron que venían la mayoría de la zona de Torrelavega, salvo el batería que procedía de San Vicente de la Barquera y el cantante que reside en Galicia, continuando el concierto con “Flesh”, esa pieza que denominaron como una apología del canibalismo, con un sonido pegadizo y potente, animándonos a hacer un pogo, algo que no pudo ser por lo reducido del espacio que quedaba.
La siguiente pieza dijeron que hablaba de un gordo que se suicidó, siendo la misma su versión del “Bodies” de los Drowning Pool, un tema que me trajo muchos recuerdos de cuando el Nu Metal sonaban por todos los lados y que me hizo mover la cabeza con ganas, confesando su vocalista que para este corte hubiera pegado más haber salido con un chándal Adidas, para, tras refrescarse, volver a su propia música con esa potente y cañera “Mind”, demostrando, una vez más, lo bien engrasada que esta la maquinaria de esta banda.
Entre los presentes había muchos amigos de otras bandas y To The Burial tuvieron a bien agradecerles su presencia, siendo el momento de “Senses”, ese tema para el que han publicado un video clip, con ese logrado contraste entre melodía y parte más cañera que tanto me gustó, para, mientras afinaban y a petición popular, lanzarse su batería a hacer un breve solo, tras el cual empezaron a despedirse con la versión del “Shadow Moses” de los Bring Me The Horizon, siendo un corte que sonó realmente bien.
To The Burial
Encarando ya la recta final de su actuación, presentaron a los integrantes de la banda, anunciándonos que la siguiente era la última del disco que les quedaba por tocar, siendo el turno de “Soul”, pidiendo más movimiento a la gente, tras la que nos avisaron que con la próxima se iban, interpretando el “Psychosocial” de los Slipknot, un corte que dijeron que casi todos la sabíamos, sonando muy potente la sección rítmica, como durante toda la velada, con las guitarras muy conjuntadas y afiladas y su vocalista ejecutando muy bien las canciones y soltándose a medida que el evento discurría.
Como no había espacio para hacer lo típico de ahora me voy y pedís otra, decidieron seguir sobre las tablas, con la gente demandando más cortes, siendo el momento de repetir un par de temas de su disco, empezando por el pegadizo “Blood”, para confesarnos que con la siguiente ya se iban, interpretando “Heart”, con Lipe bajando entre las primeras filas, sonando muy potente y reiterando los agradecimiento en mitad de la canción para Frank de La Tribu por el trato que les había dado.
Y así, tras más o menos 70 minutos sobre las tablas y la foto final de rigor, terminaba este gran concierto de unos To The Burial que me gustaron muchísimo más en directo que en estudio, y eso que el disco suena muy bien, mostrándose muy conjuntados, pese a lo difícil que lo tienen para ensayar por la distancia y que solo fuera su segundo concierto.
La verdad es que es una banda que se la ve un gran potencial, con muy buenos temas, muy buenos músicos, y un directo realmente muy sólido, que, a poco que rueden más en directo, va a dar mucho que hablar en la escena cántabra y, sobre todo, dentro de los seguidores del Metalcore estatal.
Y así, tras despedirme de la gente que conocía, dejé La Tribu, ese lugar donde los relojes no existen, tras haber disfrutado de un gran concierto a cargo de To The Burial, banda a la que hay que seguir, agradeciendo, como siempre, a Frank que siga apoyando la escena local, apostando por la música en directo.