Murcia volvió a vibrar el pasado 9 de Noviembre con la explosiva actuación de la banda granadina Eskorzo en la sala Garaje Beat Club. Minutos antes de que diera comienzo el concierto, se podía palpar la emoción del público murciano, que amontonado, agotó las entradas por completo, llenando la sala hasta el mínimo rincón.
El septeto granadino, que se encuentra cerrando su larga gira con el disco “Alerta Canibal” de la mano de RootSound y presentado en Diciembre de 2017, les lleva ya al octavo disco editado. Todo un éxito que les ha permitido viajar con su música por todo el mundo.
Una explosión de color, sonido y confeti invadió la sala con la primera nota de la banda y ahí empezó el carnaval, poniendo su nota caribeña con su cumbia ya característica y su sonido contundente. Un escenario decorado, haciendo homenaje a su último trabajo desvelaba las enredaderas que invadían la batería, pies de micro, el set de percusión y los amplificadores de guitarra para que quedase bien clara la temática de una gira que le sigue dando muchas alegrías.
Desde el primero hasta el último segundo, Eskorzo no paró de tocar en un concierto sin descanso, pasando por canciones como “Que pena me da”, “Zona caliente” o “Camino de fuego”, haciendo un repaso de gran parte de su discografía, algo que el público disfrutó al 200%. |
Sin ninguna duda, el movimiento y la energía de la banda, supo aprovechar cada rincón del escenario en una sala que llegó a parecer pequeña para ellos. No sabemos si gracias o por culpa de su música, el show de esta banda requiere de mucho espacio donde poder expresarse, de hecho, tuvieron un gran momento con “Armas de barrio” en el que se unieron al público en un baile frenético.
No solo fue su música, también fue su movimiento el llevó a tener el control absoluto de la sala en una coreografía sencilla y pegadiza que por supuesto, el público acogió con pasión.
Un momento dedicado al ritmo y que además pudo permitir al público jugar como si de una “Jam sesión” se tratase, nos llevó a comprobar que la percusión es uno de los pilares de la banda en un juego entre batería y percusión afro latina. Y sin casi respirar, volvieron las cuerdas, los vientos y la voz para seguir cantando “Alerta caníbal” y “Déjame que te devore”, haciendo como que terminaba el concierto y desapareciendo y poder escuchar al público silbar y gritar que aún tenían fuerzas para mucho más.
Reaparecieron en el escenario ofreciendo un cierre de concierto que se puede definir con una palabra, brutal. Sin duda, un encuentro que la gente recordará y permitirá desarrollar las ganas de que Eskorzo vuelva a visitar Murcia. |