Desde hace ya muchos años me he centrado en ver conciertos exclusivamente en Cantabria por la sencilla razón de que, habiendo aquí una amplia oferta de eventos a los que apoyar y así poder seguir teniéndolos cerca de casa, con todas las ventajas y comodidades que ello supone, no necesitaba salir fuera para ver cosas interesantes; sin embargo, como para casi todo, siempre hay excepciones.

Recuerdo que, el día de la grabación del Dvd del XXV aniversario de Emboque), charlando con Txema de Vendaval, me comentó que ellos, para el mes de noviembre, tenían también fecha para la grabación de un Dvd en su Xixón natal, lo cual me interesó sobre manera porque, además de acudir a la grabación de una de las bandas a las que más cariño tengo, podía planificar un fin de semana allí con mi pareja, ya que ambos teníamos ganas de volver a dicha ciudad desde hace tiempo.

Y para allá que nos fuimos la jornada del 16 de noviembre, a disfrutar de dicho concierto y de esta interesante ciudad, en una fría y lluviosa jornada, pero con la ilusión de acudir a una cita histórica, para la que el quinteto contaría con muchos y muy importantes invitados, siendo el hecho más significativo el de disponer, durante buena parte del evento, de un segundo guitarra en las manos de Javi de Monasthyr.

Después de dar una vuelta por la ciudad, nos adentramos en la coqueta Sala Acapulco, situada en los bajos del Casino de dicha localidad, a donde habían acudido en buena cantidad muchos seguidores de la escena heavy metalera asturiana y algunos, además de nosotros, venidos de otras comunidades.

Y con bastante puntualidad, subía Larry Runner, del programa de radio “Diario de un metalhead” para presentarnos a los grandes protagonistas de la velada, nuestros queridos Vendaval, que fueron tomando posiciones mientras sonaba una intro, lanzándose de lleno al concierto con “Ruinas de libertad”, esa pieza que finiquita su actual disco, “Por el tiempo” del 2017 y que habla sobre el drama que se vive en Siria, con esa larga guerra que parece nadie quiere poner fin.

Tras saludarnos y mostrase encantados de estar en casa, era el momento de continuar con la temática bélica con ese tema mítico en la discografía de la banda que se llama “Guerra civil”, que aparecía en su primer disco, titulado como el grupo, y que fue publicado hace ya 16 años, sirviendo para que músicos y público nos metiésemos de lleno en el evento.

Nos recordaron, tras reiterar sus agradecimientos, que estaban grabando este concierto para un futuro Dvd y que iban a desfilar muchos y muy especiales amigos e invitados por allí esta noche, continuando con “Buscando una señal”, un tema que estaba en su anterior disco de estudio, “Arba´a” del 2012, con unos muy logrados coros y un Nathan magistral, como durante todo el concierto, a la guitarra.

Volviendo a agradecer el que muchos amigos hubieran querido estar con ellos en esta fecha tan especial, el primero y más especial de los agradecimientos vino para Javi de Monasthyr por estar echándoles una mano con la segunda guitarra, antes de regresar a su más reciente obra con “Despertar”, que nos hizo agitar con ganas la cabeza.

Era el momento de adentrarnos con la banda en un viaje en el tiempo, como ellos mismos nos comentaron, y llevarnos a su opera prima con “El puente del ahorcado”, un corte que, como nos confesaron, hacía mucho que no tocaban y que habían recuperado para esta grabación, dándolo un aire distinto, con Txema, su cantante, e Iván Peinado, su teclista, comenzando la pieza en solitario, dotándola de un toque más intimo y brillante, quedando realmente muy bella.

El primer invitado de la noche aparecía para su versión del “Embrujada” de Tino Casal, que habían grabado para su disco de hace 2 años junto a Luismi Fernández del Grupo Assia, que fue el que por allí apareció, dedicando  dicho tema al fallecido artista, siendo uno de los momentos más festivos de la velada.

Ya sin el invitado, regresaron a su primer trabajo, que se abría con esa intro llamada “Vendaval”, que sonó por los altavoces, y que era seguida, como en dicho plástico, por la genial “Ítaca”, que fue ese empujón definitivo que metió a todo el mundo en el concierto, ya que fue muy cantada por todos los presentes, notándose que es una pieza muy querida y en donde se pudo notar especialmente esa gran combinación entre los dos guitarras.

Reivindicando el apoyo a las nuevas bandas y a aquellas que nos son muy conocidas, Txema reconoció estar muy orgulloso de donde venía y es que, como casi todo sabéis, Vendaval surgió tras la ruptura de Nörthwind, de los que interpretaron una magistral “Paraíso de sombras”, sin la presencia de Javi a la otra guitarra, acogida con fervor por los que la reconocieron, para luego contar con la presencia de dos ex integrantes de la banda, como son Andy Flórez a la guitarra y Mario Herrero (actualmente en Drunken Buddha) a los teclados, que fueron los que grabaron el tercer disco del grupo, “Estigmas” del 2009, que se abría con el genial “Mares de cristal”, en donde la guitarra de Andy dio algún problemilla.

Aun con Andy sobre las tablas y sin dejar el citado disco, recuperaron “Mírame”, uno de esos temas que no es habitual en sus últimos conciertos pero que sonó muy fresco, subiendo en mitad del mismo un grupo de niños a cantar y mover la cabeza con la banda, mostrándose ésta muy contenta porque haya menores en un concierto de rock, para luego tocar un corte que no va a ir en el Dvd, pero que les apetecía tocar, ya que es un clásico en sus actuales directos, como es esa versión del “Hail and kill” de los Manowar, muy celebrado por todos y que sirvió para calentar aun más el ambiente.

Tras agradecer nuestra respuesta, abandonaron momentáneamente el escenario, mientras por los altavoces sonaba “El sueño de Loulia y Jaromil”, de su primer disco, a la vez que la gente del staff iba colocando unas sillas, saliendo después Nathan y Txema acompañados de Julio Gilsanz, guitarrista de Los Berrones y uno de los más reconocidos guitarristas asturianos, comenzando un set acústico con “A la sombra del Ciprés”, presente en su segundo trabajo “Mi otra mitad” del 2005 y que sonó muy entrañable.

Sin dejar ni el disco ni el formato, invitaron a Ruth Suarez, de los extintos Darna y actualmente en Kirlo, para que aportase su enorme calidad vocal a “Carta de un soldado”, como ya lo hizo en la grabación en estudio de dicho álbum, sonando muy emotiva y bella, siendo una ocasión muy especial de escuchar un tema que casi nunca habían tocado en directo, como ellos mismo nos reconocieron, antes de abandonar todos el escenario, mientras la gente del staff  le despejaba, con “Recuerdos de la Alhambra”, también de su segunda obra, sonando por los altavoces.

Con  el sexteto base de esta noche al completo, prosiguieron este breve recorrido por su trabajo de hace 14 años con ese temazo tan esperado como es “Santa Compaña”, con un gran sólo de Nathan y un magistral final, donde los teclados de Iván Peinado sirvieron como puente de unión con el tema que da nombre a su actual obra “Por el tiempo”, un gran corte que demuestra que la banda sigue haciendo grandes piezas y para muestra este discazo que han sacado.

Y precisamente de eso iba la siguiente en sonar, ya que, tras reconocer que estaban encarando la recta final de su actuación, agradeciendo a todos los que hicieron posible que ellos hubieran estado allí, así como al público y a los colaboradores, nos propusieron un viaje al futuro con “Nuevo amanecer”, una canción de nueva factura, que contó con la ausencia de Javi en la segunda guitarra pero con la excepcional colaboración de Fran de los asturianos Arenia, presentado, con todo merecimiento, como una de las mejores voces del metal estatal, sonando muy power metalera, como ya pudimos apreciar hace unas semana en su concierto de Muriedas , concluyendo con Nathan e Ivan Peinado solos sobre el escenario.

Con éste vacío, la gente comenzó a pedir la vuelta de la banda  al grito de otras tres y de Vendaval, sonando por los altavoces “Arba'a”, la intro que abría el trabajo de igual nombre, y que dio paso, como en dicha obra, a “El condenado”, una pieza que siempre suena muy bien en directo, siendo ésta unida con la parte final de “Sin perdón”, ese corte que estaba incluido en su disco debut y que quedó muy bien empacada.

Si una colaboración conocía de primera mano era la de Mario de Emboque, gran amigo, como toda la banda, de esta web, y que subía a colaborar con los asturianos para ese “Prisionero”, de su anterior disco, ocupando el lugar de Javi, dejándonos una magnífica versión y es que ese mano a mano entre Nathan y Mario es mucho nivel, tras la que empezaron a despedirse, mientras pedían la colaboración de la gente para que cantase con ellos, recodándonos que esto se estaba grabando, continuando con ese “Sigo aquí”, que estaba presente en su actual obra y donde tanto Iván Batalla al bajo como Alex Prados a la batería sonaron como una apisonadora, igual que lo hicieron durante toda la velada.

Mostrándose muy agradecidos por el calor recibido por su gente, que seguía gritando el nombre de la banda, se despedían definitivamente con su tema bandera, es decir ese “Muerte al alba” con el que muchos les conocíamos y que estaba presente en su segundo trabajo publicado en 2005, con el público dejándose las últimas fuerzas, marchándose el grupo con el comienzo del “Silbando a la muerte (Corocotta)”, el corte que abre su actual disco sonando por los altavoces, mientras la banda nos saludaba y nos sacábamos la foto de recuerdo, tras casi dos horas y media de concierto.

Pese a algún invitado que se les cayó por problemas de última hora para desplazarse, Vendaval hicieron un magnífico concierto, con un repertorio perfectamente equilibrado entre todos sus disco, contando con la esencial presencia de Javi a la segunda guitarra, que dio más potencia a la banda en los momentos en que estuvo sobre las tablas, y con unos invitados que fueron elegidos no solo por la gran calidad musical que tienen, que también, sino por la importancia y cercanía que han tenido en la trayectoria de la banda.

Un auténtico placer el haber podido estar presente en este evento, no sólo por haber visto este espectacular concierto, sino, y por encima de todo, por haber podido disfrutar de esta gran fiesta, con un gran ambiente, siendo una jornada muy emotiva y de la que la banda puede sentirse muy orgullosa.

¡Inolvidable!

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Y así, tras despedirme de la banda y de algunos amigos que por allá estaban, nos fuimos de la Sala Acapulco a sumergirnos en la noche gijonesa, tras haber vivido un concierto realmente inolvidable y esperando poder ver ese DVD lo más pronto posible; ayer, hoy y siempre ¡Vendaval!